Ciertamente, algunos años la programación no ha sido muy allá, pero las películas ganan cuando las ves rodeado de friquis, que aplauden si en los títulos de crédito aparece Michael Ironside -por poner un ejemplo bastante representativo-, o se ríen con tópicos del género estilo "Voy a bajar al sótano a cambiar el fusible, ahora mismo vuelvo", porque saben perfectamente cual va a ser el destino del personaje.
Algunos años no ha habido gran cosa, aunque en la edición pasada hubo títulos gloriosos, como The Dissapearance of Alice Creed, con mi queridísima Gemma Arterton secuestrada por unos desalmados (los giros de esta cinta eran tronchantes), o la ensalada de tiros de Johnny To Vengeance, o cómo se las apañaba Johnny Hallyday con alzheimer para darle su merecido a los tipos que tirotearon a su hija.
Este año tenemos una de cal y otra de arena. Inaugurar la muestra el jueves con Destino oculto, que se estrena el viernes, es un poco cutre. Cosas como la película de Takashi Miike, o la flojita Giallo -con Adrien Brody y Elsa Pataky cuando salían juntos dirigidos por Dario Argento- se las puede uno saltar.
Pero también es cierto que esta año podremos ver Tucker & Dale vs. Evil, la historia de dos campesinos de un pueblo perdido yanqui atacados por unos excursionistas que les confunden con psicópatas. ¡Por fin un La matanza de Texas al revés! Y dicen que el thriller coreano sobre un asesino en serie I Saw the Devil es la bomba. Habrá peli de Park Chan-Wook sobre un vampiro, ¡bien!, una de terror de Hong Kong sobre lo difícil que resulta comprarse una casa (DreamHome), una nueva edición de "Trash entre amigos" (Vigalondo y demás comentan nada menos que Dinocroc vs Supergator, eso sí que es cine 'trash'), y la muestra termina con la entretenida El último exorcismo, de la que ya hablé en este blog.
Lo más importante es que haya chocolate al final de cada sesión, como suele ser habitual...
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