Me llamo Juan Luis y soy alcohólico, uy no, peor que eso, tengo una confesión peor que realizar... He ido al cine a ver Torrente 4, y no en el pase de prensa 'de gratis', sino que he ido pagando... Pero es que la historia es peor aún, resulta que en la sala de al lado ponían Incendies, que tenía buena crítica, y que era la película que a cualquier cinéfilo le apetecería ver esta semana, pero aún así, chicos, a Segura se le da tan bien el marketing que ha convertido su película en un "Must See", algo que casi nunca pasa en el cine español. Este fin de semana si no has visto la película del cutre-policía tienes en cierta medida la sensación de que no eres nadie.Y lo más terrible de todo -por favor, os pido que no se lo contéis a nadie-, pagué 10,50 euros, porque era en 3D y cuando me iba a dar la entrada la taquillera me dijo que si no tenía gafas para verla. "No, la verdad es que no las suelo llevar encima, dije -pensando con estupefacción que acababa de salir de un pase de Piranha 3D y al salir había arrojado las gafas en un cesto en el cine porque, ¿para qué las iba a necesitar? Total, que otro euro más o sea que en total, me clavaron ¡11,50 euros! Jamás se me había quedado semejante cara de lelo. ¡La entrada de cine más cara de mi vida! ¡Y encima por ver una película en la que sale Belén Esteban!
Siento ser tan grosero como el propio Torrente, pero tengo que decir que la Esteban me da más miedo que Freddy Krueger, y que cuando se casó, vestida de novia, me pareció que era igualita que La novia cadáver. Y en Torrente 4 sale algo aún peor: Carmen de Mairena, que me provoca pesadillas...
En fin, entré en la sala intentando ser positivo, ¡seguro que al menos me río un rato! Pero no, la verdad es que gracia tiene poca. Y no lo digo porque vaya en plan cinéfilo -o me ponéis un film de Tarkovski o lo pongo a caldo-, sino porque Segura va a lo fácil, a los chistes zafios, a la sucesión de cameos -forzados y en algunos casos como el de Buenafuente demasiado largos- y lo que es peor, los 'autohomenajes' en plan "nos hacemos unas pajillas", o sea la misma frase que dijo en la primera parte.
Me hicieron sentir incomodísimo las apariciones de Kiko Rivera, el popular 'Paquirrín', aunque en la película le apodan 'Rin Rin' porque su padre tenía una tienda de despertadores. Produce realmente vergüenza ajena porque claro, si Segura hace de tonto no pasa nada, pues es bastante listo, ¡ha conseguido que pague 11,50 por su película! Pero este chico hace de tonto, llega a decir en una secuencia que es tonto, y en fin, por decirlo de una forma suave, tiene dificultades para hablar y no parece muy avispado. La gente no se reía en el cine con él, sino de él... Me dio mucha penita.
Aunque me pareció un bodrio total, para demostrar mi imparcialidad, reconozco que me sorprendieron un par de hallazgos:
1. El monólogo frente a la tumba del Fari, muy políticamente incorrecto pero con gracia. Esperaba que puesto que se supone que iba a ser una película salvaje, tuviera más gags así: "Fari, desde que tú te has ido todo va peor que nunca. Han puesto a un negro en la Casa Blanca, y no es para que la limpie... ¡Y los 'maricones' ahora se pueden casar!". En fin, es Torrente...
2. Las secuencias de acción. Os aseguro que son las mejores que he visto nunca en una película española. Y creo que esta vez no se las ha rodado Juanma Bajo Ulloa o al menos no figura en los títulos de crédito. Curioso que una cinta tan mala tenga una factura de tanta calidad. Qué pena que el equipo técnico no haya rodado una película de acción en serio...
Lo que más horror me produce es que Torrente es la gallina de los huevos de oro. 8,12 millones de euros en tres días ha recaudado. Lo gracioso es que ni Avatar, ni Alicia en el País de las Maravillas llegaron siquiera a los 8 el primer fin de semana.
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