miércoles, 23 de noviembre de 2011

"Arthur Christmas": Todos con Aarman

No hemos acabado noviembre, pero ya está aquí la Navidad. Ya hace un par de semanas que han puesto los turrones en el supermercado, en la Puerta del Sol están instalando ese horrible abeto artificial de Agatha Ruiz de la Prada, y desde septiembre si pasas por Callao no puedes evitar asustarte ante la pantagruélica cola para comprar loterías en la nueva ubicación de Doña Manolita, aunque esto último es tan surrealista que merecerá su propia entrada en este blog.

Confieso que hace mucho me encantaban estas fiestas hasta que el agobio consumista ha acabado con mi paciencia y con mi espíritu navideño hasta el punto de que se me conoce como Juan Luis Scrooge. Cuando los fantasmas de las Navidades pasadas y compañía ya se estaban planteando hacerme una visita para decirme un par de cosas, la compañía Aarman ha logrado el milagro de devolverme las Navidades.

Nos deslumbraron con los cortos de Wallace y Gromit y con joyitas como Creature Comforts, pero la empresa británica no había tenido mucha suerte con su salto a los largometrajes. Aunque Evasión en la granja no fue mal, poca gente fue a ver Ratónpolis y Wallace & Gromit: La maldición de las verduras, lo que motivó que Universal les diera la patada.

Ahora, aliados con Sony, estrenan Arthur Christmas: Operación regalo, por fin una película navideña tronchante y llena de imaginación. Aunque a nivel técnico, Pixar ha seguido apabullando con Cars 2, me atrevo a decir que a nivel global la cinta de Aarman es la mejor en el campo de la animación del año (o casi, casi). ¡Por una vez que Lasseter y compañía bajen al puesto 2 no creo que anden demasiado preocupados!

Es curioso que la compañía Aarman, que se ha visto obligada a rodar con animación digital en lugar de usar la 'stop-motion', especialidad de la casa, reivindique en la trama la calidez de los métodos tradicionales –los renos– frente a la la sofisticación. ¡Lo han hecho con mala leche, sin duda! Ellos logran también algunos momentos emotivos, así que por una vez, las gafas del dolor del 3D sirven para algo: para tapar los lagrimones de los espectadores más sensibles.

lunes, 21 de noviembre de 2011

"Amanecer. Parte 1": Pero, ¿qué se inyecta Stephenie Meyer?

Además de criticar mucho a Stephen King para que me pongan a caldo sus fans, también me encanta arremeter contra las diferentes entregas de Crepúsculo, pues luego me ponen comentarios ofendidísimas seguidoras adolescentes que inspiran 'ternurita'. Para seguir incordiándolas, fui a ver Amanecer (Parte 1), pensando que sería tan aburrida como las cintas que la preceden, y he alucinado en colorines...

En la cola, una de las apasionadas me preguntó si yo era 'tin' Edward o 'tin' Jacob, y le respondí que era más bien 'tin' Burton y 'tin' Robbins.

El comienzo es muy aburrido. Una hora de despedida de soltero (sin stripper, eso queda claro), boda, luna de miel en isla paradisíaca, etc. Es posible que como no ocurría nada interesante me quedara dormido, pues dicen que cuando te pasa eso en el cine, sueñas que sigues viendo la película y tienes la sensación de que no te has perdido nada. Eso explicaría lo que creí ver después...

Atención: ¡SPOILER total! No sigáis leyendo si no habéis visto la peli o leído el libro y pretendéis hacerlo alguna vez. ¡Aunque igual lo soñé todo y no es un SPOILER! Cualquiera sabe.

Para empezar, Bella anuncia que ha pensado en ponerle a su hija un nombre que combine el de su madre, Renée, con el de la madre de Edward, Esme, así que a la pobre chavala le va a tocar llamarse 'Renesme'. No sé si en inglés 'Renesme' suena bien, en español no mucho. Menos mal que las abuelas no se llaman 'Tomasa' y 'Recesvinta', porque la habría puesto a la desgraciada 'Recesvintomasa'.

Durante el parto, el bebé tiene una placenta muy dura, de forma que Edward se ve obligado a morderla, en plan Tom Cruise, para que la criatura pueda nacer... Surrealista.

Además, Edward hace gala de una peculiar forma de convertir a Bella en vampira. Saca una jeringa gigante y le dice a Jacob que le va a inyectar directamente en el corazón su ponzoña. Al parecer, en vez de saliva debe tener ponzoña, una especie de veneno, y eso es lo que convierte a los otros en vampiros... Curioso, sí señor...

Pero vamos al grano... Resulta que en realidad toda la saga es una manera de hacer mucho ruido (y vaya si ha sido sonada) de cara a divulgar entre los adolescentes que lo romántico, lo que mola, es no practicar el sexo hasta después del matrimonio. El mensaje parece sincero, pues la Meyer es ferviente seguidora de la fe mormona. Yo eso lo respeto. Bienintencionada es la mujer, sin duda. Pero tanta preocupación por la moralidad, por señalar el camino a los chavales y tal, y luego sugiere cosas bastante más chungas que las que quiere evitar.

Jacob, el hombre lobo, se siente asqueado la primera vez que ve a la tal 'Renesme'. Pero luego se queda prendado del bebé que ha tenido su adoradísima Bella, que se suponía que era el amor de su vida, con su competidor. Según la peli, Jacob se 'imprima', lo que al parecer significa que se queda pilladísimo y que va a ser su pareja... El director, Bill Condon, mantiene la elegancia, pero desde luego esto es un tanto oscuro. ¿A vosotros os parece normal? Todo es tan malo, que más que escandaloso e irritante resulta disparatado.

Niños, no practiquéis sexo antes del matrimonio, y no toméis drogas, haceros estrellas de la literatura juvenil y os las darán gratis...

viernes, 18 de noviembre de 2011

Stephen King: El tamaño sí importa

Estos días me he leído un libro de Stephen King, "Todo oscuro, sin estrellas", que en principio es el último publicado en España, aunque me hago un lío... ¡Como los fabrica en serie y tiene tantos! Y eso que dijo hace unos años que se iba a retirar, porque estaba bastante fastidiado el hombre con las secuelas del fatal atropello que sufrió. Juró por sus muertos que al menos se contendría un poco, pero después de éste ha escrito "11/22/63", "Mile 81" y "La Torre Oscura: The Wind Through the Keyhole". ¡Qué bien que haya bajado el ritmo!

¿Por qué me cojo para leer un libro de King con lo mucho que se publica en España? ¿Masoquismo? Se debe tener en cuenta que los últimos libros que me gustaron de King son del 86-87, o sea cuando escribía "It", "Los ojos del dragón" y "Misery". Desde entonces, y para expresarlo claramente: ¡La madre que le parió! Disfruté, eso sí, de su autobiografía, "Mientras escribo", donde en un arrebato de sinceridad confirma que redactó "Cujo" bajo los efectos del alcohol y ni se acuerda de ella. Igual es que no la escribió él, cualquiera sabe.

La razón de que haya elegido este libro es muy sencilla. Cuando escribo de King me ponen comentarios numerosos apasionados del hiperactivo de Maine, visiblemente indignados. Nunca me he metido con nadie en este blog que suscitara tanta pasión... El caso es que soy un poco malvado y decidí que me terminaría el último troncho de King para poder despacharme a gusto.

El plan no ha salido bien, porque ha ocurrido algo completamente inesperado... Resulta que me ha gustado. ¿Estoy borracho yo también como King en sus peores años? No, lo cierto es que no, creo que la clave está en que se trata de relatos cortos.

Se piensa el creador de tochazos King que un libro es mejor cuanto más pese, sólo así se explica "Apocalipsis", que creo recordar que tenía más de mil páginas. Le sobraban 990. Sin embargo, sus nuevos relatos duran lo justo, y sin ser originales (creo que debió ver en la tele Bonnie and Clyde, La extraña que hay en ti y alguna película más y a partir de ahí ha hecho un refrito), sí que logran mantenerte en tensión, y bastante. Por ejemplo, en uno de los cuentos una señora, en apariencia felizmente casada, descubre que su marido tiene un cajón secreto en un lugar del garaje, y decide abrirlo... Se encuentra algo muy extraño, ¿a qué dan ganas de saber lo que es y seguir leyendo? ¡Pues eso ocurre con el libro! En fin, no es que vaya a revolucionar la literatura pero es poco habitual de un tiempo a esta parte encontrarse con un King entretenido.

El que más me ha gustado es el que ocupa menos, unas 40 páginas. El tamaño sí que importa, Stephen, pero en tu caso al revés. Escribe microrelatos, que seguro que son 'la caña': "Y cuando desperté, Carrie y un dinosaurio todavía estaban allí".

En fin, este libro además, ha recuperado una venada salvaje inédita últimamente, pues es un poco 'gore'. Me da a mí que igual lo ha escrito su hijo, Joe Hill, que está más en forma, pues puede que sea tan prolífico como él, y si escribe mucho material se habrá visto obligado a adoptar un pseudónimo. Lo mismo ha escogido el nombre de Stephen King, que vende mucho... ¡Y todo queda en familia!

Por favor... ¡seguidme en Twitter! Es triste de pedir, pero más triste es de robá... @cinedeterror

martes, 15 de noviembre de 2011

Carta a mi amigo Piti sobre Tintín

¡Hola, Piti! ¿Cómo va eso? ¿Los hobbits bien? ¡Anda que no te quejarás, que me han dicho que está llegando el verano allá a Nueva Zelanda, y que hace una temperatura de lo más agradable! ¡Y nosotros aquí pelándonos de frío! ¿Qué tal Fran y los chavalines? ¡Dales muchos recuerdos!

Mira, tio, te comento una cosita... Como sé que estás muy 'pillao' de curro con la Tierra Media de las narices, he pensado que mejor no te llamo, sino que te lo cuento aquí. Como sé que de vez en cuándo lees mi blog para ir practicando el español, seguro que te encuentras este post.

Hace poco estuve viendo el Tintín que nos ha hecho el tío Stevie, y mira que el hombre se lo ha 'currao', ¿eh? Y toda la peña parece encantadísima. Pero yo, no sé, tío, no le acabo de ver el punto. Hablaba hace poco con otro colega, Álex Bassas, de la Librería del Espectáculo, que por cierto, me dice que a ver cuándo quedáis para tomaros unas cañas, y me dio la clave. Me dijo que el tío Stevie se tenía que haber tirado el rollo y haber rodado la peli en imagen real. ¡Con dos narices!

Entonces yo pensé que se habría parecido menos al cómic, claro, y que igual a los tintinófilos les habrían entrado ganas de zurrarle la badana, pero, aunque no recordara a los tebeos, ¿qué más daría? ¡Porque sería una pelí morrocotuda! Imagina esa planificación del tío Stevie, a Daniel Craig acosando a Jamie Bell, persecuciones trepidantes, y esa música tan guapa que se ha marcado el agüelillo Johnnie. ¡Sería la bomba! Ya puestos se le pueden cambiar los nombres a los personajes y sería otra cosa.

Digo yo, ya que estás en el ajo. ¿No podrías hacer algo con El tesoro de Rackham el rojo? Por el mismo precio, como tienes que rodar a los actores antes de la captura de imagen, para reconvertirla en esos fantasmagóricos y fríos monigotes, podrías hacer también una versión normal de la peli...

Sería un poco como el Cola-Cao, que se puede comprar en versión light megaguay, en versión soluble instantánea y en su formato de siempre, de ése que no se disuelve ni de broma en la leche, pero que tantos recuerdos nos trae. Imagínate, ahora mismo se puede ver Tintín en 3D para los ultramodernos, en 2D para los menos modernos, y para los carrozas como yo, el próximo Tintín se podría ver también como una peli de toda la vida, de ésas que tanto nos gustaba ver en los cines. ¿Qué me dices, tron? ¿Te mola la idea?

viernes, 11 de noviembre de 2011

Y la presentación de los Oscar va para... ¡Billy Crystal!

No me han hecho caso finalmente. Aunque pedía en mi entrada anterior que los presentadores de los Oscar de este año fueran los Teleñecos, se ve que mis humildes líneas no han logrado seducir a los miembros de la Academia de Hollywood, que a pesar de mis recomendaciones han preferido contratar como anfitrión a este año a Billy Crystal.

Aunque echaré de menos a la rana Gustavo, para qué negarlo, lo cierto es que Crystal es una buena elección. Me hacen gracia sus chistes. Al enterarse de que le fichaban ha dicho: "Que bien que voy a hacer los Oscar, así la mujer joven de la farmacia dejará de preguntar mi nombre cuando voy con las recetas".

Crystal me trae buenos recuerdos de aquellas noches en vela, para ver los Oscar. ¡Qué bueno cuando se vistió de Hannibal Lecter para reírse deAnthony Hopkins! Por aquel entonces los presentadores de la gala no parecían estar muy conformes con su cometido, y venían a comentar más o menos que la gala estaba hecha para pazguatos, ante el asombro de los pazgüatos que estábamos levantados a las 4 y media de la mañana para que nos insultaran.

"Sí, hijo, el amor verdadero es lo mejor que existe, salvo quizás los bocadillos de cordero", decía su personaje en La princesa prometida, aunque quizás su papel más recordado es el protagonista de Cuando Harry encontró a Sally:

-Cuando acompañas alguien al aeropuerto es porque estás al principio de una relación, por eso yo nunca acompaño a nadie al aeropuerto al principio de una relación.

-¿Por qué?

-Porque las cosas se complican y dejas de acompañarla al aeropuerto y a mí no me gusta que ninguna mujer pueda decirme: Ya no me acompañas al aeropuerto como antes, mi amor...

Además, seguro que los que tengan mi edad flipan con las siguientes frases: "Esta es la historia de dos hermanas, Jessica Tate y Mary Campbell. Jessica vive en un barrio digamos, rico. Jessica ama la vida. Lo único que añadiría a la vida si pudiera, sería un fondo musical. Los Tate tienen incluso más secretos que dinero. Mary también ama la vida, pero desgraciadamente, la vida no parece estar loca por Mary. Como ven, los Campbell no tienen tanto dinero como los Tate. Lo que si tienen, en cambio, son tantos secretos como ellos".

En fin, viva Billy Crystal, y paro ya de escribir entradas nostálgicas, que esto en lugar del blog del terror empieza a parecer "Que tiempo tan feliz". Tengo que aprender a vivir en el presente, en el 11 del 11 del 11.

¿Conseguirá Jodie cambiar de sexo? Esto, perdón... ¿Conseguirá Crystal revitalizar los Oscar? ¡Todas estas respuestas y muchas más en el próximo episodio de los premios de la Academia, el 26 de febrero...

Y la presentación de los Oscar va para... ¡Billy Crystal!

No me han hecho caso finalmente. Aunque pedía en mi entrada anterior que los presentadores de los Oscar de este año fueran los Teleñecos, se ve que mis humildes líneas no han logrado seducir a los miembros de la Academia de Hollywood, que a pesar de mis recomendaciones han preferido contratar como anfitrión a este año a Billy Crystal.

Aunque echaré de menos a la rana Gustavo, para qué negarlo, lo cierto es que Crystal es una buena elección. Me hacen gracia sus chistes. Al enterarse de que le fichaban ha dicho: "Que bien que voy a hacer los Oscar, así la mujer joven de la farmacia dejará de preguntar mi nombre cuando voy con las recetas".

Crystal me trae buenos recuerdos de aquellas noches en vela, para ver los Oscar. ¡Qué bueno cuando se vistió de Hannibal Lecter para reírse deAnthony Hopkins! Por aquel entonces los presentadores de la gala no parecían estar muy conformes con su cometido, y venían a comentar más o menos que la gala estaba hecha para pazguatos, ante el asombro de los pazgüatos que estábamos levantados a las 4 y media de la mañana para que nos insultaran.

"Sí, hijo, el amor verdadero es lo mejor que existe, salvo quizás los bocadillos de cordero", decía su personaje en La princesa prometida, aunque quizás su papel más recordado es el protagonista de Cuando Harry encontró a Sally:

-Cuando acompañas alguien al aeropuerto es porque estás al principio de una relación, por eso yo nunca acompaño a nadie al aeropuerto al principio de una relación.

-¿Por qué?

-Porque las cosas se complican y dejas de acompañarla al aeropuerto y a mí no me gusta que ninguna mujer pueda decirme: Ya no me acompañas al aeropuerto como antes, mi amor...

Además, seguro que los que tengan mi edad flipan con las siguientes frases: "Esta es la historia de dos hermanas, Jessica Tate y Mary Campbell. Jessica vive en un barrio digamos, rico. Jessica ama la vida. Lo único que añadiría a la vida si pudiera, sería un fondo musical. Los Tate tienen incluso más secretos que dinero. Mary también ama la vida, pero desgraciadamente, la vida no parece estar loca por Mary. Como ven, los Campbell no tienen tanto dinero como los Tate. Lo que si tienen, en cambio, son tantos secretos como ellos".

En fin, viva Billy Crystal, y paro ya de escribir entradas nostálgicas, que esto en lugar del blog del terror empieza a parecer "Que tiempo tan feliz". Tengo que aprender a vivir en el presente, en el 11 del 11 del 11.

¿Conseguirá Jodie cambiar de sexo? Esto, perdón... ¿Conseguirá Crystal revitalizar los Oscar? ¡Todas estas respuestas y muchas más en el próximo episodio de los premios de la Academia, el 26 de febrero...

jueves, 10 de noviembre de 2011

¡Queremos que los Teleñecos presenten los Oscar!

La gala de los Oscar del año pasado se presentaba prometedora, pues el productor Bruce Cohen (oscarizado por American Beauty) prometió que iba a modernizar el evento. Luego resultó que lo único que hizo fue incorporar el show a las redes sociales, lo que provocó que James Franco estuviera más pendiente de hacer comentarios en Twitter que de sus labores como presentador, mientras que su compi, Anne Hathaway, se cambiaba continuamente pues lució hasta ocho modelitos, pero como conductora de la gala resultó ser más sosa que Belén Esteban dando una conferencia de física nuclear.

Para colmo de males, los guionistas tenían menos sentido del humor que la suegra de Terminator. Gwyneth Paltrow se anotó el tanto de convertirse en la peor intérprete de una canción nominada al Oscar de toda la historia. El coro de niños que cantaba al final "Over the Rainbow" mientras salían al escenario todos los nominados fue el sumun de la horterada... Para colmo de males, ofendieron a los fans de Jóvenes ocultos olvidándose de mencionar a Corey Haim entre los fallecidos del año, y ni siquiera hubo emoción en los premiados, todos absolutamente cantados, hasta el punto de que presentaron las diez candidatas a la mejor película con unas palabras de fondo que eran el discurso que daba el rey en El discurso del rey, que luego, oh, sorpresa, fue la ganadora.

Así las cosas, me sumo a los blogueros, tuiteros (@MuppetOscars) y usuarios de Facebook que se han unido en una causa común: ante la dimisión de Eddie Murphy, queremos que los próximos presentadores de los Oscar sean... ¡los Teleñecos! Ya que soy profesional del ramo y esa noche me quedaré despierto, al menos quiero morirme de risa con la rana Gustavo.

Los comentarios de los usuarios no tienen desperdicio. "No he visto los Oscar en años, pero no me perdería ni un minuto si lo presentan los Teleñecos", comenta un usuario. "No sólo los vería una vez, sino que los grabaría y los vería una y otra vez", explica un entusiasta.

La propuesta no es descabellada. Los Oscar se emiten en la cadena ABC, que pertenece a Disney, propietaria también de los Teleñecos de 2004...

Ya me froto las manos sólo con pensarlo. Imagino a Gonzo intentando seducir a Scarlett Johansson con sus chistes malos, a Peggy tratando de robarle el Oscar a Meryl Streep, a Animal comiéndose a Nicolas Cage para que no haga más películas malas... Y las interpretaciones de las canciones nominadas podrían ser de infarto, con Rodolfo al piano, y el resto montando el show...


lunes, 7 de noviembre de 2011

La jubilación a los 90 de Francisco Ibáñez y su Mortadelo

En 14 años como informador de cine he tenido la ocasión de conocer a grandes astros, como Cate Blanchett, J.J. Abrams, George Clooney, Tom Cruise, Tim Burton, Morgan Freeman, Edward Norton, James Cameron, David Cronenberg, Matt Damon, Alain Delon, Wong Kar Wai, Mike Leigh, Robert De Niro, Al Pacino, Hugh Jackman,Arnold Schwarzenegger, Harrison Ford, etc. Pero a la hora de la verdad, el famoso que más ilusión me ha hecho conocer ha sido uno que me pillaba mucho más cerca. Me consta que algunos de los que leéis este blog habéis tenido también la oportunidad de que os firmara alguna de sus obras.

Acudía a comprar verduras al supermercado de unos grandes almacenes del centro mucho menos ilusionado que cuando podía comprar comida grasienta (la edad no perdona). De repente comentan por megafonía que firma su último trabajo, “Jubilación... ¡a los 90!”, un insigne y destacado personaje. Se trata nada más y nada menos que deFrancisco Ibáñez, el creador de Mortadelo y Filemón.

No es difícil encontrarse al barcelonés Ibáñez alguna vez en la capital del reino. A la Feria del Libro acude de vez en cuándo. Como forma grandes colas, y hay que estar allí un rato hasta que te toque, nunca lo había intentado. Además, no suelo pedir autógrafos, salvo en una ocasión en la que le pedí uno a Guillermo del Toro, porque el 'friqui' mexicano te firma y se dibuja a sí mismo.


Recuerdos de la infancia

Al enterarme de su presencia, me vinieron a la memoria dos de mis primeros recuerdos más significativos. El primero es del día en que mi madre me dejó por primera vez en un colegio, y me llevé un enorme disgusto cuando me abandonó como a Marco, que al menos tenía a su mono Amedio. Tenía tres años, pero era un trasto en casa y no me extraña que me llevaran al cole antes que a nadie.


El otro es de cuando debía tener cuatro o cinco, y le pedía chucherías a mi padre, pero él me vino con dos tebeos de “Mortadelo y Filemón”. Recuerdo una mezcla de frustración por no haber recibido caramelos y de cierta fascinación por aquellos dibujos tan extraños de dos simpáticos personajes calvos. Mi padre me aseguraba que eran muy buenos. Gracias a haber sido cruelmente abandonado en el cole, lo cierto es que sabía leer y pude disfrutarlos.


Al acordarme de esto decidí subir a ver si había mucha gente. Al menos podría ver la cara de aquel tipo, que estimuló como nadie mi imaginación, y sin el cual ahora estaría trabajando en un banco, ganando un pastón, con la vida asegurada, como él antes de crear a sus famosos personajes.


No había mucha gente, por suerte no se había enterado casi nadie. Finalmente decidí quedarme, y cogí un ejemplar del nuevo tebeo, donde con su habitual sentido del humor Ibáñez critica que nos retrasarán la edad de jubilación. Para que los curritos puedan estar en forma y seguir trabajando a una avanzada edad, el profesor Bacterio inventa una pócima, con resultados desastrosos. Aparecen estrellas invitadas de auténtico lujo. La verdad es que a pesar del tiempo transcurrido, me seguía haciendo mucha gracia aquel tebeo.


Cuando al fin me tocó que me atendiera Ibáñez, fue alucinante... ¡Vaya crack! A quien no le conozca, si tiene ocasión, le recomiendo que espere la cola. El hombre está en plena forma a sus 75 años, ilusionadísimo, pintando muñecos a sus seguidores con una sonrisa y haciendo gala de gran vitalidad.


-Aquí donde me ve, sigo sus tebeos desde hace 35 años –le dije finalmente– y aunque se supone que ya soy adulto, cuando he visto la nueva portada me moría de la risa...


-¿Sólo 35? -me contestó él-. ¡Pues eso no es nada! ¡Yo llevo 50 años haciéndolos!


Para mi alborozo se puso a dibujarme un muñecajo de Mortadelo.


-Esperemos que usted no se jubile. Ni a los 90 ni a ninguna edad...


-Uy, eso quisiera yo... ¡Pero no me dejan! Cuando intento sacar el tema me cambian automáticamente de conversación. Me tienen casi encadenado a una mesa haciendo monigotes.


Me entregó el cómic dedicado y me estrechó la mano. En algún lugar de mi interior, el niño que fui una vez se siente extremadamente feliz.

jueves, 3 de noviembre de 2011

"Eva", insólita cinta española con buen target

Me encantan los periodistas y críticos de cine. En general funciona muy bien aquello de 'no dejes que la realidad te estropee una buena noticia”. Por lo visto, decir que Eva es una buena película de robots española se queda corto, parece insulso. No tiene emoción. Es mucho más apoteósico decir que Eva es... ¡la primera película española de robots! Muchos son los que han usado esas palabras.

Yo no digo que nos remontemos a Supernova, que era muy mala, y es del 93 (los años oscuros, ¡antes de que se existiera Facebook!), con Marta Sánchez interpretando a un robot, pero Planet 51 es de hace muy poquito, y el robot sonda tipo Wall·E que salía tenía su encanto. Sólo los más friquis recordamos con cariño al robot con el que se enfrentaba Supersonic Man, en el inenarrable film de Juan Piquer Simón, que era la respuesta hispana al Superman de Richard Donner y que posiblemente sea la película con peores efectos especiales de la historia.

Había un robot sacerdote si mi memoria no me falla en Acción mutante, el debut de Álex de la Iglesia. Y el abuelo de los protagonistas, estrambótico dúo de cantantes infantiles de la España de los 80, era un científico loco con robot, en la bizarra Las aventuras de Enrique y Ana.

Pero en fin, se ve que los periodistas son como los políticos, carecen de memoria, sobre todo los que han escrito críticas sin mencionar el film 2001: Una odisea del espacio, pues la peli es un perfecto atraco a mano armada a Stanley Kubrick, ¡hace falta tener los ojos completamente cerrados para no verlo!

Confieso que me pillé un cabreo con una secuencia originalísima en la que un robot lee a distancia los labios de dos humanos que conversan (¿os suena de algo?), y que todo es más predecible que jugar a piedra, papel y tijera, con Eduardo Manostijeras. Pero justo es reconocer que tiene su mérito rodar ciencia ficción en España y que nadie salga huyendo de la sala como alma que lleva el diablo.

Pero a mí lo que más me ha gustado de Eva es su target... ¡Uno de los más amplios de las producciones españolas recientes! El cine son cuatrocientas butacas que llenar... Le pese a quien le pese, si nadie quiere ver cine español, no habrá cine español. Pero en la cola de Eva había friquis de la ciencia ficción, señoras que miraban con ojos de deseo a Daniel Brühl, obsesos encantados de ver en pantalla a Marta Etura (en ese grupo se me debe incluir a mí) y hasta curiosamente familias con niños atraídas por el cartel tipo película de Parchís. El caso es que atrae a mucha gente... ¡Si no se hubiera estrenado el mismo día que Tintín habría dado mucho dinero!


Target de algunas películas recientes del cine español

La voz dormida. Revanchistas y nostálgicos de la Guerra Civil que no hayan visto Las 13 rosas.

La piel que habito. Postmodernos con ganas de poner a caldo a Almodóvar.

Capitán Trueno y el santo grial. Pobres ilusos que a pesar de que sabían lo mala que iba a ser no podían dejar de ver cómo han masacrado a su personaje favorito de las viñetas.

Fuga de cerebros 2. Descerebrados cuyo cerebro se haya fugado.

No lo llames amor, llámalo X. Descuidados que se han equivocado de sala al elegir la película.

Dispongo de barcos. El director. La madre del director también formaba parte del target hasta que se enteró de qué iba.

Los pasos dobles. Psicópatas en fase terminal.