lunes, 21 de mayo de 2012

El castillo gótico del australiano Peter Weir

Entre los numerosos directores australianos de prestigio en activo, como Gillian Armstrong, Roger Donaldson, Bruce Beresford, Scott Hicks, Baz Luhrmann, George Miller, etc., supongo que más o menos todo el mundo estará de acuerdo conmigo en que el mejor, sin duda, sería claramente Peter Weir, casi siempre lento pero seguro.

Aunque ha tenido épocas de frenética actividad (Único testigo y La costa de los mosquitos las hizo casi a la vez a mediados de los 80 para aprovechar que tenía a mano a Harrison Ford), por norma se lo toma con tranquilidad. Pasaron cinco años entre El show de Truman y Master and Commander. Al otro lado del mundo, y nada menos que siete hasta Camino a la libertad.

Lo bueno es que la espera suele merecer la pena, por lo que deberían tomar nota algunos que se apresuran demasiado, como el incombustible español Ventura Pons, que rueda una al año... pero la calidad no es la misma... Debería plantearse rodar una por década, así o bien la trabaja un poquito más, o al menos nos ahorramos las otras nueve.

El caso es que Weir, director de una de las más terroríficas películas de los 70, Picnic en Hanging Rock, anuncia nuevo proyecto, de corte gótico. Adaptará la novela The Keep, de Jennifer Egan, que desconozco por completo hasta el punto de que no me suena que exista edición en español. Tiene como protagonistas a dos primas, traumatizadas por sucesos de su infancia, que acuden a un misterioso castillo medieval centroeuropeo, al parecer encantado. La trama promete, aunque da igual, Weir, es tan fiable que seguro que rodaría un film trepidante aunque partiera de una novela de Lucía Etxebarría.
Siempre he querido visitar Australia, si bien para eso hace falta dinero, y muchísimo tiempo, sólo para el vuelo. Por lo visto, desde Madrid se tardan unas 24 horas, según hagas escalas o no, a lo que debería sumarle lo que tardas en llegar al aeropuerto, lo que te mantengan retenido por huelgas variadas, etc.

Además de sus reservas naturales, me llama la atención que siempre me han dicho que los australianos tienen un gran sentido del humor. Dicen que se meten contigo todo el tiempo para ver si tienes capacidad de reírte de ti mismo, y sino caes en desgracia socialmente.

¡Cómo son estos tíos que hasta los organismos oficiales se pueden pitorrear de ti! Esta es una lista de respuestas auténticas ofrecidas por la Oficina de Turismo Online de Australia. Yo cuando vaya no pienso consultarles nada, para evitar que me dejen a la altura del betún.


¿Alguna vez llueve en Australia? Nunca he visto que llueva en la televisión, ¿cómo crecen las plantas?
Importamos las plantas ya crecidas, entonces las plantamos y simplemente esperamos a que se sequen. 



Si viajo a Australia, ¿podré ver a los canguros saltando por la calle?
Eso dependerá de la cantidad de alcohol que hayas bebido.


Me gustaría ir andando de Perth a Sydney. ¿Es posible seguir las vías del ferrocarril? 

Sí, claro. Son sólo cuatro mil quinientos kilómetros. Lleva bastante agua contigo.


¿Hay cajeros automáticos en Australia? ¿Pueden facilitarme una lista de los cajeros que hay en Cairns, Brisbane, Hervey Bay y Townsville? 

¿De qué se murió tu último esclavo?


¿Pueden informarme sobre las carreras de hipopótamos?
A-fri-ca es ese continente tan grande en forma de triángulo al sur de Europa. Aus-tra-lia es esa isla tan grande en medio del Pacífico que... ¡Bah, olvídalo! Las carreras de hipopótamos son cada martes por la tarde en King´s Cross. Hay que ir desnudo. 



¿En qué dirección queda el norte en Australia? 

Hay que ponerse de cara al sur y girar 180 grados. 



¿Puedo llevar una cubertería a Australia?
¿Para qué? Usa los dedos, como todos nosotros.


¿Pueden decirme cuándo son los conciertos de los Niños Cantores de Viena? 

Aus-tri-a es ese país tan pequeñito que está al lado de Alemania, que es... ¡Bah, olvídalo! Los Niños Cantores de Viena actúan cada martes por la tarde en King´s Cross, después de las carreras de hipopótamos. Hay que ir desnudo.


¿Puedo usar tacones en Australia?
Eres un político británico, ¿a que sí?


¿Hay supermercados en Sydney? ¿Se puede comprar allí leche todo el año? 

No, somos una pacífica civilización de recolectores vegetarianos. La leche es ilegal.


Tengo una pregunta sobre un famoso animal de Australia, pero he olvidado el nombre. Es como una especie de oso que vive en los árboles. 

Es el oso saltarín. Se llama así porque salta de los árboles en donde vive y se come el cerebro de los que pasan por debajo. Puedes evitarlo si te frotas con orina antes de salir a pasear.


Soy de Estados Unidos y he desarrollado un producto que puede considerarse el elixir de la juventud. ¿Dónde puedo comercializarlo en Australia? 

En cualquier sitio en donde se reúna un buen número de americanos 



¿En Australia celebran la Navidad?
Sólo en Navidad. 



Soy de Estados Unidos y quisiera saber si podré hablar inglés en Australia?
Eres americano... Primero tienes que aprenderlo.

jueves, 10 de mayo de 2012

"Sombras tenebrosas": 10 evidencias de que Tim Burton se ha convertido en vampiro

En una de mis secuencias favoritas de Ciudadano Kane (la película más importante de la historia del cine hasta que se rodó Marvel Los Vengadores), Jedediah Leland, personaje interpretado por Joseph Cotten, crítico teatral, se ve en la tesitura de escribir una valoración sobre la interpretación operística de la esposa de su jefe y su mejor amigo, Kane (Orson Welles), un auténtico desastre como cantante lírica. Le cuesta tanto decir la verdad que cae borracho con su nota a medio hacer: "es un fracaso igual que ella". Finalmente termina el trabajo el propio Kane...

Pues bien, me acaba de pasar exactamente lo mismo cuando me he visto obligado a escribir sobre Sombras tenebrosas, que ha rodado alguien aún más importante para mí que la esposa de mi mejor amigo, nada menos que Tim Burton, a quien consideraba más que un director de cine, una especie de alma gemela. Pero es que el film es tan soso que me he tenido que bajar a la tasca de la esquina y beberme un par de Dyc con hielo, y aún así sólo he podido escribir: "es un desastre igual que su carrera últimamente".
10 razones que demuestran científicamente que Tim Burton es un vampiro
1. Tim Burton murió después de rodar Ed Wood. Ahí está todo lo que tenía que contar, pues tiene como protagonista a un inadaptado freak con buenas intenciones, como casi todas sus películas, en este caso un tipo que quiere ser Orson Welles y rodar obras maestras, pero sólo le salen bodrios que conectan como mucho con otros friquis como él.
2. A pesar de todo, se empeña en seguir existiendo después de muerto rodando una y otra vez la misma película, con Johnny Depp caracterizado otra vez como monstruito con encanto, música deDanny Elfman y un papel de tía rara para su esposa, Helena Bonham-Carter.
3. Tim Burton necesita sangre fresca. Carente de ideas propias tiene que vampirizar por ejemplo a Lewis Carroll, hincarle el diente a un clásico como El planeta de los simios (1968), etc. En esta ocasión ha bebido de una serie de televisión de los 70 y del guionista de moda Seth Grahame Smith, autor deAbraham Lincoln: Cazador de vampiros y Orgullo y prejuicio y zombies.
4. Tiene amigos centenarios, pues es esta cinta sale el gran Christopher Lee, que tiene 100 años o por ahí, y nada menos que el músico Alice Cooper, que debe andar por los 120 o 130 como poco, aunque está igual que siempre en la secuencia en la que se convierte en 'la invitada' estrella de una fiesta. ¡Le pirran a Burton las "Alice" últimamente!
5. Finge emociones humanas que no siente. En Sombras tenebrosas trata de hacer reír, pero se nota que lo es suyo porque los gags no funcionan. Incluso mete una escena de sexo (sobrenatural) en la película, que no transmite nada.
6. Tim Burton es capaz de hipnotizar a un público cautivo que le ríe las gracias, aunque ruede siempre la misma película.
7. El corazón de Tim Burton ha dejado de latir. El cineasta que transmitía un conmovedor romanticismo en Eduardo Manostijeras, en Sombras tenebrosas no logra ni un mínimo de pasión.
8. El cineasta de Burbank viste con estética desfasada. Si Drácula iba con capa aristocrática decimonónica, él se empeña en lucir un rollito gótico ochentero a lo Robert Smith que en un hombre ya madurito queda bastante estrambótico.
9. Ha empezado a dar miedo. Yo que esperaba con ilusión proyectos tan prometedores como La novia cadáver, tiemblo al pensar que tiene tan pocas ideas que su próxima cinta, Frankenweenie, es una innecesaria versión alargada de su corto homónimo.
10. Tim Burton no se refleja en el espejo. Por eso lleva esos pelos.

lunes, 7 de mayo de 2012

Mazinger Z: 40 años de... ¡puños fuera!

Ha estado estos días en el Salón del Cómic de Barcelona nada menos que Go Nagai, creador de Mazinger Z, personaje robótico que estos días cumple los mismos años que yo. Sin duda fue mi serie favorita durante la infancia, pues Marco era una tortura para infantes concebida por unos sádicos, y Heidi me parecía ‘moñas’ y dirigida al género femenino, que por aquel entonces no me interesaba tanto como ahora. A mí lo que me iba era eso de “puños fuera”, y a tomar por saco otro Bruto Mecánico, aquellos autómatas creados por el Dr. Infierno para hacer el mal...

¡Yo quería ser como Koji Kabuto y tener en mi casa un planeador para volar hasta la cabeza de Mazinger! Estos días Nagai ha contado cómo se le ocurrió esta invención. Estaba un día parado en un atasco y pensó que con un robot gigante podría caminar por encima de los coches y llegar tan tranquilamente a su destino. La verdad es que yo también quería uno igual para poder ir al cole, eso sí, parando por el camino para comprar unos donuts (que en aquellos tiempos costaban 20 de las futuras pesetas).

Una simple imagen de la serie televisiva, que supervisó el propio Nagai poco después de la creación del cómic, me retrotrae a la época de aquel anuncio de “¡Anda, la cartera! ¡Anda, los donuts”, que triunfaba por entonces, y me evoca muchos otros recuerdos. 

Pero las fuerzas del mal nunca descansan. Las temibles asociaciones de padres de alumnos protestaron enérgicamente. O sea, que les parecía estupendo que nos torturaran mostrándonos a un chavalín que perdía a su mamá, lo peor que le puede pasar a un niño... Eso no generaba ningún problema. Sin embargo, unos muñecos que casi ni se movían lanzando puños al aire les parecían violentos. 

Así que los APA de entonces, en la actualidad renombrados con el más apropiado acrónimo AMPA (ahora son madres y padres por aquello de la corrección política), se pusieron burros y triunfó la ley del AMPA, o sea que retiraron la serie, cuando sólo se habían emitido un tercio de los capítulos, y además, en el momento más emocionante. De hecho, recuerdo lo último que se emitió como si lo hubiera visto ayer, y eso que jamás lo he vuelto a ver, ni he leído el cómic... Curioso el funcionamiento del cerebro humano. Existen películas de la semana pasada de las que ya me he olvidado, y que no me pregunten qué cené el domingo, pero sin embargo, ese final me dejó tan impactado que no lo he borrado nunca de mi memoria. 

El Dr. Infierno mandaba a dos de sus creaciones a robar la Aleación Z, que era el metal que hacía mucho más fuerte al robot del protagonista. Aunque Mazinger los destruía, el último conseguía mandar la aleación a un vehículo del villano. ¿Construiría éste robots tan fuertes como él para que lo redujeran a escombros? Pues bien, nunca lo supe, gracias a estos señores que tienen demasiado tiempo libre. Se supone que velaban por la infancia pero a mí me dejaron traumatizado. Ved sino las cosas que escribo en este blog... La culpa es del AMPA. Algún día os tenía que explicar por qué soy así...

Si alguien que lea este blog se siente también perjudicado por esta injusticia histórica, igual podemos unirnos e interponer una demanda colectiva por daños y perjuicios. O quizás pillemos a los del AMPA por evasión de impuestos como a Al Capone.