miércoles, 29 de febrero de 2012

La cuestionable retransmisión de Canal+ de los Oscar

Sigo a vueltas con los Oscar, especialmente desde que he empezado a meditar que si tan influyentes son los hermanos Wenstein a la hora de obtener premios, ¿cómo es que nadie se acuerda de ellos en los agradecimientos? Tremenda injusticia.

Cuando yo era joven, allá en el Pleistoceno, las retransmisiones de TVE de los Oscar no eran muy allá. Un año, el comentarista nos amargó la noche, arremetiendo contra la ceremonia, que según él no tenía razón de ser, y era casi para idiotas. Y claro, los casi idiotas que estábamos viéndolo sin dormir nos sentíamos bastante insultados.

Así las cosas, que estos premios pasaran a Canal+ en un primer momento fue una gran faena. Lo que antes veíamos gratis había pasado a ser de pago. A cambio, para que los suscriptores no se fuesen a mansalva, sí que es cierto que pasaron a cuidar la retransmisión bastante, con la competente locutora Ana García Siñeriz. En los últimos años, el amiguete Juan Zavala –gran periodista integrante de Lo que yo te diga– conducía bastante bien la velada. Pero este año, desgraciadamente, no estaba Zavala –que la semana pasada ganó un Goya con un corto documental–.

Y se notó mucho. La nueva conductora era Manuela Velasco, protagonista de [Rec], que no sólo parecía almidonada, sino que no se aclaraba mucho sobre cuándo finalizaban las pausas americanas, y tenía que dar paso a la ceremonia. Para no dormirse habría hecho falta que hubieran tratado de comérsela unos zombies, como alguno de los contertulios sugirió. Éstos tampoco eran un dechado de virtudes. Un tal David Broncano, al parecer monologista, no paraba de hacer gracietas absurdas y poner caras raras, al director de Cinemanía, Carlos Marañón, se le daba mucho mejor el fútbol y Pepe Colubi no estaba especialmente inspirado, por lo que sólo recurría al humor subido de tono y grosero, menos cuando explicó como ocurrencia propia que en el recuerdo de los fallecidos tenían que haber citado a la Mona Chita, chiste que llevaban retuiteando los internautas toda la noche.

Con respecto a Twitter, uno de los invitados se indignó muchísimo, porque pedían opiniones de los usuarios, y éstos decían la verdad, que los comentaristas le parecían sosos y aburridos. Pues el tipo, visiblemente enojado, dijo que sólo le llegaban insultos... ¿No sabe lo importante que es saber encajar las críticas? ¿Esperaba elogios hacia su enorme talento?

Pero lo más significativo de la retransmisión, según mi humilde juicio, es que el mayor representante cinematográfico del grupo mediático al que pertenece Canal + en Twitter, llegó a escribir que la retransmisión –elaborada por su misma empresa– era aburridísima. Y tenía razón.

martes, 28 de febrero de 2012

¿Sabía Mark Wahlberg quién iba a ganar en los Oscar?

Pasé la reciente noche de los Oscar 'tuiteando', que es gerundio. ¡Retuitanos! Y resulta que 'tuitter' estaba más animado que la retransmisión española de la ceremonia, que merecerá su propia entrada en el blog mañana (ésos no se van a librar).

Por ejemplo, Eva Hache tuvo los ovarios (palabra de honor) de escribir "¡Qué fuerte! Billy Crystalme copia", tras el vídeo del presentador introduciéndose en las películas nominadas, como si Crystal no llevara años haciendo eso, como si los guionistas españoles no se hubieran inspirado en él, y como si los Goya en su totalidad no fueran un triste intento de imitar los premios de la academia americana. ¡Qué fuerte!

Delirios aparte, otro de los que animó (involuntariamente) la noche 'tuitera' fue Mark Wahlberg, que le había dicho antes de la gala al periódico The Huffingston Post que ya sabía quién iba a ganar los Oscar:The Artist iba a ser la mejor película, Jean Dujardin el actor principal,Christopher Plummer el actor de reparto, etc.

"¿Son ésos los que usted quiere que gane?", preguntó la periodista. "No, no, son los que van a llevarse el Oscar", dijo Wahlberg. "Es que tengo un amigo en PriceWaterhouse (la consultoría que cuenta los votos) y me lo ha soplado todo". Como es lógico suponer, esto fue muy comentado por los tuiteros la noche del domingo.

Intrigado, he decidido quedar con Mark Wahlberg para que los lectores de DECINE21 se enteren de la verdad, y también para saber si le habían soplado la próxima combinación ganadora de la Primitiva, que la crisis aprieta...

No, no ha sido así. Confieso que la verdad es que desde hace unos días tenía programada otra entrevista con Wahlberg, con el que ya había estado dos veces, y que anda de promoción en España de Contraband, un entretenido thriller. Y claro, estaba deseando aprovechar la ocasión para interrogarle sobre este asunto.

Se ha llevado las manos a la cabeza al escuchar la pregunta. "¡Era una broma!", ha dicho Wahlberg. "Lo que pasa es que se lo dije todo a una periodista que no tiene ni un mínimo de sentido del humor. Pensé que tendría su gracia porque este año estaban bastante cantados todos los que iban a ganar, y que la gente captaría la ironía. Pero no ha sido así". El actor estaba asustado ante la repercusión de sus palabras. "Pero si PryceWaterhouse tiene más seguridad que la CIA y el FBI juntos... ¡Ya no vuelvo a gastar ninguna broma!".

Yo por mi parte, al final he visto clara la solución a la crisis. Me voy a ir a vivir a su país. Su peli es un remake de la cinta islandesa Reykjavik-Rotterdam, pero han cambiado la motivación del protagonista, que en el original se reconvertía en contrabandista, porque se quedaba en paro y no tenía dinero ni para pagar el piso, y aquí delinque para ayudar a su cuñado, que se ha metido en líos. "Es que era más creíble, ¿no? ¡Si te quedas sin trabajo te buscas otro", me ha comentado. "Bueno, eso será en Estados Unidos", le he dicho entre risas.

Por cierto, Wahlberg -que reconoce que de joven era un 'viva la vida'- se ha convertido en un tío muy majo y responsable. Tanto es así que ha sido capaz -tomad nota los otros- de darnos las entrevistas por una vez, antes de la hora de comer, que los periodistas también tenemos derecho. Incluso ha llegado quince minutos antes de lo esperado "Happy 'siesta'", me ha dicho cuando se iba. "No volveré a hacer bromas".

viernes, 24 de febrero de 2012

Nicolas Cage se supera en "Ghost Rider 2"

En Broadway Danny Rose, Woody Allen interpretaba a un representante que llevaba a un ventrílocuo tartamudo, un xilofonista ciego y un bailarín de claqué cojo. Le faltaba representar a Nicolas Cage, que se empeña en que no le tomemos demasiado en serio. Tras los malos resultados (artísticos, pero al parecer no económicos) de la infame El Motorista fantasma, Cage ha hecho realidad aquello de "no quieres café, dos tazas" protagonizando una segunda parte: Ghost Rider: Espíritu de venganza.

Para asegurarse de que el film fuera 'de traca', al 'sobrinísimo' de Coppola no se le ha ocurrido otra cosa que ponerse a las órdenes de los post-modernos Mark Neveldine y Brian Taylor, cuyas películas no se sabe muy bien si son comedias o no. Fueron los creadores de la monumental Crank, veneno en la sangre, en la que Jason Statham ha sido envenenado y morirá si su cuerpo no genera la suficiente adrenalina, por lo que se pasa toda la cinta corriendo a toda pastilla, y en un momento de delirio y desfase total, necesitado de emociones fuertes, decide acostarse con la 'churri' en un lugar público. "Es como Speed, pero con un tío", decían de ella sus creadores.

Los Neveldine-Taylor siguen en la misma onda, pues algunos diálogos son impagables: "Estoy muy unida a ese niño, porque es toda mi vida", y la respuesta es "¡Entonces tenemos que evitar que se convierta en el anti-cristo!". O una voz en off que anuncia que "el Motorista puede ver en tu interior, así que ten cuidado si has cometido algún pecado, aunque sea venial, como una mentira piadosa, o una descarga ilegal...". ¡Pasmoso!

Se veía venir. Por su trayectoria descendente no estaba muy lejos el momento en el que la carrera de Cage se cruzaría con la de Christopher Lambert, que aparece en el film con unas melenas y unas pintas demoníacas que no se pueden explicar con palabras.

Por su parte, Cage se desmadra hiper-exagerando sus gestos, hasta el punto de que en vez de al Motorista Fantasma, se parece a La máscara. Y es que Cage es el nuevo Jim Carrey. Casi se agradece que durante la mitad del metraje su rostro haya sido sustituido por una calavera ridículamente animada por ordenador. Sin duda, Cage ha dejado el nivel bastante alto, aunque visto lo visto, seguro que nos volverá a sorprender aún más en la siguiente.

miércoles, 22 de febrero de 2012

La patata presumida de Mauro Entrialgo

Mauro Entrialgo nos ha alegrado a los friquis la vida con sus particulares y encantadores dibujos pop desde hace mucho tiempo, en mi caso desde sus años en la revista Makoki, donde él empezó a publicar cuando yo tenía 10 años. Acudo (con el carismático Raúl Rolo, que me avisó del evento) a la presentación en un céntrico café madrileño de su excelente y mastodóntico recopilatorio, "El dibujosaurio".

Me dan que pensar las palabras de Lorenzo Pascual, de Diábolo Ediciones, al presentar el acto, pues señala muy acertadamente que en su caso cuando empezó a seguir las ilustraciones de Entrialgo, era un niño que ni se imaginaba que tendría algún día una relación profesional con su ídolo, y que éste le parecía entonces (como también a mí) un adulto mucho más mayor que él. Y ahora, el ilustrador de Vitoria debe andar por los 46 ó 47 años, parece estar en plena forma, y mantiene un look muy pop y juvenil, por lo que ahora parecemos nosotros más viejos que él. Curioso que el tiempo resulte ser tan relativo.

Hasta ahora siempre he pensado que las creaciones de este gran dibujante, como "Herminio Bolaextra", "El demonio rojo", "Tyrex", "Alter Rollo", "Ángel Sefija" y dibujos varios (no se sabe muy bien de dónde saca tantas ideas para publicar semanalmente), se bastaban y se sobraban por sí mismas para hacer reír, y también pensar un poquito sobre la realidad social. Pero resulta que ganan todavía más explicadas por el propio Entrialgo, que en persona es realmente hilarante.

Nos contó a los presentes el origen de muchas de las obras que aparecen en "El dibujosaurio", algunos desencuentros con editores (muchos son casi tan espantosos como los de libros de cine), anécdotas varias de concejales de cultura que le cambiaban detalles de sus obras para justificar su sueldo, etc. "No sé por qué a veces algunas empresas han contratado a otros ilustradores para imitar mi estilo. ¡Se deben pensar que soy caro!".

La patata que se preparaba para ir a la 'disco'

Por ejemplo, recordó –es difícil contar esto con la gracia que tiene él– que los hermanos Izquierdo, que se dedicaban a distribuir patatas, requirieron sus servicios para dibujar un cartel que esperaban colocar en las tiendas, con el objetivo de contar a los futuros compradores que la cosecha de patatas de ese año iba a ser excelente. Ellos mismos le habían dado la idea de que saliera una patata maquillándose y acicalándose (se puede ver la ilustración final acompañando este texto) para ir a la discoteca.

Así que el hombre "se lo curró", se inventó que se pudiera ver el local al que iba a ir la patata desde la ventana, para contar todo en un mismo dibujo, y la verdad es que le quedó un póster simpático. Cuando quedó con los Izquierdo para entregarles el material, dice que fueron muy cordiales, y también que le pagaron puntualmente, pues los pequeños empresarios son por norma general mucho más honrados que muchos de los grandes, que a veces se resisten a cumplir sus compromisos... Y aunque la reunión fue grata, Entrialgo notaba que algo no acababa de funcionar, como si a sus jefes no les cuadrara algo.

Pasó el tiempo, y Entrialgo se extrañó de que las tiendas tardaban en poner el cartel. Como al cabo de algunas semanas seguía sin estar, acabó preguntando qué había pasado con su creación.

–Es que uno de los empresarios tenía un hijo pequeño. Y resulta que el chaval estaba bastante desconcertado con el dibujo –le contestaron al perplejo ilustrador.

–No entiendo, ¿por qué? –dijo Entrialgo.

–Es que el niño no acaba de entender muy bien cómo es posible que una patata... ¡puede tener un gato!

O sea que al chaval le cuadraba que una patata tuviera piernas y brazos, que se pintara los labios frente al espejo, que usara secador, que fuera a la discoteca, etc. Pero lo del gato le tenía asustado... Es curiosa la infancia... En cualquier caso, aquel que tenga conocimiento de alguna presentación de Entrialgo, que no deje escapar la ocasión de acudir. Por cierto, resulta ser un tío estupendo, que hasta me ha pasado el dibujillo de la patata para que lo pueda poner en el blog.

lunes, 20 de febrero de 2012

Los 12 guarros: Reivindicación del cine varonil

No gana uno para disgustos últimamente cuando acude al cine, sobre todo desde que a Spielberg le ha dado por rodar una peli de animales, recuperando la gloriosa tradición de la saga de Lassie, El corcel negroBeethoven y bodrios similares. Confieso, como hizo el bloguero Hildy hace poco, que tampoco soporto las películas de perros, ni tampoco de gatos, caballos o cualquier animal que no sea un tiburón o un dinosaurio que coma personas. Pero como es de Spielberg, al que adoramos todos los apasionados del cine fantástico, y me juran que el caballo no habla, decido verla...

Cierto es que el maestro ha rodado el mejor film equino posible, y demuestra un vigor visual, un talento y una veteranía inigualables, pero todo me suena a ya visto en su cine. Y es que viene a ser E.T., el extraterrestre, con un homenaje al momento 'flying' incluido, pero sustituyendo al alien por un caballo, del que el niño se separa por la guerra, estilo El imperio del Sol, y con una carga de infantería muy potente pero que nadie ha visto sin pensar inmediatamente en el principio Salvar al soldado Ryan. Se podían haber ahorrado, eso sí, el momento 'Heidi', con huérfana acogida por su abuelo con barba blanca en la montaña.

Así las cosas, uno podría pensar como Homer en un célebre capítulo de Los Simpson. Tras sufrir una decepción fílmica encuentra en el videoclub una peli de Clint Eastwood, un valor seguro del cine viril –le dice a su hijo–, pues siempre mata a mansalva en sus películas. Desgraciadamente, el film en cuestión resulta ser La leyenda de la ciudad sin nombre, donde para desesperación del gran Homer resulta que Clint canta...

Me meto a ver lo nuevo del tito Clint, que sí entiende al público masculino hetero y en general a los que nos aferramos a continuar con la mentalidad de la Era de las Cavernas. Pero resulta que nos ha abandonado y J. Edgarpasa por encima de la captura de Al Capone y similares y se centra mucho más en la homosexualidad reprimida del protagonista (no en vano tiene como guionista al excelente Dustin Lance Black, ganador del Oscar por Mi nombre es Harvey Milk).

Vuelve el hombre, con once amigotes

Deprimido tras dos horas de Leonardo DiCaprio lloriqueando porque su madre le domina, entro en una profunda crisis cinéfila. Así, no me queda otra que repetir el ritual que me hace reafirmarme en mi hombría cinéfila desfasada, decadente y políticamente incorrecta: el visionado de Doce del patíbulo, la cumbre del cine machote.

En mi opinión, deberían haber optado por una traducción literal del título original, o sea "Los doce guarros", que se llaman así porque su líder, el mayor Reisman les prohíbe asearse hasta que no acabe la película.

Atención al repartazo de macho-men, pero de los de verdad. El tal Reisman no podía ser otro que el gran Lee Marvin, que con su aspecto simiesco y voz gutural se habría comido a La Roca, a Jean-Claude Van Damme y aSteven Seagal todos juntos. Le acompaña el cara de "pocas tonterías si no quieres que te dé una somanta de palos"Charles Bronson, genial como el ex minero Wladislaw, que ni se lo había pensado dos veces a la hora de pegarle a un tiro a un oficial que mandaba mucho, porque se largaba con el botiquín. "Sólo cometió un error: Permitió que alguien viera cómo lo hacía".

Siempre me ha encantado el personaje del gigantón Clint Walker, un 'cacho pan' adorable, simpático y tranquilo, salvo porque tiene el pequeño 'problemilla' de que le entra la locura si alguien le empuja. Había cometido semejante insensatez un desgraciado al que él, de un solo puñetazo, le empotró la mandíbula en el cerebro.

Completan el elenco el ex jugador de fútbol Jim Brown, una bestia parda que interpreta a un negro que había aniquilado a unos racistas asquerosos que querían castrarle, un jovencísimo Donald Sutherland, los veteranísimos Ernst Borgnine y George Kennedy, y el gran John Casavettes, cuyo personaje es un gángster que se llama Franko, así que para evitar complicaciones políticas en la España de la época le rebautizaron en el doblaje como Frankie.

Y tras volver a visionar esta reafirmación de la masculinidad ya vuelvo a ser yo mismo. Si a alguien no le gusta Doce del patíbulo, que lo diga y yo le comentaré dónde podemos quedar para discutirlo como hombres. El próximo fin de semana veré Grupo salvaje.

viernes, 17 de febrero de 2012

Los clásicos del terror siguen vivos en los comics

1980, alrededores de la Casa de Campo.Aquellos niños parecían felices paseando con su abuelo durante aquella soleada tarde. Se sorprendieron al ver una construcción de hormigón, medio excavada en la tierra, parecida a los bunkers de las películas bélicas.

-Aquí hubo muchos tiros. Soplaba viento de levante, cuando los de mi regimiento vinimos aquí, tras la batalla del Ebro...

-¿Hubo aquí una guerra? -dijo uno de los niños. ¿Y contra quiénes combatimos? ¿Contra los chinos?

-No, había dos bandos, los nacionales y los rojos.

-¿Los rojos? ¿Eso es porque llevaban un uniforme rojo?

La actualidad

Con el poco tiempo libre que tengo últimamente voy menos que antes a las tiendas de comics. De hecho, debería ir más a menudo, antes de que las cierren todas. Y es que a principios de enero ha caído un establecimiento legendario, El Aventurero, que fue una de las primeras librerías –junto con Madrid Comics, de mi amiguete hoy actor Bruto Pomeroy– donde se podían comprar tebeos... Qué recuerdos... (un beso para Ana Faraco, la propietaria).

Al frecuentarlas menos, me llevo gratas sorpresas cuando por fin aparezco. Estos días he salido de una con tres joyitas. Mientras caminaba hacia el metro me di cuenta de que tenían mucho en común: las tres daban una vuelta de tuerca a clásicos de la literatura de terror, con bastante ingenio. Los grandes personajes de siempre siguen hoy más en boga que nunca, para alborozo de quienes valoramos el vino viejo en odres nuevos.

1. "La Liga de los Hombres Extraordinarios 1910" y "Century 1969". Vuelve la saga protagonizada originalmente por personajes de novelas del siglo XIX, aunque ahora la acción se traslada al siglo XX, cuando el Capitán Nemo está a punto de morir, aunque Mina Harker, de "Drácula", ni siquiera ha envejecido, por su condición vampírica, así que tiene gran protagonismo. Falta una tercera entrega, aún sin publicar. Su creador, el gran Alan Moore, anda estos días enfadadísimo porque DC ha anunciado que publicará sin él una precuela de su Watchmen. "Lo único halagador es que demuestran que siguen dependiendo de las ideas que tuve hace 25 años", ha comentado el barbudo y genial guionista.

2. "El asombroso Hombre Lobo", de Robert Kirman. El imprescindible guionista, creador del cómic original que dio lugar a la serie The Walking Dead, le da una vuelta de tuerca a la licantropía, con la salvedad de que esta vez el protagonista intenta aprovechar que se convierte en una bestia para hacer el bien y combatir el mal como superhéroe al tiempo que trata de llevar una vida familiar normal, lo que resulta un tanto complicado, ya que su hija adolescente no lleva bien que a su papá le salga hocico... Y además, tiene un pequeño problemilla de autocontrol todos los meses que puede tener consecuencias un poco molestas, sobre todo si pasa por allí algún colega...

Sin ser de lo mejor de este hombre, yo me lo he pasado bomba leyéndolo. Como muchos sabréis, Kirkman es tan friqui, tan friqui, tan friqui que tiene un hijo que se llama Peter Parker Kirkman.

3. "Horreibols and Terrifics Books: Drácula". ¿Os imagináis a Christopher Nolan rodando una película a medias conLuis García Berlanga? ¿Y que todo fuera como El caballero oscuro, exactamente igual, con los mismos personajes menos el protagonista, reemplazado por ejemplo por José Sazatornil, con diálogos del responsable de El verdugo? Pues el equivalente a esta locura pero en cómic ha salido a la venta. Resulta que el gran Alfonso Azpiri, uno de los grandes del cómic español, adapta con su sugestivo estilo el libro de Bram Stoker, con la salvedad de que el conde protagonista, y alguna vampiresa, están dibujados por el gran humorista Forges, que también se ha ocupado de escribir los tronchantes diálogos de estos personajes. "Da más miedo que un comunicado nuestro", ha dicho de esta obra el Fondo Monetario Internacional. En primavera saldrá "Frankenstein".

Año 2041

El abuelete Juan Luis Sánchez paseaba con sus nietos por calles céntricas madrileñas, cuando vio una sucursal bancaria que ocupaba el lugar donde hace años se situaba uno de sus locales favoritos. Decidió contárselo a los niños:

–Qué recuerdos. Aquí había una tienda especializada en comics. La descubrí mucho antes de la Gran Crisis. Recuerdo el olor a papel y tinta del establecimiento.

–¿En serio? ¿Existió una época en la que no había crisis? ¿Los comics eran de papel? –le contestó el mayor de los niños–. ¿Y Toni Canto no era todavía presidente?

miércoles, 15 de febrero de 2012

Día de los Enamorados con Harry Potter

Antes de nada, les deseo que tuvieran un estupendo San Valentín a aquellos que se sienten enamorados y tienen a su media naranja todo el día en sus pensamientos, aunque dada la naturaleza 'ultrafriqui' del blog probablemente estemos en mayoría las almas atormentadas y solitarias, los que pasan más tiempo frente al "Halo" que hablando con su chica, y aquellos a los que una chica les dijo "escoge: el rol o yo", y escogieron el rol.

El caso es que mientras la gente dedicaba el Día de los Enamorados a estar con su 'churri', yo lo pasé con Harry Potter, el sueño de las numerosas adolescentes que habían montado guardia frente al céntrico hotel donde éste se hospedaba en Madrid, a pesar de que hacía un frío importante. Padres, de verdad, preocupaos un poco por vuestros hijos...

Había venido a promocionar La mujer de negro, que supone la resurrección de la Hammer, el sello legendario británico del fantaterror. Interpreta a un viudo con un niño en una entretenida historia de fantasmas al viejo estilo.

Harry resultó ser un chavalote de lo más simpático, muy inteligente y nada creído. "El actor no puede sentirse el más importante, porque es el que menos trabaja de todo el equipo. Se incorpora al proyecto cuando algunos llevan meses, incluso años, trabajando en él, y se va antes de que empiece el montaje", le comentó a una compi con más habilidad para sacar declaraciones interesantes que yo.

A mí me sorprendió gratamente su trabajo en secuencias de gran tensión sobrenatural 'in crescendo' en las que debe mostrar las reacciones de su personaje sin hablar. "No había visto nunca un guión con quince páginas sin diálogos. Pensaba que era muy original y que íbamos a dar la campanada con eso. Pero luego se nos adelantó The Artist, que nos ha dejado a la altura del betún, ¡porque ahí no habla nadie en todo el libreto!", me dijo Harry, con una inesperada vena para el humor.

Creo que le llamé Harry un par de veces, pues ni me acordaba de que se llamaba Daniel Radcliffe. Pero eso no es nada. El día anterior me saludó en una entrega de premios Juanjo Artero, que demuestra que es un actor potente en No habrá paz para los malvados, y le dije "hola, Javi", convencidísimo de que se llamaba así. Mucho después pensando, me di cuenta de que había metido un poco la pata... En fin, al fin y al cabo este tío ha sido uno de mis grandes ídolos de la infancia.

La verdad es que he tenido unos días últimamente de lo más surrealista, pues antes de mi encuentro con Potter os aseguro que vi una película con el pobre Michael Caine subido en una abeja digital gigante con "La Roca", que en otra secuencia hace rebotar las cerezas que le tiran moviendo los pectorales. Todo eso me ha dejado muy impactado. La película -os lo digo para que no os acerquéis al cine en 500 metros a la redonda- era Viaje al centro de la Tierra 2: La isla misteriosa, cuyo título también tiene narices, pues viene a ser algo así como "El fantasma de Canterville 2: La importancia de llamarse Ernesto" o "Romeo y Julieta 2: Hamlet".

lunes, 13 de febrero de 2012

La tentación vive en tu smartphone

Frecuentemente me preguntan si estoy en 'guassap', tiene 'guassap' la cosa, pero no, lamentablemente no, me he quedado más desfasado que el rodapié de las cuevas de Altamira. Que si es muy cómodo para mandar mensajes, que si son gratis, que si no estás a la última no eres nadie... Pues bien, prefiero seguir no siendo nadie.

El problema es que no quiero convertirme en un esclavo del smartphone. Me conozco, y sé que por ejemplo, cuando estoy en casa a veces enciendo el ordenador para ver si tengo correo, y cuando compruebo que no, recuerdo que lo miré cinco minutos antes. Sé que me pasaría también con móvil, y prefiero evitarlo.

Soy cinéfilo entre otras cosas por lo relajante que me resulta entrar en un cine y pasar hora y media en otro mundo, dejando entre paréntesis los problemas, preocupaciones de trabajo y demás. Esta semana, he estado disfrutando en una sala de proyección de My Week With Marilyn, que cuenta el rodaje de El príncipe y la corista, o sea básicamente la confrontación entre -según explica muy bien el irónico-británico guión- un Lawrence Olivier que era un gran actor y quería convertirse en estrella de cine, y una Marilyn que era un gran estrella y quería mejorar como actriz.

Mientras disfrutaba de los trabajados gestos de un Kenneth Branagh estupendo en el papel de Lawrence, el divo que siempre quiso ser, no podía evitar fijarme de reojillo en mi compi de al lado, una inteligente y deslumbrante crítica de cine que jamás me volverá a hablar si llega a leer estas líneas, pero que consultaba periódicamente el móvil mientras yo sonreía pensando que se estaba perdiendo detalles geniales.

No quiero parecer uno que mira por encima del hombro a los demás. Ojalá pudiera darle consejos a la gente como una madre, que cuando te dice algo -no hace falta que sea la tuya, puede ser la madre de otra persona- no parece que lo diga con ninguna maldad, sino que está realmente preocupada por ti. Desgraciadamente, cuando yo le digo algo a alguien parezco un pedante resentido. En todo caso aconsejaría a personas como mi atareada colega que no se dejaran invadir por las obligaciones profesionales en el cine, el mejor resquicio para apearte del mundo por un ratillo.

El caso es que me sorprende un poco que cada vez más gente sufra este pequeño 'problemilla'. Hace poco estaba viendo en un cine otra película, un poco más aburrida, cuando comprobé que medio patio de butacas tenía encendida la luz del móvil, hasta el punto de que parecía que estaba dentro de la secuencia final de Encuentros en la tercera fase. Pues bien, ellos se lo pierden.

jueves, 9 de febrero de 2012

"[Rec] 3 Génesis"... ¡Sengaia!

Recientemente estuve viendo [Rec] 3 Génesis, nueva entrega de la franquicia de terror de más éxito jamás rodada en España. Esta vez dirige en solitario Paco Plaza, mientras que su partner, Jaume Balagueró, se encargará de la cuarta.

En suma iba preparado para ver lo siguiente:

–Una peli de terror.

–Que estuviera rodada cámara en mano.

–Que fuera una precuela de las anteriores entregas.

Pues bien, nada de eso se cumple.

Parece que no han tenido muy claro hacia dónde ir. Para empezar, el título hace sospechar que va a ser una precuela, como todas aquellas películas que llevan la coletilla 'el origen': El origen del Planeta de los SimiosHannibal. El origen del malPesadilla en Elm Street. El origenHalloween. El origen y La matanza de Texas: el origen–. Ante tanto 'origen', se agradece la originalidad impagable de que hayan usado el término 'génesis'. Se anunció que efectivamente era una precuela, así que en algún momento debió serlo, pero a mí no me lo pareció, sino que un sacerdote cuenta un rollo aburrido sobre de dónde provienen los zombies, y por lo demás, entendí que muestra a otros personajes distintos enfrentados a los infectados de turno. 

Respecto a que iba a ser cámara en mano, como las otras, resulta que así está rodado el arranque, a base de imágenes aparentemente caseras y cutres. Tanto es así que durante el primer pase para los medios hubo un fallo de sonido y apenas se escuchaban los diálogos, pero nadie se levantó del asiento para avisar, porque no se sabía muy bien si era un efecto buscado aposta por el director –igual por eso no me enteré de si era efectivamente una precuela o no–. Pero el caso es que de repente, se acaban las imágenes supuestamente 'amateur' y se convierte en una película normal, como si hubieran cambiado de opinión también sobre este aspecto.

En medio de la película, de repente, aparecen los títulos de crédito, cuando crees que ya había avanzado bastante. Un efecto muy rompedor, sin duda.

Pero lo más desconcertante de todo es que se suponía que era de miedo y sustos. En realidad es sobre todo cómica, va en la línea 'gore' de mezcla de secuencias sangrientas salvajes con humor negro. De hecho, uno llega a la conclusión de que a Paco Plaza no le gusta mucho, apenas, casi nada, Braindead (me niego a llamarla Tu madre se ha comido a mi perro). Los protagonistas, Leticia Dolera (reportera [Rec] en Spanish Movie) y Diego Martín (Aquí no hay quién viva) no parecen tener en mente a los ya legendarios Lionel y Paquita, y hasta han colado una secuencia al final que apenas recuerda al momento del inolvidable 'sengaia'.

Por supuesto, no voy a entrar en comparaciones entre el talento de Peter Jackson y el de Paco Plaza. En cualquier caso, espero que guste y se hagan en España más pelis de género y menos de la Guerra Civil.

martes, 7 de febrero de 2012

¡Qué película más 'moneyball'!

Alucino con el bloguero Hildy Johnson, que ha tenido una de sus excelentes ocurrencias, pues cuenta (leed el articulillo que os gustará) que se puede aplicar al cine la idea de Moneyball –¡qué genios Aaron Sorkin y Steven Zaillian!–. El personaje de Brad Pitt y un friqui de los números licenciado en Yale, interpretado por Jonah Hill –¡quién iba a soñar que el niño de los Supersalidos sabe interpretar!–  ponen en marcha un sistema para crear un equipo beisbolero comprando jugadores a la baja, que por su aspecto patético, taras variopintas, o pasión por la juerga, están de saldo, pero que marcan más tantos que otros por los que hay que pagar un dineral. La moraleja viene a ser que el método científico está muy bien, pero que lo importante es el elemento humano.

En cine se ha hecho alguna vez lo mismo. Tras leer al gran Hildy me vinieron a la memoria diversas producciones 'moneyball' (también pensé que con la excusa de citar a otro bloguero me ahorraba parir ideas propias). ¿Cuál es el 'flin' más 'moneyball' que habéis visto vosotros? ¿Le ha faltado a estos títulos después la inspiración humana?

Las películas más 'moneyball' de la historia:

-Los mercenarios 2. Si la primera ya era bastante 'money', la segunda rompe records. Atención al elenco de grandes 'tú antes molabas': Sylvester StalloneArnold SchwarzeneggerJason StathamBruce WillisJean-Claude Van DammeDolph LundgrenJet LiCharisma Carpenter –sí, sí, la mítica Cordelia de Buffy Cazavampiros– y ya para alucinar en colores, el insuperable Chuck Norris. ¡Qué tragedia que Charles Bronson se haya muerto!

-Los reyes del crimen. Fichamos a Kurt Russell en el peor momento de su carrera –ahora parece que Tarantino está tratando de hacerle resurgir–, le añadimos al pobre Kevin Costner –otro que tal baila pero sin lobos tras hundirse en su propio Waterworld– y completamos el elenco de secundarios con Courteney Cox –con cara de de pocos Friendsporque hasta que no se ha vuelto a hacer otro Scream chillaba al verse hundida en la miseria– y nada más y nada menos que Christian Slater, bastante olvidado desde los tiempos de El nombre de la rosa. Y con todos ellos rodamos una de imitadores de Elvis decadentes que atracan un casino de Las Vegas –rollo caduco total–.

-El pueblo de los malditos (1995) en versión de John Carpenter, al que posiblemente se pueda fichar a cambio de un bocata al día y la promesa de que le van a dejar rodar una de miedo. Ésta se lleva la palma hasta el punto de que podía haberse titulado “La película de los malditos”. Sin duda es el subproducto más 'moneyball' de la historia. Tiene como protagonistas al Supermán de capa caída Christopher Reeve –gran persona que desgraciadamente poco después del rodaje sufrió el accidente que le dejó paralítico–, Linda  Kozlowski –que aunque suene asombroso había sido famosa una década antes compartiendo planos con su marido Cocodrilo Dundee–, Kirstie Alley –mira quién no paró de ganar kilos tras su etapa en Cheers– y nada menos que Michael Paré, que iba a ser el Marlon Brando de su generación, llegó a superestrella de Calles de fuego –uno de los grandes bofetones de Walter Hill, que por su parte postulaba para John Ford de su generación–, fue el macarra Tony Villicana en El gran héroe americano, y desde entonces ha seguido hasta nuestros días tratando de ganarse el pan en películas de mierda. Y la guinda... Para redondear este histórico reparto, Carpenter fichó también nada más y nada menos que a Mark Hamill, el mismísimo Luke Skywalker, que hoy se gana la vida poniéndole la voz al Joker, en las series animadas de Batman, videojuegos variados y animando convenciones de apasionados locos de La guerra de las galaxias. Sin duda, le faltó reclutar a la niña de El exorcista y a Joselito.

-Nueva Rumasa. No es un largometraje –en todo caso una secuela–, pero se ve que José María Ruiz-Mateos seguía el patrón 'moneyball' a su manera. Intentó reconstruir su imperio económico expropiado por los 'sociatas', montando un grupo de empresas a base de adquirir marcas que a la gente le suena que alguna vez fueron famosas: leche Clesa, flan Dhul, batidos Cacaolat, chocolates Elgorriaga, y los bombones Trapa. Si le dan tiempo se hace con la fábrica de Mirinda y hasta con las gaseosas La Pitusa. No salió bien.

lunes, 6 de febrero de 2012

"Diario de invierno", el libro-excusa de este año de Paul Auster

Este fin de semana hemos sufrido una temperatura singular, que según cierta chicarrona del norte atendía a lo que en su tierra suelen denominar coloquialmente "tiempo para ir a ver a los pelotaris y hacerse unos largos en la playa de La Concha", aunque yo me decantaría más por la definición "un frío no sé si de pelotaris, pero sí de pelotas". El caso es que puse la calefacción a toda potencia y me quedé en casita para, entre otras cosas, leerme el último trabajo de Paul Auster.

Obviamente sospechaba lo que me deparaba el azar. Desde hace unos años, Auster juega a esquivar la escritura de lo que se podría llamar 'novela', en concreto desde "Brooklyn Follies", de 2005, repetitiva pero 'novela' al fin y al cabo. Desde entonces, escribe más bien 'excusas', obrillas premeditadamente menores, que aún así los incondicionales nos inyectamos en vena con pasión.

En "Diario de invierno" toca otra vez su palo autobiográfico, o sea que estamos una vez más ante el Auster de "La invención de la soledad" y "A salto de mata". Y como era de esperar, sigue su línea: que si ahora impresiono a los lectores con mi dominio de la técnica, usando la segunda persona, que siempre suena con mucha fuerza, que si me he inventado una estructura superchula que incluye un repaso por toda mi vida ordenada según todas las casas en las que he vivido, y punto pelotari. Pero en el fondo, nada de nada. Vamos a comprar el libro igual, así que para qué esforzarse.

Me comenta mi amigo Raúl Rolo, que Auster viene a firmar sus obras a Madrid el 23-F. Uno tiene la tentación de ir a verle, sobre todo para decirle un par de verdades acerca de estos añitos que lleva evadiéndose de sí mismo... La verdad es que tengo una enorme curiosidad acerca de qué me contestaría.

Sí, amigos, yo voy a cometer el sacrilegio de parodiar a Paul Auster. Sé que se trata de un acto reprobable, y que me van a dar la del pulpo, pero me siento con derecho a hacerlo, ya que estoy tan enganchado a sus libros que tengo la sensación de que vive de los 20 euros que le donamos cada año, yo y otros pazguatos como yo. Y sí, efectivamente, no sé que tienen sus obras que a pesar de lo que le critico, sigo inyectándomelas en vena.

"La ciudad de la azarosa soledad", por Paul Auster

1

Tú te pones a firmar tus obras mientras reflexionas sobre la suerte que tienes, pues contra más cortos son tus libros más extensa es la fila de seguidores que se forma. Inmediatamente reparas en aquel perturbador individuo con pinta de bloguero de poca monta que tiene la mirada fija en ti, como si llevara mucho tiempo esperando aquel encuentro, y estuviera dispuesto a aprovecharlo a fondo.

Quizás pudiera esconder algún cuchillo entre sus ropas, aunque lo único que distingues es un ejemplar de tu última creación -por algún extraño motivo que se te escapa evitas referirte a ella como 'novela'- que sobresale por uno de los bolsillos de su abrigo barato. Tras veinte minutos de tópicos halagos y de recuerdos para Siri y para Sophie, le llega el turno sin que haya dejado de observarte como si se hubiera olvidado hasta de parpadear.

2

Igual nada de esto fue real. No importa si todo pudo ser diferente o si todo estaba predeterminado. Lo importante es la historia misma y que nunca había estado tan asustado en una comparecencia pública. Aquel tipejo se puso a mi lado pero no me tendió el libro para que se lo firmara como era lo habitual, sino que me señaló con el dedo. Habló a gran volumen, para asegurarse de que la gente de alrededor le escuchara.

-Hola, amigo, ¿Es usted Paul Auster? -me preguntó en un tono colérico.

-¿Quién? -le respondí.

-No lo entiende, es una cuestión de vida o muerte. ¿Es usted el hombre que se hace llamar Paul Auster?

-No, en realidad no -era un error muy común, aunque yo estaba tan intrigado que decidí poner las cartas sobre la mesa a ver si le sacaba alguna respuesta- . La verdad es que yo escribía novelas de misterio, pero un día vino un editor y me pagó por hacerme pasar por Paul Auster. Me lo jugué a cara o cruz y me salió que aceptara el encargo, así que desde entonces vivo feliz imaginando que soy el tal Paul Auster.

-¿Y cuál es su verdadero nombre? -me sorprendió tanto la pregunta que no supe qué contestar.

Me llevé la mano a la cartera. En cuanto la abrí me di cuenta de que contenía un taco de carnets de identidad con diferentes nombres, aunque todos llevaban mi fotografía. En un breve lapsus de tiempo, decidí barajarlos todos, como si fueran naipes, y escoger uno. Leí el nombre elegido en voz alta.

-Juan Luis Sánchez. En realidad, mi verdadero nombre es Juan Luis Sánchez.

-Vaya, entonces no me sirve usted de nada -me dijo aquel señor, antes de darse media vuelta y perderse entre los numerosos presentes que me hacían fotos con el móvil. Me dejó tan intrigado que durante unos momentos me abstraje en mis propios pensamientos. ¿Qué debía hacer?

Temeroso de que pudiera perderle de vista, me levanté súbitamente dejando plantada a una señora que me decía que quería que le firmara tres ejemplares para sus nietos. Tenía que alcanzarle, así que también ignoré a otro de los presentes, entusiasmado porque según sus propias palabras llevaba años soñando con verme en persona a mí, que había escrito "La carretera", su libro favorito. "¿Adónde va ese yanqui pesado? ¿No le habrá surgido la urgencia de rodar otra de sus peliculitas?", gritaba mi editor mientras el auditorio dejaba escapar un murmullo reprobatorio hacia mi súbito plantón.

3

El escritor abandonó corriendo la sección donde tenía lugar el encuentro con sus lectores. Pasó a toda velocidad por la sección de ropa interior adyacente y por la de oportunidades pero le había perdido de vista. En cuanto se dio cuenta, atravesó la puerta de la calle y estaba en el exterior.

Lo que pasó entonces no tenía explicación. Pensó que era un espejismo. Pero no, allí había dos individuos absolutamente iguales al que perseguía. Ambos tenían idénticos rasgos y el mismo metabolismo, e incluso iban vestidos de la misma forma. Cada uno llevaba un libro en el bolsillo, pero caminaban en direcciones distintas. Decidió que la elección que tomase sería fruto del azar. Como no había forma de estar seguro se decantó por el que tenía a su izquierda.

El que eligió caminaba lentamente, como si no tuviera prisa por llegar a un sitio determinado. El ritmo de aquel desconcertante hombre no era un problema para Juan Luis Sánchez, pues le gustaba pasear, así que disfrutó del trayecto por el centro de Madrid, donde hacía una temperatura siberiana más gélida incluso que la de su querido Nueva York. Al final, el espiado se metió dentro de un hotel, por lo que Juan Luis Sánchez decidió esperar fuera, durante un rato, a ver si volvía a salir. Como no regresaba, tomó la determinación de que al día siguiente estaría haciendo guardia desde la primera hora. Le seguiría un día y otro hasta que se resolviera el misterio...

Dedicado humildemente con admiración-decepción, y amor-odio al gran-insignificante Paul Auster.

miércoles, 1 de febrero de 2012

La vampiresa y el caníbal: A Love Story

Los que prefieren la sensatez y huyen de la locura son incapaces de sentir el amor verdadero. (Anónimo).

Dios los cría y ellos se juntan. Existe gente tan particular que tiene graves dificultades para conseguir pareja, pero como en el cuento de "El patito feo", resulta que para gustos colores, y finalmente cualquiera, por extraño que parezca, da con su media naranja.

El amor de tu vida puede estar donde menos te lo esperas. De hecho, el que escribe estas líneas jamás se ha comido una rosca en los sitios tradicionales... Ni tampoco mucho en otros sitios. El caso es que en las discotecas los intentos de ligoteo resultan un tanto descarados y violentos, lo que da al traste con las pocas posibilidades de uno. Es mucho más casual conocer a alguien en el supermercado, donde la conversación surge de forma más fluida si de repente una adorable chica te pide que le alcances un tubo de dentrífico del estante de arriba, lo que a mí me da pie a iniciar una apasionante conversación sobre si Colgate es mejor que Profiden, y lo atormentado que estoy por no conocer el oscuro secreto que permite que la pasta de dientes salga a rayas rojas, blancas y verdes.

Total, que también puedes conocer a la futura madre de tus hijos en el psiquiátrico, como le ha ocurrido a Isakin Jonsson y Michelle Gustafsson en Suecia. Ella es una vampiresa de 23 años que fue detenida por matar a un tipo en 2010, y que publica fotos en su blog con la boca ensangrentada y una motosierra.

Era una muchacha incomprendida, que tenía problemas para conocer gente, pues casi todos solían ponerle alguna excusa cuando sacaba el tema de que tenía planeado cortarle la garganta a los pasajeros del metro de Estocolmo. Hasta que un día le conoció a él, un angelito que tras matar a su ex novia le cortó la cabeza y se comió partes de su cuerpo.

-Tenemos muchas cosas en común –le dijo ella.

-Nunca había conocido a nadie como tú. Eres muy especial –contestó él.

Ahora quieren casarse cuando salgan de la institución, empezar una nueva vida, tener perros y hacerse tatuajes. Espero que sean felices y que coman perdices, en lugar de seres humanos.

Loooooooove is a many splendored thiiiiing!