jueves, 17 de marzo de 2011

Joe Hill y los cuernos de don Shia LaBeouf

Nos sorprende Variety con la noticia de que Shia LaBeouf será el protagonista de la adaptación al cine de Cuernos, la segunda novela de Joe Hill. Le va al pelo al actor este personaje, un buen chico sospechoso de asesinato que un buen día se levanta y descubre que le están creciendo cuernos en la frente... Los 'cornudos' siempre han sido objeto de broma... ¡Encima! De un vecino mío se dice que no cabe por la puerta y que va al barbero para que se los lime un poco. ¡Qué crueles pueden llegar a ser los seres humanos! Pero el caso es que Hill le saca mucho partido al asunto en la novela, llena de humor negro.

Me encanta Hill, y de hecho este fin de semana tuve una discusión de esas absurdas, que tanto animan nuestras vidas, con un tipo que sostenía que en "El traje del muerto", su primera novela, no se sostenía que un tipo estuviera deseando comprarse un fantasma y que cuando efectivamente se lo mandan, se muera de miedo. Yo defendía que -aparte de que resulta que el espíritu quiere vengarse de él y eso da pavor- a mí me hubiera pasado lo mismo. O sea, a priori la idea de comprar un espectro me suena muy divertida, pero claro seguro que si me encuentro uno en mi casa en la realidad, por lo menos me impresionaría un poco. Total, que estuvimos debatiendo irritadísimos esta chorrada durante horas. Otras veces he estado polemizando sobre temas más tontos.

Hill se ha convertido en poco tiempo en uno de los mejores especialistas en terror de la actualidad. No siempre los hijos que siguen el camino de sus padres son como Kate Hudson o Jean-Michelle Jarre, y a veces las comparaciones pueden ser odiosas:

-John Lennon cambió para siempre la historia de la música, mientras que Julian Lennon, en fin, tuvo una carrera corta.

-Las comparaciones entre el gran Francisco Rabal y la loca por el circo Teresa Rabal pueden dar risa.

-¿Alguien vio actuar a Sean Flynn, hijo de Errol Flynn en películas como El hijo del capitán Blood? Un desastre absoluto, si bien el chico resultó ser después un estupendo corresponsal de guerra.

Yo mismo no tengo ni comparación con mi propio progenitor, que pertenece a una generación de tipos que podían estar trabajando 14 horas, parando sólo para comer un bocadillo, y que al regresar a casa, encima, se ponían a pintar una habitación. No, yo no le llego ni a la suela de los zapatos.

Sin embargo, en el caso de Joe Hill, mientras que su padre, el ilustre Stephen King ha entrado en franca decadencia (intentad leer "La cúpula"), el trabajo de Hill resulta fresco y modernillo, y pronto estará considerado uno de los grandes del terror. Si os gustan los comics no os perdáis "Locke & Key". Físicamente, se parece a su padre "el pobre", como diría Jaime de Marichalar.

En fin, os deseo a quienes tengáis retoños como Stephen King que tengáis un feliz Día del Padre, que ya se aproxima.

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