viernes, 1 de octubre de 2010

¿Cuántas películas puedes ver en toda una vida?

Ha fallecido, a los 65 años el mismísimo Gwilym Hughes. ¿Que quién es Gwilym Hughes? Pues nada menos que el tipo que aparecía en el libro Guinness como la persona que había visto más películas del mundo. El 13 de marzo de 2008 sumaba la nada despreciable cantidad de 28.074 películas, una cifra al alcance de cualquiera que trabaje escribiendo sobre cine, pero que no está nada mal. Son tantísimas que ha tenido que ver hasta los grandes éxitos de Chiquito de la Calzada.

28.074 películas. ¡Eso sí que es ser cinéfilo! He estado haciendo cálculos y para llegar a eso hay que ver unas 510 películas al año (1,4 al día) durante 55 años.

Hughes empezó a ver cine a los 8 años, cuando acudió a una proyección de Las minas del Rey Salomón. Después de que una enfermedad infantil le dejara postrado en un hospital durante mucho tiempo, decidió llevar un registro de todas aquellas películas que veía. Trabajó toda su vida como decorador, aunque acababa de jubilarse, y siempre se tragaba dos películas por día, entre las 9 y las 12, más o menos -en función de la duración de las cintas-.

El hombre que más veces ha visto la misma película del mundo

Conocí una vez a un tipo que también debería figurar en el libro Guinness. Sin duda, es la persona del mundo que más veces ha visto la misma película: La guerra de las galaxias. Cuando el chico tenía 24 años, hace ya algún tiempo contaba que había visto a Luke Skywalker y compañía exactamente 3658 veces.

No es que llevara un registro exactamente, pero me comentaba que antes de entrar en el instituto ya había visto 8 veces la peliculilla de George Lucas. Entonces, se la compró en VHS y se la puso una vez al día durante 10 años hasta después de acabar sus estudios en la facultad, lo que hacen un total de unas 3.650 veces, más las ocho anteriores, en total 3658 veces. ¡Como para subestimar el poder de la Fuerza! Aunque supongo que las antiguas cintas de vídeo no daban mucho de sí y tenía que volver a comprarla de vez en cuándo porque se le tenían que gastar. George Lucas debería donarle la mitad de su fortuna en reconocimiento.

Eso sí, el chico era como los libros humanos de Fahrenheit 451, o sea que se sabía tan bien la cinta y todos sus detalles que si se hubieran perdido todas las copias habría podido reconstruirla al milímetro.

Podía recitar los diálogos de corrido. De hecho, lo hacía de vez en cuándo empezando por el "Hace mucho, mucho tiempo, en una galaxia muy lejana" y terminando por la lista de técnicos que salían en los títulos de crédito. Lo más asombroso de todo era su increíble capacidad para incorporar a la vida real las frases del film. Por ejemplo, se comía todas las patatas bravas y si intentabas coger una te decía "Éstos no son los androides que buscáis", por si nos hipnotizaba y desistíamos. Una vez le pregunté si le iba a tirar los tejos a una tal Mari Pili, que no parecía hacerle mucho caso, y respondió algo así como "Vas a ser testigo del poder de esta estación espacial armada y en perfecto funcionamiento". Otro día os tendría que contar el caso del genial informático, uno de los que crearon esta web, que se expresa mediante diálogos de películas de Tarantino.

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