Este año, la programación se distingue por la gran cantidad de títulos independientes, la reducida presencia de films de las majors y porque se proyectan mucho cine español. Por ejemplo, abre el festival Los ojos de Julia, amena cinta con Belén Rueda que a pesar de que se alarga innecesariamente tiene momentos gloriosos. Está tambiénCarne de neón, fallida versión hispana de las películas de Guy Ritchie con Mario Casas como protagonista, que aburre a las ovejas, y Agnosia, de Eugenio Mira, que podía haber dado mucho de sí, pero que tiene un grave problema: Eduardo Noriega no convence a nadie (como es habitual). Al parecer, tiene mucho interés Secuestrados, rodada con cuatro euros a lo Corman por Miguel Ángel Vivas, que aún no he visto, por lo que no puedo opinar.
Me contaba el otro día una amiga de Aurum que llevaba al festival a Kellan Lutz, un guaperas de Crepúsculo, y como es habitual cada vez que acude con alguien de la saga vampírica, las adolescentes hacen cola toda la noche, acompañadas de sus madres. ¿Qué educación le están dando a sus hijas? Ésta distribuidora también llevaba la innecesaria fotocopia de Déjame entrar, en versión yanqui dirigida por Matt Reeves(Monstruoso), y una curiosa propuesta, El último exorcismo, que viene a contar que el colmo de un exorcista es ser ateo, lo que viene a suponer un problemilla cuando la chica a la que atiende resulta estar poseída de verdad. Está rodada cámara en mano al estilo Rec y, hacedme caso, no os la perdáis.
Este año se ha puesto de moda rodar películas de bajo presupuesto con una cámara de fotos barata, como se puede comprobar con Rubber, del francés Quentin Dupieux, y La casa muda, del uruguayo Gustavo Hernández, de la que ya hablamos en este blog. Y seguro que merece la pena echarle un vistazo a la friquipelícula The People vs. George Lucas, y sobre todo al remake más imposible de la historia, A Woman, a Gun and Noodle Soup, nada menos que un remake de Sangre fácil de los hermanos Coen, a cargo del chino Zhang Yimou, que viene a ser como siAbbas Kiarostami versionara Bienvenido Mr. Marshall.
Aunque la apuesta salvaje y chunga del programa no apta para cardiacos es nada menos que A Serbian Film, según comentan la película más desagradable de la temporada. Me han dicho que es repulsiva tipos que sonreían durante la proyección de La pianista y Hostel. El serbio Srdjan Spasojevic, director de la cinta, se empeña por lo visto en lograr que no quede nadie que no se vaya del cine antes de que termine la proyección. Él mismo reconoce en las ruedas de prensa que se le ha ido la olla, y se excusa en el trauma post bélico, y en los apuros económicos por los que ha pasado el país.
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