viernes, 29 de octubre de 2010

¿Pero cómo me puede gustar a mí una película de Abbas Kiarostami?

En un célebre anuncio televisivo, una mujer peregrina en busca de algún gurú que le explique cómo le puede caer bien un banco, ¡y es que la cosa tiene su miga, porque no es un banco del parque sino uno de esos que te cobran la hipoteca todos los meses!

Ahora soy yo el que tengo que ir inmediatamente al psiquiatra para que me dé algo, porque ¡me ha gustado una película de Abbas Kiarostami! No, no he consumido estupefacientes.

Aún recuerdo haber acudido a la Filmoteca con el autor de El Blog de Hildy a ver ¿Dónde está la casa de mi amigo? en la que un niño se pasaba todo el tiempo yendo casa por casa a buscar a un amiguete del cole para devolverle su cuaderno. Y eso era toda la película. A continuación vimos en plan sesión doble para masoquistas la cinta "de ritmo contenido" A través de los olivos, en la que un tipo no hacía más que declararse a su amada una y otra vez durante 100 minutos, a ver si al final ella se decidía.

Así las cosas esperaba cualquier cosa de Copia certificada que, no nos engañemos, es fundamentalmente sobre dos personajes que acaparan casi todo el metraje y está rodada a base de largos planos secuencia de los suyos. No dejéis que os cuenten nada de la película porque os la estropearán, ni siquiera sigáis leyendo esto. Pero tiene un giro estupendo, y además un jugoso juego alrededor de las copias en el arte. Al fin y al cabo, la percepción que pueda tener cualquier persona de una obra de arte es totalmente subjetiva, y puede creer que es más interesante de lo que realmente es si está predispuesto a emocionarse.

¿Nos está hablando Kiarostami de su propio cine, genial para aquellos que se fían de la opinión de los críticos y creen que están viendo una joyita y aburridísimo para el resto de los humanos? ¿Y puede una copia dejarnos epatados si ignoramos que no es original? De hecho esta película no esconde que en realidad imita otra película famosa...

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