Al rato hubo un segundo exaltado que chillaba con el mismo entusiasmo: ¡Gibraltar español! Y un tercero, hasta que se generalizó, y se fueron levantando progresivamente varias personas que decían al unísono: ¡Gibraltar español!
Resultó que tan sorprendente escena tenía su explicación, pues tras las preguntas, un texto informaba de que no había que contestar nada, sino que era una prueba de rapidez de lectura, y que para superarla había que levantarse y gritar la frase de marras. Así que me levanté presuroso para proferir tan patriótica proclama.
Igualmente sorprendido me quedé el 19 de octubre, cuando en el Facebook todas mis conocidas habían incluido comentarios explicando dónde les gusta dejar habitualmente algo, que yo pensaba por mi mente calenturienta que era el sujetador, pero que resultó ser el bolso. Chicas que no se conocían entre sí habían puesto que lo dejaban en la mesilla, en el perchero y las más atrevidas, encima de la cama.
Cuando se lo comentaba a las personas de mi alrededor, los chicos ponían caras de incredulidad, pero las chicas sonreían maliciosamente. Pedí que alguien me explicara si me había vuelto loco y finalmente varias caritativas mujeres (gracias María Antelo, Ana López Cabo y Estrella Martínez) me aclararon que efectivamente, que mi mente no funcionaba del todo bien. También me comentaron que se habían pasado mails entre ellas para organizar este gesto, en el Día Mundial de la Lucha contra el Cáncer de Mama, de cara a sensibilizar a la opinión pública sobre la terrible enfermedad. Al parecer, ya lo habían hecho el año pasado con gran éxito.
¡Qué capacidad de organización! Hace mucho, estrenaron un corto en el que un individuo intentaba ligar con una atractiva mujer. Ésta se mostraba interesada hasta que decidía irse al cuarto de baño con su amiga. Allí había un ordenador interconectado con todos los aseos femeninos del mundo, y una base de datos que informaba de los antecedentes del ligón: Poca capacidad de compromiso, no merece mucho la pena... ¡Mejor salir huyendo!
Total, que mi conclusión es que el sexo fuerte es capaz de organizarse, para actuar al unísono sin que los tíos nos enteremos absolutamente de nada. Menos mal que era por una buena causa y que no habían decidido la extinción completa del género masculino, por poner un ejemplo, sino sería como para echarse a temblar...
Si este absurdo artículo y las astutas chicas del Facebook te han hecho esbozar una ligera sonrisa -al menos es de lo que se trataba-, espero que sirva para recordarte que debes hacerte una mamografía, si no te la has hecho ya, o aconsejar a tu madre, novia, hermana que se la haga, ya que por lo visto es el tumor más frecuente en la población femenina. Mi madre murió de eso así que puedo asegurar que no es ninguna broma.
Sí, vale, un periodista necesitado de trabajo es capaz de gritar "Gibraltar español" o "La shandy de Mahou sabe a mixta". ¡Lo que haga falta!
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