Remake de "Están vivos" sin gafas de sol

Eric Newman ha producido The Thing, precuela-remake de La cosa, una de las grandes cintas del especialista en terror John Carpenter. Al parecer, a Newman le gusta tanto el cine del maestro que se ha animado a versionar Están vivos, otra de sus cintas. Como The Thing no resistirá comparaciones con su predecesora, ha debido pensar que es mejor rodar el remake de una mala, para que no le digan que no está a la altura.

Y eso que Están vivos tiene ideas brillantes, pero su principal defecto es Roddy Piper, y lo malo es que es el protagonista absoluto. Piper, más conocido como "El Gaitero" (sí, sí, como el de la sidra), era uno de los más conocidos luchadores de Wrestling, la lucha libre americana, donde luchaba ataviado con una falda tradicional escocesa, y tenía que actuar muchísimo para fingir que peleaba con sus adversarios, pero digamos que no era precisamente un actor "shakespeariano" (o como se escriba esta palabreja).

"El Gaitero" encontraba unas gafas de sol que le permitían ver la forma auténtica de las personas. Descubría que los políticos, dirigentes y famosos eran en realidad monstruosos extraterrestres que han esclavizado a la raza humana. Y es que aunque es una cinta de terror de serie B, Carpenter aprovecha para lanzar una perorata sobre la maldad del capitalismo y las perversas intenciones de los poderes fácticos, ¡compañeros, alcémonos todos contra el sistema! Y es que sí, es un grande del terror, pero a veces se pone pesadito.

En España no habría necesitado gafas para darse cuenta de que María Teresa Fernández de la Vega y Belén Esteban -las personas que nos dominan-  son de otro mundo.

Se desconoce por el momento el reparto y quién será el director, pero el productor, Eric Newman, ha dicho que prescindirá de las gafas de sol en el guión, y que las sustituirá por otro objeto que permita ver a los extraterrestres. "Estamos explorando diferentes opciones para ver qué cosa permitirá al protagonista ver a los extraterrestres. ¿Se le ocurrirá algo? Desde aquí le proponemos varias opciones: la mirilla de la puerta de su casa, la anilla de una lata de refresco, un caleidoscopio, un rollo de papel higiénico, las posibilidades son infinitas. Mi tía abuela miraba con un envase de yogur el canal plus para poder verlo descodificado.

Se admiten apuestas pero seguro que al final se decanta por unas gafas de 3D, para ponérselas también a los espectadores, sacarnos más pasta por el dinero de la entrada y que con el dolor de cabeza no seamos capaces de distinguir si la película es buena o mala.