Dice Zombie que se ha aburrido de los remakes de Halloween. ¡Pues anda, que los que hemos tenido que soportarlos en el cine!
El propio Zombie escribirá el guión (que los santos nos asistan), que se desarrolla en la actualidad, en Salem, donde acude un grupo de brujas que pertenece a una secta que tiene 300 años de actualidad. En fin, a Zombie el argumento le trae al fresco si sirve como excusas para sexo gratuito y secuencias sangrientas que dan muy mal rollo, tanto que dan que pensar si el que las ha rodado está realmente bien de la cabeza.
Está de moda hacer películas que se titulen como una canción, como pasaba con Terciopelo azul y Pretty Woman, pues esta semana también estuve viendo Balada triste de trompeta, inspirada en la famosa canción de Raphael.
Siguiendo el ejemplo de Rob Zombie, nuestro Loquillo podría rodar "Yo para ser feliz soy un camión", que podría ser una 'road movie' tipo El diablo sobre ruedas, pero en la que el malo compraría cassettes de grupos hispanos en una típica gasolinera de nuestras carreteras. Y "El chiringuito" de Georgie Dann podría dar lugar a una excelente versión hispana de Los vigilantes de la playa, cuyos protagonistas en lugar de vigilar nada prefieran dedicarse al tapeo.
Si corre el ejemplo, alguien podría rodar un buen drama social sobre la situación laboral actual en España que se llame Soy minero, o retratar a los profesionales que ante la falta de perspectivas laborales se tienen que ir a otro país para poder trabajar, y que podría titularse Al partir, un beso y una flor.
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