"Es triste pedir, más triste es robar", es más o menos lo que viene a decirles Kevin Smith a sus fans, a los que pretende encandilar para que le manden donaciones para financiar su próxima película, Red Slate, un film de terror al estilo de los años 70. Estará protagonizado por un grupo de chicos que tropiezan con un grupo de extremistas en un pueblo de la América profunda
Para el argumento, Smith se ha inspirado en la Iglesia Bautista de Westboro (Kansas), grupo que se hizo tristemente célebre por boicotear funerales de soldados muertos en Irak.
Resulta que Kevin Smith presentó su proyecto a Miramax, pero a esta productora no le interesó nada. El cineasta llamó a otras puertas, sin que nadie le hiciera caso. Finalmente, decidió que en lugar de tirar la toalla se estrujaría el cerebro en busca de fuentes de financiación, y pensó que podría 'sablear' a su numerosa legión de seguidores, que siguen su blog y semanalmente se descargan su podcast. A cambio, pondría el nombre de todos los que le manden algo, en los títulos de crédito, en calidad de coproductores. El director de Clerks pensó que haría caja con este sistema.
Inmediatamente, aparecieron todo tipo de comentarios negativos en internet. Acusaban a Smith de tacaño, capaz de exprimir a sus propios fans sin ningún recato. ¿Y si hubiera beneficios? ¿No debería repetirlos entre sus 'coproductores'?
Para defenderse, el poco silencioso Smith publicó un extenso artículo en la red. "Nuestra idea es usar todo lo que ganemos para pagar otras 'pelis'. Y de ahí, ¡a formar un estudio del pueblo! Basta con que alguien interesado/frustrado/desesperado cuelgue su guión en nuestra web para que todos lo lean. El guión que más votos reciba será el que produzcamos", comenta el 'filántropo' Smith. Argumenta básicamente que todos los estudios son unos vendidos, y que en lugar de producir su película, van a lo seguro, produciendo secuelas y adaptaciones de series televisivas, lo que acabará con el movimiento 'indie'. "Soy idealista, bonachón y tengo un sueño", comenta Smith.
Pero, pero... ¡tendrá morro el tío! A mí me han encendido sus declaraciones. Smith acusa a los estudios de ir a lo seguro. ¿Y lo dice él? ¿Por qué no cerrará la bocaza como Silent Bob? Inició su carrera con lo que se iba a llamar la 'Trilogía de New Jersey' y resulta que toda su filmografía forma parte de esa trilogía porque no sabe hacer otra cosa que repetir la misma fórmula una y otra vez.
Que sí, que tiene razón en decir que los estudios van a lo seguro con secuelas, pero tiene narices que lo diga el responsable de la infame Clerks 2, a años luz de la original. Él sí que se ha prodigado en películas facilonas, como Jay y Bob el Silencioso contraatacan, con dos personajes ya conocidos, y chistes tontorrones para el gran público.
¿No se le ha ocurrido a Smith pensar que quizás el problema resida en que su guión no interese a nadie sencilla y llanamente por su baja calidad? Yo no lo he leído, pero a juzgar por la línea descendente de la filmografía de Smith, puede ser un bodrio infernal. Si analizamos su filmografía, empezó con la original e ingeniosa Clerks, y tras Mallrats, sorprendió con Persiguiendo a Amy. Y de ahí para abajo, desde la aburrida Dogma, superada en infamia por la espantosa ¿Hacemos una porno?. No puedo opinar sobre la reciente Vaya par de polis, que según algunas críticas que he leído es para mantenerse alejado a kilómetros del cine donde la proyecten.
Yo desde luego, no le voy a dar ni un duro. Me quedo eso sí, con el Kevin Smith tan prometedor del monólogo de la estrella de la muerte.
(Nunca me había tragado esta escena doblada y me ha parecido horrible vista así).
No hay comentarios:
Publicar un comentario