Primero, como contamos en este humilde blog, Ridley va y anuncia que rodará dos precuelas de Alien, el octavo pasajero, sobre el legendario Space Jockey, ese ser tan extraño que salía en la primera entrega de la cinta. Gran alegría para los fans que se convirtió pronto en gran perplejidad.
Y es que poco después se supo que la película tenía un nuevo título Prometheus, y que iba a ser otra cosa. "Alien era de hecho el de punto de partida para este proyecto, pero su proceso creativo nos ha llevado a una nueva mitología en un universo grandioso, en el que tendrá lugar una historia original. El fan reconocerá el ADN de Alien, por así decirlo, aunque las ideas abordadas en esta película son únicas, grandes y provocativas". Y además, Scott había fichado como coguionista a Damon Lindelof, uno de los máximos responsables de Perdidos...
Cuando pensábamos que la película no iba a tener mucho que ver conAlien, ahora resulta que un Space Jockey se está construyendo en los estudios Pinewood, de Londres. "Los conocidísimos aliens, al estilo de H.R. Giger, están en el film", ha dicho una fuente de Fox. Se especula ahora con que la cinta contaría una historia distinta que transcurriría en el mismo universo de las criaturas que tanto nos han atemorizado.
Total, que parece que a Scott se le ha ido la pinza, o se le fue hace tiempo. No me sorprendería nada si al final cuando llegue a los cines, esto resulta ser una precuela de El reino de los cielos.
Por cierto, ¿soy el único 'tarao' que se ha fijado en que en al final deAlien, Ripley se mete a dormir en un tubo de hibernación en una ropa interior muy setentera de dimensiones reducidas. Se despierta en la segunda entrega, con ropa interior distinta, más de los 80, como una especie de bañador alto y más ceñido. Será que la máquina te cambia la muda por cuestiones de higiene.
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