Confesada mi admiración por Nacho Vigalondo, también tengo que decir que el hombre no ha estado especialmente brillante con su chistecito en Twitter:
Ahora que tengo más de cincuenta mil followers y me he tomado cuatro vinos podré decir mi mensaje: ¡El holocausto fue un montaje!"
Es de mal gusto, está claro, y es uno de esos chistes que sólo podría hacer por ejemplo Woody Allen al ser judío, pero también es verdad que avisa de que se ha tomado cuatro vinos, vamos, que no es como para tomárselo muy en serio.
Por desgracia para Vigalondo parece ser que en Twitter -muy de moda por el asunto de Álex de la Iglesia- la gente tiene tendencia a exaltarse, como han podido comprobar Alejandro Sanz, Manuel Gutiérrez Aragón y hasta Ignacio Escolar, por la ley Sinde.
Total, que a fusilar a Vigalondo tocan, así que le han puesto a caldo. Éstas son algunas de mis perlas preferidas:
-Lo peor es que no tendrías las narices de decírselo a un familiar del holocausto. Gili**** y cobarde. Si te pasara a ti... (Bueno, claro, estamos de acuerdo en que sólo faltaría hacerle un chiste así a la familia de una víctima)
-Por fin un cineasta español que no se esconde. Tiene **** que subvencionemos a anormales como el @Vigalondo. Así te gaseen, payaso. (Tranquilícese, oiga)
El hombre se lo ha tomado con humor, porque él mismo 'retuiteaba' los insultos más bestias.
Y luego, claro, resulta que Vigalondo es el protagonista del anuncio televisivo de El País, por lo que los de El Mundo han aprovechado la coyuntura para dejar claro en un artículo que el hombre que ejerce en un anuncio de imagen de Prisa hace chistes de dudoso gusto en Twitter.
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