jueves, 27 de enero de 2011

El día más friqui

Hoy ha sido el día más friqui de mi vida. Empecé la jornada manteniendo una entrevista con Jane Badler, la mítica ‘Dayana’ de la serie V de mi infancia. La mujer –que en la nueva versión interpreta a la madre de la mala-malísima– tenía muy buen aspecto. Debe ser que le sienta bien la dieta de ratones y roedores.

Y después he estado nada más y nada menos que con M. Night Shyamalan, que presentaba La trampa del mal, primera entrega de The Night Chronicles,  una trilogía de películas basadas en las notas que tomaba el realizador en su libreta para futuros proyectos, pero que nunca tendrá tiempo de rodar él mismo por sus propios medios.

Yo pensaba que Shyamalan –que trata temas de calado en sus películas– era un tío serio, pero nada más lejos de la realidad. Es muy ‘salao’ en persona, no para de hacer bromas, y creo que se le dará bien rodar un día una comedia.

Así que me he animado a hacerle la pregunta que siempre quise formularle. Llevo siguiendo a Shyamalan desde El sexto sentido, pero cada vez que hablo con alguien sobre él, me he dado cuenta de que existe un reducido grupo de incondicionales a quienes sus cintas nos gustan muchísimo. Pero la inmensa mayoría detesta sus películas. Les cae "gordo".  Y los críticos no sólo se ceban con él, sino que piensan concienzudamente frases crueles para calificar sus obras: “Las actuales prioridades nacionales deberían ser las siguientes: reducir las emisiones de carbono y detener la finanzación de las películas de M. Night Shyamalan”, dijo Cliff Doerksen, de Chicago Reader. ¿Es consciente Shyamalan de que genera animadversión y cae mal?

“Sí, lo soy”, me ha contestado con una sonrisa de oreja a oreja. “Pero me parece muy extraño, porque a mí me cae bien todo el mundo. Me parece que mantienen una batalla contra un personaje que no existe, porque yo soy la persona menos conflictiva del planeta. Soy todo paz, risas y Kumbayá. Así que esa batalla no tiene nada que ver conmigo”.

Por cierto, no todos los días le hace recomendaciones cinéfilas a uno el director de El protegido. Le comento que por qué fichó a los hermanos Dowdle, responsables de Quarantine (el poco sugestivo remake de Rec), para producirles esta película, y me recomienda que vea la anterior, The Poughkeepsie Tapes, "oscura y siniestra", según explica, y me asegura que me va a gustar.

En fin, que ha sido una mañana tan friqui que no me resultaría anodino por ejemplo cruzarme por la calle con el tipo que hacía de Orzowei.

2 comentarios:

  1. bizarro encontrárme justo ayer por la tarde al pobre Shyamalan firmando en la fnac callao posters y pelis ORIGINALES a sus incondicionales... la verdad es que no había demasiada cola que digamos... entre que no sé si muchos se habrían enterado y lo que tú bien dices, que son más quienes no se sabe por qué le odian... que penita de hombre...

    ResponderEliminar
  2. ¿Fuiste a que te firmara? Me sorprendió muchísimo. Es un cachondo. Te partes de risa con él. ¡Qué tío más simpático! Es toda una experiencia conocerle. Y no entiendo por qué los críticos se ceban tanto con él. Que lo hicieran con Airbender es natural, ¿pero con El bosque? Un abrazo.

    ResponderEliminar