lunes, 6 de junio de 2011

Almas condenadas: un film menor de Wes Craven

Estoy desolado por el fallecimiento de uno de los mitos de mi infancia, Zebulon Macahan (pronúnciese 'maqueijan'), toda una leyenda para los que éramos muy jóvenes en los 80, arquetipo del rudo pionero del oeste, más duro que el caparazón de las Tortugas Ninja, y que llevaba un machete más largo que la mili de Rambo. ¡Qué recuerdos nostálgicos me trae!

Para pensar en otra cosa, me he ido a ver Almas condenadas, una peli rodada por Wes Craven antes que Scream 4, pero que no tuvo nada de éxito y no gustó demasiado, por lo que aquí ha llegado después. Me habían dicho que era la peor película de Wes Craven, y si bien no es gran cosa, lo cierto es que Craven tiene otras peores, que ya no nos acordamos de Un vampiro suelto en Brooklyn, infame comedieta con Eddie Murphy, o Shocker: 100.000 voltios de terror. ¡Casi preferiría una buena descarga eléctrica que volver a verla!

Quizás he sufrido el efecto "no vayas, que es mala, mala, mala, muy mala". Ocurre cuando alguien te dice que la película que vas a ver es horrible, lo que conduce a que por regla general te enfrentes a la cinta preparado para lo peor, y entonces lo más habitual es que pienses que no era para tanto.

Pasa siempre, menos con Airbender: El último guerrero. Venía precedida de las peores críticas que jamás he leído, todas ellas bastante crueles. Pero tenían razón. Ni aún con el efecto "no vayas, que es mala, mala, mala, muy mala" pude sacar nada bueno. Iba preparado para lo peor, y creo que se habían quedado cortos.

En el caso de Almas condenadas, de Craven, no nos engañemos, no es para tirar cohetes, pero tiene alguna idea que funciona, y dosifica en cierta manera la intriga, de modo que al menos me ha sorprendido en algún momento. En fin, ni el director de Pesadilla en Elm Street va a estar inspirado siempre...

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