viernes, 30 de diciembre de 2011

Las peores películas y series de 2011: enorme cosecha de bodrios

Otro año que se va. Llega el momento de hacer el balance de lo que se ha visto a lo largo de estos 365 días. Y aunque creo recordar que ha habido alguna cosa buena, predominan las grandes decepciones. Esta es una selección personal de las joyitas que nos ha dejado 2011. Abundan especialmente los bodrios de superhéroes.

Wonder Woman. Se anunció a bombo y platillo la serie sobre esta superheroína, en manos de David E. Kelley, creador de Ally McBeal, y el hombre al que más envidio del mundo porque lleva dos décadas casado con Catwoman, o sea con Michelle Pfeiffer. Pero la cancelaron después de un piloto que viene a ser tan ingenuo como la serie de Batman de los 60, pero rodado como si fuera en serio. Es tan despiporrante que incluso recomiendo su visionado. Por cierto, ¿cómo puede la protagonista, interpretada porAdrianne Palicki, que está como un tren, interpretar a una supuesta solterona solitaria sin amigos si está como un queso?

The Green Hornet. El directorMichel Gondry me obligó a recurrir al Dr. que interpretaba Tom Wilkinson en su magistral películaOlvídate de mi, para que me hiciera olvidar con métodos científicos los recuerdos de su nuevo trabajo, una espeluznante cinta indigna de su talento.

Green Lantern (Linterna verde). El segundo superhéroe verde del año logró lo que parecía imposible: superar en falta de calidad a la anterior. Tanto escenario creado por ordenador y tanto alienígena con exceso de maquillaje extraño me dio un dolor de cabeza increíble.

Thor. Tan mala, tan mala no era, al menos en comparación con los títulos anteriormente citados. Pero es que estaba dirigida por Kenneth Branagh, el ególatra que se dirigió a sí mismo interpretando a Hamlet delante de un espejo para poder saborear mejor su 'impecable' actuación. Y éste declaró a los cuatro vientos que aceptó el encargo porque le recordaba a las obras de Shakespeare. En su opinión, los dioses en apuros del film, recordaban a los todopoderosos reyes con problemas corrientes del bardo inglés... Resulta aberrante comparar su magna obra con una peli tópica, convencional y con unos decorados de Asgard pintados por ordenador que daban penita.

Transformers: El lado oscuro de la Luna. En su línea, Michael Bay sigue confundiendo un ritmo trepidante con una sucesión de explosiones y efectos especiales de robots y edificios destruidos que dejan al espectador completamente frío.

Caperucita Roja. La directora de Crepúsculo cogió el cuento clásico y lo 'crepusculizó' (uy, qué mal suena eso). Total, que hay muchas hormonas adolescentes, una protagonista que se debate entre dos amores, y un hombre lobo. ¡Cuánto eché de menos la genial En compañía de lobos, deNeil Jordan!

Amanecer (Parte 1). No gustó ni a los fans. Como había que dividir la novela en dos partes, la luna de miel de Edward y Bella se alarga innecesariamente. El vampiro tuvo despedida de soltero, lógicamente sin 'stripper', pero luego el hombre lobo se quedaba prendado del bebé que había tenido su queridísima con su rival. Una rayada.

Cheers (versión española). No es de género fantaterrorífico, pero aún me produce pesadillas. ¿Antonio Resines en un bar y chistes cutres? ¡Se parecía más a Los Serrano que a su supuesto modelo! Empezaba conDani Martín destruyendo el clásico tema musical "Where Everybody Knows Your Name", con una letra horrible "Es tu bar, tu lugaaaaaar... ¡Es tu familia en realidad!". ¡Bufffff! Lo que seguía no era mucho mejor...

Tiburón 3D, la presa. ¿Qué hacen unos tiburones en un lago? Llega a haber un tipo al que supuestamente le han arrancado los escualos el brazo, pero se nota claramente que lo tiene escondido debajo de la camiseta.

Cowboys & AliensHarrison Ford parece empeñado en lograr que su carrera conste del triple de bodrios que de películas memorables. Y le falta poco para conseguirlo.

Caballeros, princesas y otras bestias. El mismo año que Natalie Portmanganó el Oscar por la genial Cisne negro, debieron pagarle un pastón increíble para que aceptara trabajar en este abominable espanto lleno de chistes de penes y porros que no parecen de fantasía medieval, sino más propios de una comedia de universitarios salidos.

Capitán Trueno y el santo grial. Se quedó en Capitán Chispita, tal y como la llamaban los técnicos durante el rodaje, horrorizados. Hasta el presidente de la Academia de Cine, Enrique González Macho, dijo de ella que era un pestiño, que iba a ser mejor Tintín, lo que viene a ser como si el presidente de la Asociación de Vinateros de Madrid declara que el vino madrileño es horrible, que prefiere beber un buen Rioja.

Furia ciega. O cómo Nicolas Cage acaba con sus enemigos sin dejar de practicar el sexo con una al mismo tiempo. La mayor 'machada' que he visto en la pantalla.

Conan el bárbaro. Aún peor que El señor de las bestias y Átor el poderoso. ¿Por qué siguen dejando que Marcus Nispel ruede remakes tras La matanza de Texas (2003)El guía del desfiladero Viernes 13?

¡Feliz año nuevo a todos! ¡Que 2012 nos traiga series y películas mejores!

miércoles, 28 de diciembre de 2011

Isabel Coixet da mucho miedo

Citar a Isabel Coixet en un blog de fantaterror es como si una revista de coches hablara de la cría del berberecho salvaje. Pero es que hace unos meses, con su tranquilidad y sobriedad habitual al hablar, la realizadora anunció que preparaba un nuevo proyecto, Panda Eyes, que transcurre "en un pueblo perdido y feo de Inglaterra", y que será un film de terror que según la autora se inspira nada menos que en The Ring (La señal) y en general en el cine de terror de Japón, país al que admira, como dejó claro en Mapa de los sonidos de Tokio, aquel film estilo "quiero ser Wong Kar Wai pero no puedo".

Que la Coixet se apunte al género puede parecer una inocentada pues he escrito estas líneas el 28 de diciembre, y sin embargo es absolutamente cierto. Pero, ¿parecerá una película de terror? Posiblemente tanto como La piel que habito, de Almodóvar, otro que supuestamente se pasó al género pero el tono era el del resto de sus películas, y como dijo algún crítico parecía una 'comedia bufa', con esa frase final (atención SPOILER) tronchante que decía Elena Anaya: "Soy Vicente. Me secuestraron. Me cambiaron de sexo. Y he tenido que matar a dos personas para poder escapar".

Así las cosas, el film de terror a lo japonés de Isabel Coixet puede ser de órdago. Ya veo a Sarah Polley poniendo una cinta de vídeo maldita que le anunciará que va a morir una semana después, con lo cual aprovechará ese tiempo para buscarle otra pareja que quiera a sus hijas a su marido. Pero éste sufrirá un accidente en la plataforma petrolífera en la que trabaja que le dejará ciego. Rinko Kikuchi será el espíritu de una chica japonesa asesinada por su padre que saldrá del televisor al estilo de Sadako, pero que se deprime tras escuchar la historia de Sarah Polley, así que en lugar de matarla se irá a comprar un helado de chocolate en la gasolinera. Como se les habrá acabado, el fantasma estallará y romperá a llorar, porque el mundo es un lugar triste. Al final el juez Garzón la meterá en la cárcel.

lunes, 26 de diciembre de 2011

"American Horror Story" se reinventará cada temporada

Tal y como está de difícil en los tiempos que corren encontrar un piso en condiciones, a buen precio, y con la cantidad de personas que tienen que convivir con dos o tres familias en un piso de 30 metros cuadrados, que encima es un quinto sin ascensor, creo que se quejan de vicio los protagonistas de American Horror Story, deseosos de vender su casa para largarse.

Pero se trata de una enorme y preciosa mansión decorada al estilo gótico, y total, sólo tiene algunos problemillas: Hubo unos terribles asesinatos en su interior, la hija disminuida psíquica de la vecina se cuela dentro a menudo para decirte que vas a morir, a veces entra algún psicópata, ronda por allí una criada a la que la protagonista ve como una señora mayor y el protagonista como una jovencita irresistible, vive un extraño ser en el sótano (así en esa casa no cenas nunca solo) y el inmueble forma parte del circuito del autobús turístico del terror, que muestra los lugares más macabros de la ciudad. Pero eso no es nada, al lado de los que tienen goteras, los vecinos de arriba no les dejan dormir porque se les puede escuchar bailar claqué por la noche, y es necesario esperar dos horas de cola para poder usar el baño. ¡Es que la gente lloriquea de vicio!

Continúo intrigadísimo con esta original producción creada por Ryan Murphy, el de Nip/Tuck: a golpe de bisturí ("MacNamara/Troy, dígame, ¿qué es lo que no le gusta de su cuerpo?") y Glee ("Voy a decir esto lo más amablemente que pueda, pero pareces una triste payasa vestida de prostituta").¿Es posible que rueden una serie en la que todas las secuencias son de máxima tensión? Pues hasta ahora, por lo que llevo visto, es así. Parece basarse en la premisa de que debe dar mal rollo todo el tiempo, hasta el punto de que a veces tanta acumulación de sustos, sonidos molestos, imágenes pesadillescas y sucesos truculentos acaba dando risa: "¡Vamos a morir, pero no a manos de unos fantasmas, sino de unos friquis!"

Mi principal duda era si iba a seguir así durante varias temporadas. Pues bien, se acaba de confirmar ahora que cada año cambiará la trama y los personajes. Será una serie compuesta por diversas historias de terror, que empezará de cero cada año. La idea promete.

El fantaterror televisivo vive un gran momento. Esta serie ha obtenido dos nominaciones a los Globos de Oro –que este año esperamos con ilusión porque la entrega la vuelve a presentar Ricky Gervais– en las categorías de mejor serie dramática  –compite con Juego de tronos– y actriz secundaria (la gran Jessica Lange).

Para promocionarla, los del canal Fox en España pusieron un anuncio de una casa que alquilaban en el centro de Madrid a un precio sospechosamente bajo. Acudieron numerosos interesados, como es natural. 

viernes, 23 de diciembre de 2011

¡Feliz Navidad, amigos friquis!

En estos señalados días me gustaría recordar otra entrañable tradición navideña junto con la lotería y los regalos de Reyes, costumbres ya reseñadas anteriormente. Se trata de las cenas de empresa, una tradición relativamente nueva pero de la que no se escapa casi nadie últimamente, y si no se produce es mala señal, pues suele significar que la crisis ha afectado gravemente a la compañía. Es también el pistoletazo de salida de las fiestas, ya que suele ser una semana antes de Nochebuena.

Para empezar recibes la notificación de la secretaria de dirección, que te invita a asistir al evento, y te ruega que le confirmes si quieres asistir o no. Es puro cinismo, pues la asistencia no es opcional. O acudes o prácticamente es como si te ausentaras de una importante reunión de negocios, así que ya te puedes inventar una excusa creíble.

Después llega el problema de qué ponerse. Nunca debes ir con un traje mejor que el del consejero delegado, pues en ese caso pensará que ganas demasiado dinero y que se te puede reducir el sueldo. Así, decides ir con ropa normal, pero una vez en el restaurante te encuentras con que tus compañeras se han vestido como si fueran de boda, por lo que de repente te sientes un poco cutre.

Una vez en el restaurante surge otra duda: ¿Con quién sentarse? Imprescindible alejarse de los jefazos más jefes, porque entonces aunque no se hable de trabajo, uno tiene miedo de meter la pata, que se le escape un chiste grosero o algo así y dar mala imagen. Por desgracia, el autor de estas líneas suele apurar el tiempo hasta el final y cuando llega a la mesa, sólo está libre uno de los asientos al lado del jefazo supremo. O peor aún, junto a ésos que siempre existen en todas las empresas, que no te tragan, y que se disponían a pasarse toda la velada poniéndote a caldo. ¡Mala suerte! La cena promete ser aún más aburrida que el visionado de Tron Legacy.

Nunca digas de este whisky no beberé

¿Beber o no beber? ¡He ahí la cuestión! En principio, os recomiendo que ese día no bebáis mucho, por miedo a acabar en la fase de cantos regionales o hacer el ridículo de una forma increíble frente a la mirada perpleja del jefazo. Así que uno intenta que le sirvan una Coca-cola, pero entonces ese compañero divertido y juerguista te mira sorprendido, te pregunta que si estás enfermo, y le ordena al camarero que en lugar del refresco te traiga un whisky solo con hielo porque 'un día es un día'. ¡Bien! ¡Voy a acabar vomitando en el servicio!

Como aún así intentas beber lo menos posible, resulta que tienes cerca al jefe de recursos humanos, que lleva dos o tres copas de más y está más tostado que tú, y te cuenta sin ningún pudor cómo le ha puesto los cuernos a su legítima con dos jovencitas, o que se viste de mujer en la intimidad. ¡Y luego el lunes tendrás que saludarle al llegar y poner cara de que no te acuerdas de nada!

Finalmente suele haber un sorteo de regalos en el que si tienes suerte te tocará un lote de sopicaldos Gallina Blanca. Sino, resultarás agraciado con el escáner gigante para documentos de gran formato, una máquina estupenda, sin duda, pero que no necesitas para nada, y cuyo transporte a casa en el abarrotado metro promete ser complejo.

Al salir, viene lo peor. Alguien propone irse a una discoteca o local de moda para celebrarlo. Uno alega que ya es una abuelita y que se va a ir a la mecedora en su casa, y todo el mundo le mira como si fuera el esquirol que ha roto una importante huelga, o un desertor que ha fichado por la competencia. Comienzan las interminables discusiones sobre a dónde ir, que si 'las chicas queremos ir a Chueca, la zona gay, para que no nos entren moscones' pero 'los chicos no queremos ir ahí porque nos van a confundir con gays' y 'no seas políticamente incorrecto, ¿qué tienen de malo los gays?'. Y tú mientras congelándote...

Con mis compis, solemos acabar en un karaoke. Entonces sales al escenario con algún amiguete a cantar 'yo para ser feliz quiero un camión' y tienes la sensación de que estás arrasando, o sea de que cantas como los ángeles y el público te vitorea. Luego después verás en la oficina el vídeo que os han sacado y resulta que estabais más borrachos de lo necesario, desafináis con voz de cazalleros, y la gente os mira con cara de '¿de dónde han salido estos freaks?'.

Cuando al fin consigues escaparte resulta que esa noche han  tenido lugar todas las cenas de todas las empresas de Madrid. Total, que no encuentras ni un taxi. Intentas colarte en el autobús nocturno, pero está tan lleno que finalmente ni siquiera consigues entrar. Te toca irte hasta el quinto pimiento en el que vives andando, con más frío que si te hubieras metido en la nevera del Yeti.

¡Felices fiestas a todos! Este año no os pongo el vídeo de los 'monstruejos' navideños de todos los años, porque está más gastado que la piedra del mechero de Bob Marley. He decidido recurrir a un villancico friqui. Lo malo es que no cantan al niño Jesús sino a otro bebé, pero es lo que hay.

miércoles, 21 de diciembre de 2011

La Draculaura, el juguete de moda para niñas

Otra excelente costumbre navideña, aparte de la lotería, son los regalos de Reyes. Me alegra saber que en el futuro tendré muchas lectoras de este blog fantaterrorífico a juzgar porque el juguete de moda entre las niñas de este año es la Draculaura, una muñecaja que cuenta con su propia cama-ataúd 'divina de la muerte', ha cumplido los 1.599 años y aunque su ropa es de estilo victoriano tiene un aspecto bastante fashion. Forma parte de la colección Monster High, que toma su nombre del instituto al que acuden los hijos de los monstruos más famosos de todos los tiempos, así que Draculaura tiene como amiguitas a una zombi, una chica-lobo, una fantasma y una 'monstrua' que se llama Frankie Stein.

Desde noviembre la Draculaura de las narices lleva prácticamente agotada en todas las jugueterías. Me cuenta un amiguete de una tienda madrileña que aún tienen algunas, pero las colocan en las estanterías con cuentagotas. Así que todos los días se forma una enorme cola desde las siete y media de la mañana de padres desesperados en busca del espantajo de marras. Asegura que cuando llega ha escuchado conversaciones de lo más jugoso.

–Llevo aquí desde la una de la madrugada, pero es que estoy angustiada. No puedo dormir hasta que no consiga la Draculaura porque es la ilusión de mi hija, así que tengo contactos en otras ciudades a ver si la conseguimos. ¡Menos mal que mi jefe es comprensivo y me deja llegar tarde a trabajar! –le decía una demacrada mujer al tipo que tenía detrás.

–Mamá, ya van a abrir, yo creo que voy a coger todas las cajas de la colección que haya y luego ya miraré con calma si está la que quiere la niña de las narices –comentaba una adolescente que hablaba por el móvil.

Por desgracia, resulta que al parecer el primero de la cola suele comprar todas las que haya para revenderlas en el mercado negro. Hasta cien euros se llega a pagar por una en internet, así que se cotiza mejor que la cocaína.

Habiendo sido hace ya muchísimos años un niño al que Melchor, Gaspar y Baltasar no le concedían todos sus caprichos porque apelaban a mi generosidad y comprensión de que tenían que llevarle juguetes a todos los chavalines del mundo, creo sinceramente que los padres capaces de pasarse varios días en la cola para concederle un capricho tan tonto a sus vástagos deberían quedar inhabilitados durante algún tiempo para tener la custodia de sus hijos.

Por suerte, la naturaleza es sabia y les castiga poéticamente con lo que les va a ocurrir el día de reyes. Después de dormir en la puerta de una juguetería y pagar un pastón en internet por el oscuro objeto de deseo infantil, la niña abrirá la caja de la muñeca, la mirará durante dos minutos y la dejará abandonada en el rincón para ponerse a jugar a los videojuegos.

lunes, 19 de diciembre de 2011

Misión mucho más que imposible

Ponga la máxima atención, porque sólo podrá leer este texto una vez:

Chan... chan... chan... chan... chan... chan...


Conseguir que nos interesase una nueva entrega de las peripecias del agente Ethan Hunt no era una misión imposible, era una misión que ni con la ayuda de un milagro de la Virgen de Lourdes. No sólo se ha sobreexplotado la saga, sino que su protagonista, Tom Cruise, ha acabado convirtiéndose en una caricatura de sí mismo hasta el punto de que ya ni da entrevistas en las giras promocionales de sus películas, sólo firma autógrafos durante horas y se fotografía hasta con la duquesa de Alba y su nuevo marido...


Su misión, si decide aceptarla, consistirá en dirigirse al cine más cercano, infiltrarse como si fuera un espectador en la proyección de Misión imposible: Protocolo fantasma, comprar palomitas y tener fe en el autor de este blog.


Chan... chan... chan... chan... chan... chan...


Como el tiempo es oro, hemos seleccionado a su equipo por usted:


1. El productor ejecutivo J.J. Abrams, un trilero capaz de tener a todo el mundo mirando sin pestañear a ver dónde se esconde la bola en las diferentes temporadas de Perdidos, sin que nadie sospechara que en realidad no estaba en ninguna parte.


2. El director Brad Bird, responsable de las geniales El gigante de hierroLos increíblesRatatouille, y el episodio del Actor Secundario Bob de Los Simpson, un funambulista que con una barra en las manos, pero sin red, se desliza por la cuerda floja en el más difícil todavía de triunfar con su primera película de imagen real.


3. El despiparrante Simon Pegg, que repite en la franquicia, y parece ese amiguete siempre divertido que además ofrecerá a los más friquis la impagable sensación de que en realidad está deseando que la misión imposible se resuelva para volver al Winchester, a tomarse unas pintas a salvo de invasiones de zombies no deseadas.


Chan... chan... chan... chan... chan... chan...


Por supuesto, contará usted con los más espectaculares gadgets como un proyector flipante que hace creer a cualquier vigilante que una pantalla deslizante es en realidad la pared de enfrente (hay que verlo para creerlo) y unos guantes que permiten a cualquier miembro de la Iglesia de la Cienciología deslizarse cual Spiderman por la fachada del hotel Burj Khalifa, una impresionante torre de Dubai.


Chan... chan... chan... chan... chan... chan...


Si con algunas secuencias del film no puede usted reprimir un gemido de asombro, y el acomodador insiste en echarle del cine, negaremos por completo que le conocemos y se las tendrá que arreglar usted solito.


Por cierto, este mensaje se autodestruirá, así que aléjese inmediatamente del ordenador.


¡Tiroriiiiiiiiiiiii! ¡Tiroríiiiiiiiiiii! ¡Dun dun!


Mientras se autodestruye, puede usted mirar el genial tráiler falso “Don't” que rodó Simon Pegg con Edgar Wright, tras el éxito de Zombies Party, para el díptico Grindhouse.


viernes, 16 de diciembre de 2011

"Gran Hermano" desde la casa del tío Clint Eastwood

Un día se me ocurrió poner la tele y hacer zapping. En una cadena ponían El barco, infame serie en la que para ganar audiencia los chicos y chicas comparten ducha y vestuario para exhibir sus cuerpos danone. Cambié rápidamente de canal, y me encontré con "Gran Hermano", en su enésima edición (creo que tenemos el dudoso récord de ser el país en el que más ha durado el nefasto show).

De repente me vino a la mente el oscuro pensamiento de que ojalá los Mayas tuvieran razón y el mundo se acabara en 2012.

Hasta ahora pensaba que para que yo viera Gran Hermano tendría que haber una invasión de zombies alrededor de la casa de los concursantes como en la genial serie Dead Set (Muerte en directo). Sin embargo, he cambiado de opinión. Existe otra forma de que Gran Hermano me interesase... ¡Qué las cámaras estuvieran dentro de la casa de Clint Eastwood!

Pues bien, resulta que el tío Clint está considerando permitir que pongan cámaras en su casa para hacer un reality show, en la línea de Gran Hermano, en torno a las relaciones entre su esposa Dina y sus hijas, Morgan y Francesca, esta última aspirante a actriz. El propio Clint apenas saldría en el programa, para dejarle el protagonismo a ellas, pero aún así la idea es genial. Y lo mejor es que estoy seguro de que a Mercedes Mila le faltan pelotas para aparecer por allí.

¡Yo no me iba a perder ni un minuto de lo que ocurriera en el domicilio de mi ídolo! ¿Limpiará por la mañana el Magnum del 44, el mejor revólver del mundo? Si el vecino pone la radio alta seguro que irá a verle para decirle algo así como: "Hay más de cien motivos por los que no debería matarte, pero ahora mismo no se me ocurre ninguno". Y estoy convencido de que más de un fan se cuela en su casa mientras hace la colada para decirle aquello de "te pareces a un tipo que vale 2.000 dólares" y él responderá "Sí, pero tú no te pareces al que los va a cobrar".

miércoles, 14 de diciembre de 2011

Fin de Año Zombie en La Sexta

No es novedad que nos comportemos la noche de fin de año como zombies, empeñándonos en comer al ritmo imposible de las campanadas unas uvas que siempre son las peores de todo el año. El que inventó esta absurda tradición tenía mala uva, y una necesidad acuciante de vaciar su almacén de restos de serie. Pues bien, este año las campanadas van a ser más zombies que nunca en La Sexta, cadena que yo pensaba que había pasado a mejor vida, porque no la veo nunca, aunque en realidad no veo ninguna cadena...

Confieso que he recurrido a internet para ver la entrevista de Jordi Évole al próximo hijo predilecto de Andalucía junto con Josep Antoni Durán i Lleida...

El caso es que las empresas catódicas tratan de sobrevivir después de la muerte con fórmulas innovadoras, y La Sexta tratará de rentabilizar el enorme éxito de su serie estrella, The Walking Dead, recurriendo a una familia de zombies para despedir al moribundo 2011. El Sr. Walking, la Señora Dead y su hijo, Justin Walking Dead, compartirán la NocheMuerta con otros zombies, la Familia Mortimer, y con diversos presentadores de la casa, como el propio Évole, Eva Hache, y Mamen Mendizábal, aunque a la hora de la verdad conectarán con una pareja de vivos, el Gran Wyoming y Usun Yoon, que serán los que retransmitan las campanadas.

Curiosamente, este anuncio es la gota que colma el vaso... Nunca pensé que diría esto, pero 'estoy harto de zombies'.

Hala, ya lo he dicho...

Cuando era joven y apasionado de títulos como Zombie, de George A. Romero, pensaba que las películas de muertos vivientes eran como los zapatos, que nunca tienes suficientes. ¡Nadie iba a decirle a Romero que ya nos había proporcionado bastante diversión, y que podía retirarse! Y sigo viendo cualquier película en la que salgan zombies, pero es que últimamente, salen hasta en la sopa. Yo creo que hasta los intentaron poner de colaboradores de Sálvame, pero que tuvieron que renunciar a la idea porque se habrían muerto de hambre.

En fin, no bebáis mucho esa noche, que ya se sabe que luego empezamos el año hechos unos zombies. Y si estáis lo suficientemente sobrios recordad que me podéis seguir en Twitter.

El libro de Steve Jobs: Adiós Mr. Chips

He estado leyendo estos días el libro del año, "Steve Jobs", biografía del friqui de los friquis, escrita por Walter Isaacson (editorial Debate). La recomiendo no sólo porque la vida del protagonista es apasionante, sino también porque el libro ayuda a entender muy bien el mundo actual y la generación a la que pertenezco.

Según cuenta el libro, a Jobs le presentan un día al Rey Juan Carlos, de España, y de repente el monarca saca una pluma y le firma un papelajo. "¿Qué ha pasado?", le preguntan a Jobs, y él responde: "Le he vendido un ordenador". 

Como era tan perfeccionista, le costaba encontrar muebles totalmente a su gusto, así que tenía la casa medio vacía. 

Parafraseando su propio eslogan, Jobs era "sencillamente genial". En 1982 le preguntaron si quería realizar una investigación de mercado para sus productos, pero él respondió: "¿Para qué? ¡Si nuestros clientes no saben lo que quieren hasta que se lo mostramos!". Y lo más curioso es que tenía razón, a juzgar por la cantidad de mails pijos que recibo con la etiqueta "o sea, enviado desde mi iPhone", a los que respondo con textos 'enviados desde mi cutre-PC de desecho comprado de saldo en una tienda de segunda mano'.

No me extraña que el mismo Jobs eligiera como su biógrafo a Isaacson, autor de libros sobre Albert Einstein y Benjamin Franklin. Es un escritor conciso que se ha documentado como una bestia y sabe mantener la atención del lector. A principios de 2004, Jobs le llamó para pedirle que diera con él un paseo, como solía hacer con las personas a las que tenía que comunicarle algo importante. Mientras caminaban, le propuso que escribiera un libro sobre él, pero Isaacson se mostró reacio. Aquel tipo estaba en la cima de su carrera. ¿No sería mejor esperar a que se jubilara y así podría contarlo todo sobre él? Le contestó que por el momento no estaba interesado.

Cinco años después, Laurene Powell, la esposa de Jobs, acude a hablar con Isaacson para decirle: "Si piensas escribir alguna vez un libro sobre Steve, más vale que lo hagas ahora". Estaba ya muy gravemente enfermo. En aquel encuentro, Powell le confesó al autor que la primera vez que Steve le había llamado ya le habían diagnosticado la temible enfermedad, aunque la mantenía en secreto, y estaba a punto de someterse a una compleja operación.

viernes, 9 de diciembre de 2011

Magneto se viste como Juan Carlos I

Estos días de puente en los que pocos trabajamos, por no haber no hay nadie ni en el Facebook. De hecho, la única que escribe algo de todos mis conocidos es mi amigota Ana Molinero, una de las profas más ingeniosas y divertidas del mundo, que cuenta que Zarzuela ha pedido que Magneto, sí, sí, el malvado de los X-Men, deje de vestirse con el uniforme de Capitán General del Ejército del Rey Juan Carlos. El supervillano va a aparecer con la misma ropa del monarca en el videojuego "Ultimate Marvel vs. Gapcom 3". De momento, estudian solicitar a la distribuidora, Koch Media, que retiren el juego.

Al parecer no es la primera vez que el poco escrupuloso Magneto se apropia del vestuario real, pues el malvado personaje ya imitó al Borbón en el cómic "The Pulse: House of M Special", donde salía con la misma postura y el mismo fondo de una foto oficial de nuestro ilustrísimo Jefe del Estado. Los de Zarzuela hablaron con Marvel, que se disculparon y dejaron de distribuir el tebeo para evitar susceptibilidades.

No me sorprende que ocurra esto, ya que lo controlan todo bastante. De hecho tengo que decir que son un ejemplo de profesionalidad y gente seleccionada entre los mejores (pongo esto porque sé que me estarán leyendo... ¡un saludo!). Y es que a mí normalmente no me sigue nadie, pero si curiosamente escribo sobre el monarca algo que se salga de lo normal, me localizan y me llaman enseguida. Por ejemplo, en una ocasión, cuando trabajaba en un diario venido a menos, con el frenético ritmo diario trabajábamos escribiendo sobre la maqueta del día anterior. En una, pusimos una foto de Don Juan Carlos, pero olvidamos cambiar el pie de foto, que hacía referencia a Ramón el oso, salsero de El Combo Belga. Fue muchísimo antes del 'osogate', cuando la prensa rusa acusó al rey de matar a un oso al parecer en cautiverio, pero por si acaso nos llamaron, para preguntarnos a quién pretendíamos llamar "oso".

Casualmente, estos días sale a la venta el libro "El precio del trono", de mi 'ídola' Pilar Urbano, autora de grandes libros que siempre consigue enterarse de cosas que no sabe nadie, como que no se casó por amor con Doña Sofía. Aún no he tenido el gusto de leerlo, pero es que alucino con lo clarito que habla esta maestra de algunos que queremos llamarnos periodistas. Si hasta nos da miedo reproducir lo que cuenta en blogs como éste, por si nos denuncian. Según cuenta ella (yo soy 'pequeñito' e inocente), en la CIA le han enseñado un memorándum que explica que Estados Unidos ayudó al Borbón a coronarse. "No porque les importe la democracia, que les importa un pito, sino para que jurase como rey con el apoyo del ejército y se integrase en la OTAN", comenta la Urbano. Me quito el sombrero ante esta mujer, una vez más.

miércoles, 7 de diciembre de 2011

"Millenium": A mí no me embarga 'ni mi padre'

La palabra embargo me retrotrae a tiempos duros, cuando trabajaba en una empresa que se fue al traste, y venían cada día unos señores con traje y gafas de sol a llevarse los muebles, los ordenadores, y hasta las sillas en las que estábamos sentados. Por eso me resulta un tanto desesperante la costumbre que cultivan últimamente las distribuidoras de cine de embargarnos las críticas de los grandes estrenos. No se llevan nuestros cachivaches, por ahora, pero nos hacen firmar un acuerdo de que no publicaremos reseñas de determinada película hasta un día determinado. Incluso me tengo que hacer un esquema de cuándo pueden salir tales críticas. ¡Un lío!

Curiosamente, se suelen embargar los comentarios de aquellas producciones a las que vamos a poner a caldo –como la infame Green Lantern (Linterna Verde) y la delirante Amanecer (Parte 1)–, por aquello de minimizar los daños. Se siente uno poderoso cuando temen que lo que se escriba va a influir en que vayan más o menos espectadores al cine. I've Got the Poweeerr!

El caso es que si trabajas en un medio en crecimiento con futuro te tienes que callar. Pero a uno le queda la incertidumbre de qué pasaría si trabajase en The New Yorker. ¡A ver quién me iba a toser!

Pues bien, mi duda ha quedado resuelta esta semana, cuando David Denby, crítico de la citada revista semanal, se ha puesto chulo y ha pensado algo así como "a mí no me embarga ni mi padre". ¡Sí, señor! ¡Con dos narices! Denby decidió publicar su opinión sobre Millenium: Los hombres que no amaban a las mujeres, adaptación de la célebre novela de Stieg Larsson, dirigida por David Fincher, y estreno estrella de Sony para esta Navidad en USA.

El 'plumilla' ha pensado que al fin y al cabo le había gustado mucho el film, o sea que no iba a hacer ningún daño a la productora, y también que le hacía más ilusión escribir sobre esta peli que sobre Un lugar para soñar, de Cameron Crowe, que por lo visto es fina. Total, que ha salido ocho días antes de la fecha en la que le permitían publicarla.

El resultado es que 'ha montao un pollo' considerable. Andre Caraco, vicepresidente ejecutivo  de publicidad de Sony, ha hecho público un comunicado en el que califica de "completamente inaceptable", la actuación de Denby. "La ruptura del embargo viola un acuerdo de confianza", comenta Caraco. "No se trata de controlar a los medios. Cuando intentas orquestar cierta anticipación resulta muy frustrante que alguien acepte un acuerdo, y luego haga lo que le dé la gana", explica David Fincher.

En Sony están tan enfadados que han prohibido a Denby acudir a sus futuros pases de prensa. Y hasta ha salido a la luz un duro intercambio de mails entre el crítico y Scott Rudin, el productor del film.

"Has dañado muy gravemente a la película con esta decisión, y honestamente no puedo invitarte a ver otra película mía de nuevo. No me interesa por qué hiciste esto. Simplemente lo hiciste. Rompiste tu palabra y eso es algo bastante inmoral y piojoso". Lo que faltaba. ¡Ahora nos califican de piojosos!

En cualquier caso, y sin romper ningún acuerdo, pongo aquí una campaña viral muy chula de Sony para promocionar el film de Fincher, que es un programa televisivo en el que se habla como si fuera verdad de la desaparición de la chica que tiene que buscar el protagonista (Daniel Craig) en el film. Por desgracia sólo está en inglés.


lunes, 5 de diciembre de 2011

La pesadilla antes de Navidad de la Lotería

Desde hace varias semanas proyectan en los cines, antes de los trailers, el anuncio de la Lotería de Navidad de este año, con el que también nos bombardean en televisión.
Al parecer han despedido al calvo de los anuncios de otros años que se había hecho tan famoso como Mr. Proper, con el que ahora coincidirá en la cola del paro. El nuevo spot se titula "La fábrica de sueños", y tiene como banda sonora el tema 'Ice Dance' de la banda sonora de Eduardo Manostijeras, de Tim Burton, aunque creo que habría sido más apropiado, ya puestos, haber escogido la música de su cinta Pesadilla antes de Navidad.

Y es que puede convertirse en una pesadilla el sorteo extraordinario de estas fechas para los que no solemos jugar. Nos agobian en nuestra empresa, la comunidad de vecinos, el kiosco donde compramos el periódico, la pescadería y el bar al que vamos a tomar un café con los décimos de marras. "Si no lo compras, como no te toque vas a querer darte con la cabeza contra la pared", me dice el carnicero. Parece el sorteo extraordinario de la envidia navideña, compramos porque nos fastidia que le pueda tocar a los otros y a nosotros nada de nada. ¡Fomenta la negatividad! Y encima conozco a muchos tipos tan mezquinos que además de comprar todos los números de las personas de su alrededor, luego además se van lejos, a un barrio cualquiera, en el que no conozca a nadie, a comprar un número que sea sólo suyo para que le toque únicamente a él y se chinchen todos los demás.

Pero lo que realmente se ha llevado la palma este año son las colas de la nueva sede de Doña Manolita. Desde septiembre, yo que paseo mucho por la zona, contemplo atónito que ha ido creciendo una cola tremenda que estos días bate todos los records imaginables. Incluso han tenido que poner guardias de seguridad para que los no creyentes en la lotería podamos circular.

El jueves pasado coincidió que pasé por el lugar en torno a las nueve, y descubrí asombrado que se había desatado una pelea a puñetazos, y la gente gritaba alteradísima. Un grupo de seis o siete agentes de la policía trataba de imponer el orden. Uno de ellos, al ver mi cara de estupefacción sonrió y me dijo que no era nada grave. "No te preocupes chaval, si esto pasa todos los días". ¡Pues sí que estamos bien! Resulta que lógicamente, a pesar de la enorme afluencia de público llega un momento en el que los dependientes tienen la humana necesidad de cerrar e irse a su cama a cenar y dormir, por lo que inevitablemente, en algún momento se debe cerrar. Pero claro, a ver quién se lo explica a los fundamentalistas que han hecho una cola de tres horas para adquirir sus décimos. Por eso todos los días se desata el caos.

Intenté que uno de estos talibanes de los sorteos me explicara su devoción, pero fue como discutir con el Ayatollah Jomeini sobre la Jihad. Cuando le pregunté por qué echaban la tarde esperando a la intemperie para comprar un décimo su respuesta fue que en años anteriores habían tocado muchos premios en ese establecimiento. "Pero la probabilidad de que toquen es la misma para todos los números, ¿por qué no se va a comprar a la administración de su barrio y seguro que le atienden enseguida", traté de explicarle, pero el hombre me tachó de 'cientifista'. "Eso no es verdad. ¿Cómo van a tener todos las mismas posibilidades? Por ejemplo, es muy difícil que salga el número 00001, ¿no le parece?". "Sí, claro. Es tan imposible como que toque cualquiera de los demás, o como encontrar novia a mi edad", pensé, pero no se lo dije, porque se ve que la gente necesita algo en lo que creer...

Ya puestos, aprovecho estas líneas para comunicarle a nuestra Community Manager de DECINE21, una rubia impresionante que se llama Gema, que quiero un décimo, ya que es la encargada de comprar la lotería de nuestra empresa... Sí, claro que no me gusta jugar pero, ¿y si les toca a los demás y a mí no?

miércoles, 23 de noviembre de 2011

"Arthur Christmas": Todos con Aarman

No hemos acabado noviembre, pero ya está aquí la Navidad. Ya hace un par de semanas que han puesto los turrones en el supermercado, en la Puerta del Sol están instalando ese horrible abeto artificial de Agatha Ruiz de la Prada, y desde septiembre si pasas por Callao no puedes evitar asustarte ante la pantagruélica cola para comprar loterías en la nueva ubicación de Doña Manolita, aunque esto último es tan surrealista que merecerá su propia entrada en este blog.

Confieso que hace mucho me encantaban estas fiestas hasta que el agobio consumista ha acabado con mi paciencia y con mi espíritu navideño hasta el punto de que se me conoce como Juan Luis Scrooge. Cuando los fantasmas de las Navidades pasadas y compañía ya se estaban planteando hacerme una visita para decirme un par de cosas, la compañía Aarman ha logrado el milagro de devolverme las Navidades.

Nos deslumbraron con los cortos de Wallace y Gromit y con joyitas como Creature Comforts, pero la empresa británica no había tenido mucha suerte con su salto a los largometrajes. Aunque Evasión en la granja no fue mal, poca gente fue a ver Ratónpolis y Wallace & Gromit: La maldición de las verduras, lo que motivó que Universal les diera la patada.

Ahora, aliados con Sony, estrenan Arthur Christmas: Operación regalo, por fin una película navideña tronchante y llena de imaginación. Aunque a nivel técnico, Pixar ha seguido apabullando con Cars 2, me atrevo a decir que a nivel global la cinta de Aarman es la mejor en el campo de la animación del año (o casi, casi). ¡Por una vez que Lasseter y compañía bajen al puesto 2 no creo que anden demasiado preocupados!

Es curioso que la compañía Aarman, que se ha visto obligada a rodar con animación digital en lugar de usar la 'stop-motion', especialidad de la casa, reivindique en la trama la calidez de los métodos tradicionales –los renos– frente a la la sofisticación. ¡Lo han hecho con mala leche, sin duda! Ellos logran también algunos momentos emotivos, así que por una vez, las gafas del dolor del 3D sirven para algo: para tapar los lagrimones de los espectadores más sensibles.

lunes, 21 de noviembre de 2011

"Amanecer. Parte 1": Pero, ¿qué se inyecta Stephenie Meyer?

Además de criticar mucho a Stephen King para que me pongan a caldo sus fans, también me encanta arremeter contra las diferentes entregas de Crepúsculo, pues luego me ponen comentarios ofendidísimas seguidoras adolescentes que inspiran 'ternurita'. Para seguir incordiándolas, fui a ver Amanecer (Parte 1), pensando que sería tan aburrida como las cintas que la preceden, y he alucinado en colorines...

En la cola, una de las apasionadas me preguntó si yo era 'tin' Edward o 'tin' Jacob, y le respondí que era más bien 'tin' Burton y 'tin' Robbins.

El comienzo es muy aburrido. Una hora de despedida de soltero (sin stripper, eso queda claro), boda, luna de miel en isla paradisíaca, etc. Es posible que como no ocurría nada interesante me quedara dormido, pues dicen que cuando te pasa eso en el cine, sueñas que sigues viendo la película y tienes la sensación de que no te has perdido nada. Eso explicaría lo que creí ver después...

Atención: ¡SPOILER total! No sigáis leyendo si no habéis visto la peli o leído el libro y pretendéis hacerlo alguna vez. ¡Aunque igual lo soñé todo y no es un SPOILER! Cualquiera sabe.

Para empezar, Bella anuncia que ha pensado en ponerle a su hija un nombre que combine el de su madre, Renée, con el de la madre de Edward, Esme, así que a la pobre chavala le va a tocar llamarse 'Renesme'. No sé si en inglés 'Renesme' suena bien, en español no mucho. Menos mal que las abuelas no se llaman 'Tomasa' y 'Recesvinta', porque la habría puesto a la desgraciada 'Recesvintomasa'.

Durante el parto, el bebé tiene una placenta muy dura, de forma que Edward se ve obligado a morderla, en plan Tom Cruise, para que la criatura pueda nacer... Surrealista.

Además, Edward hace gala de una peculiar forma de convertir a Bella en vampira. Saca una jeringa gigante y le dice a Jacob que le va a inyectar directamente en el corazón su ponzoña. Al parecer, en vez de saliva debe tener ponzoña, una especie de veneno, y eso es lo que convierte a los otros en vampiros... Curioso, sí señor...

Pero vamos al grano... Resulta que en realidad toda la saga es una manera de hacer mucho ruido (y vaya si ha sido sonada) de cara a divulgar entre los adolescentes que lo romántico, lo que mola, es no practicar el sexo hasta después del matrimonio. El mensaje parece sincero, pues la Meyer es ferviente seguidora de la fe mormona. Yo eso lo respeto. Bienintencionada es la mujer, sin duda. Pero tanta preocupación por la moralidad, por señalar el camino a los chavales y tal, y luego sugiere cosas bastante más chungas que las que quiere evitar.

Jacob, el hombre lobo, se siente asqueado la primera vez que ve a la tal 'Renesme'. Pero luego se queda prendado del bebé que ha tenido su adoradísima Bella, que se suponía que era el amor de su vida, con su competidor. Según la peli, Jacob se 'imprima', lo que al parecer significa que se queda pilladísimo y que va a ser su pareja... El director, Bill Condon, mantiene la elegancia, pero desde luego esto es un tanto oscuro. ¿A vosotros os parece normal? Todo es tan malo, que más que escandaloso e irritante resulta disparatado.

Niños, no practiquéis sexo antes del matrimonio, y no toméis drogas, haceros estrellas de la literatura juvenil y os las darán gratis...

viernes, 18 de noviembre de 2011

Stephen King: El tamaño sí importa

Estos días me he leído un libro de Stephen King, "Todo oscuro, sin estrellas", que en principio es el último publicado en España, aunque me hago un lío... ¡Como los fabrica en serie y tiene tantos! Y eso que dijo hace unos años que se iba a retirar, porque estaba bastante fastidiado el hombre con las secuelas del fatal atropello que sufrió. Juró por sus muertos que al menos se contendría un poco, pero después de éste ha escrito "11/22/63", "Mile 81" y "La Torre Oscura: The Wind Through the Keyhole". ¡Qué bien que haya bajado el ritmo!

¿Por qué me cojo para leer un libro de King con lo mucho que se publica en España? ¿Masoquismo? Se debe tener en cuenta que los últimos libros que me gustaron de King son del 86-87, o sea cuando escribía "It", "Los ojos del dragón" y "Misery". Desde entonces, y para expresarlo claramente: ¡La madre que le parió! Disfruté, eso sí, de su autobiografía, "Mientras escribo", donde en un arrebato de sinceridad confirma que redactó "Cujo" bajo los efectos del alcohol y ni se acuerda de ella. Igual es que no la escribió él, cualquiera sabe.

La razón de que haya elegido este libro es muy sencilla. Cuando escribo de King me ponen comentarios numerosos apasionados del hiperactivo de Maine, visiblemente indignados. Nunca me he metido con nadie en este blog que suscitara tanta pasión... El caso es que soy un poco malvado y decidí que me terminaría el último troncho de King para poder despacharme a gusto.

El plan no ha salido bien, porque ha ocurrido algo completamente inesperado... Resulta que me ha gustado. ¿Estoy borracho yo también como King en sus peores años? No, lo cierto es que no, creo que la clave está en que se trata de relatos cortos.

Se piensa el creador de tochazos King que un libro es mejor cuanto más pese, sólo así se explica "Apocalipsis", que creo recordar que tenía más de mil páginas. Le sobraban 990. Sin embargo, sus nuevos relatos duran lo justo, y sin ser originales (creo que debió ver en la tele Bonnie and Clyde, La extraña que hay en ti y alguna película más y a partir de ahí ha hecho un refrito), sí que logran mantenerte en tensión, y bastante. Por ejemplo, en uno de los cuentos una señora, en apariencia felizmente casada, descubre que su marido tiene un cajón secreto en un lugar del garaje, y decide abrirlo... Se encuentra algo muy extraño, ¿a qué dan ganas de saber lo que es y seguir leyendo? ¡Pues eso ocurre con el libro! En fin, no es que vaya a revolucionar la literatura pero es poco habitual de un tiempo a esta parte encontrarse con un King entretenido.

El que más me ha gustado es el que ocupa menos, unas 40 páginas. El tamaño sí que importa, Stephen, pero en tu caso al revés. Escribe microrelatos, que seguro que son 'la caña': "Y cuando desperté, Carrie y un dinosaurio todavía estaban allí".

En fin, este libro además, ha recuperado una venada salvaje inédita últimamente, pues es un poco 'gore'. Me da a mí que igual lo ha escrito su hijo, Joe Hill, que está más en forma, pues puede que sea tan prolífico como él, y si escribe mucho material se habrá visto obligado a adoptar un pseudónimo. Lo mismo ha escogido el nombre de Stephen King, que vende mucho... ¡Y todo queda en familia!

Por favor... ¡seguidme en Twitter! Es triste de pedir, pero más triste es de robá... @cinedeterror

martes, 15 de noviembre de 2011

Carta a mi amigo Piti sobre Tintín

¡Hola, Piti! ¿Cómo va eso? ¿Los hobbits bien? ¡Anda que no te quejarás, que me han dicho que está llegando el verano allá a Nueva Zelanda, y que hace una temperatura de lo más agradable! ¡Y nosotros aquí pelándonos de frío! ¿Qué tal Fran y los chavalines? ¡Dales muchos recuerdos!

Mira, tio, te comento una cosita... Como sé que estás muy 'pillao' de curro con la Tierra Media de las narices, he pensado que mejor no te llamo, sino que te lo cuento aquí. Como sé que de vez en cuándo lees mi blog para ir practicando el español, seguro que te encuentras este post.

Hace poco estuve viendo el Tintín que nos ha hecho el tío Stevie, y mira que el hombre se lo ha 'currao', ¿eh? Y toda la peña parece encantadísima. Pero yo, no sé, tío, no le acabo de ver el punto. Hablaba hace poco con otro colega, Álex Bassas, de la Librería del Espectáculo, que por cierto, me dice que a ver cuándo quedáis para tomaros unas cañas, y me dio la clave. Me dijo que el tío Stevie se tenía que haber tirado el rollo y haber rodado la peli en imagen real. ¡Con dos narices!

Entonces yo pensé que se habría parecido menos al cómic, claro, y que igual a los tintinófilos les habrían entrado ganas de zurrarle la badana, pero, aunque no recordara a los tebeos, ¿qué más daría? ¡Porque sería una pelí morrocotuda! Imagina esa planificación del tío Stevie, a Daniel Craig acosando a Jamie Bell, persecuciones trepidantes, y esa música tan guapa que se ha marcado el agüelillo Johnnie. ¡Sería la bomba! Ya puestos se le pueden cambiar los nombres a los personajes y sería otra cosa.

Digo yo, ya que estás en el ajo. ¿No podrías hacer algo con El tesoro de Rackham el rojo? Por el mismo precio, como tienes que rodar a los actores antes de la captura de imagen, para reconvertirla en esos fantasmagóricos y fríos monigotes, podrías hacer también una versión normal de la peli...

Sería un poco como el Cola-Cao, que se puede comprar en versión light megaguay, en versión soluble instantánea y en su formato de siempre, de ése que no se disuelve ni de broma en la leche, pero que tantos recuerdos nos trae. Imagínate, ahora mismo se puede ver Tintín en 3D para los ultramodernos, en 2D para los menos modernos, y para los carrozas como yo, el próximo Tintín se podría ver también como una peli de toda la vida, de ésas que tanto nos gustaba ver en los cines. ¿Qué me dices, tron? ¿Te mola la idea?

viernes, 11 de noviembre de 2011

Y la presentación de los Oscar va para... ¡Billy Crystal!

No me han hecho caso finalmente. Aunque pedía en mi entrada anterior que los presentadores de los Oscar de este año fueran los Teleñecos, se ve que mis humildes líneas no han logrado seducir a los miembros de la Academia de Hollywood, que a pesar de mis recomendaciones han preferido contratar como anfitrión a este año a Billy Crystal.

Aunque echaré de menos a la rana Gustavo, para qué negarlo, lo cierto es que Crystal es una buena elección. Me hacen gracia sus chistes. Al enterarse de que le fichaban ha dicho: "Que bien que voy a hacer los Oscar, así la mujer joven de la farmacia dejará de preguntar mi nombre cuando voy con las recetas".

Crystal me trae buenos recuerdos de aquellas noches en vela, para ver los Oscar. ¡Qué bueno cuando se vistió de Hannibal Lecter para reírse deAnthony Hopkins! Por aquel entonces los presentadores de la gala no parecían estar muy conformes con su cometido, y venían a comentar más o menos que la gala estaba hecha para pazguatos, ante el asombro de los pazgüatos que estábamos levantados a las 4 y media de la mañana para que nos insultaran.

"Sí, hijo, el amor verdadero es lo mejor que existe, salvo quizás los bocadillos de cordero", decía su personaje en La princesa prometida, aunque quizás su papel más recordado es el protagonista de Cuando Harry encontró a Sally:

-Cuando acompañas alguien al aeropuerto es porque estás al principio de una relación, por eso yo nunca acompaño a nadie al aeropuerto al principio de una relación.

-¿Por qué?

-Porque las cosas se complican y dejas de acompañarla al aeropuerto y a mí no me gusta que ninguna mujer pueda decirme: Ya no me acompañas al aeropuerto como antes, mi amor...

Además, seguro que los que tengan mi edad flipan con las siguientes frases: "Esta es la historia de dos hermanas, Jessica Tate y Mary Campbell. Jessica vive en un barrio digamos, rico. Jessica ama la vida. Lo único que añadiría a la vida si pudiera, sería un fondo musical. Los Tate tienen incluso más secretos que dinero. Mary también ama la vida, pero desgraciadamente, la vida no parece estar loca por Mary. Como ven, los Campbell no tienen tanto dinero como los Tate. Lo que si tienen, en cambio, son tantos secretos como ellos".

En fin, viva Billy Crystal, y paro ya de escribir entradas nostálgicas, que esto en lugar del blog del terror empieza a parecer "Que tiempo tan feliz". Tengo que aprender a vivir en el presente, en el 11 del 11 del 11.

¿Conseguirá Jodie cambiar de sexo? Esto, perdón... ¿Conseguirá Crystal revitalizar los Oscar? ¡Todas estas respuestas y muchas más en el próximo episodio de los premios de la Academia, el 26 de febrero...

Y la presentación de los Oscar va para... ¡Billy Crystal!

No me han hecho caso finalmente. Aunque pedía en mi entrada anterior que los presentadores de los Oscar de este año fueran los Teleñecos, se ve que mis humildes líneas no han logrado seducir a los miembros de la Academia de Hollywood, que a pesar de mis recomendaciones han preferido contratar como anfitrión a este año a Billy Crystal.

Aunque echaré de menos a la rana Gustavo, para qué negarlo, lo cierto es que Crystal es una buena elección. Me hacen gracia sus chistes. Al enterarse de que le fichaban ha dicho: "Que bien que voy a hacer los Oscar, así la mujer joven de la farmacia dejará de preguntar mi nombre cuando voy con las recetas".

Crystal me trae buenos recuerdos de aquellas noches en vela, para ver los Oscar. ¡Qué bueno cuando se vistió de Hannibal Lecter para reírse deAnthony Hopkins! Por aquel entonces los presentadores de la gala no parecían estar muy conformes con su cometido, y venían a comentar más o menos que la gala estaba hecha para pazguatos, ante el asombro de los pazgüatos que estábamos levantados a las 4 y media de la mañana para que nos insultaran.

"Sí, hijo, el amor verdadero es lo mejor que existe, salvo quizás los bocadillos de cordero", decía su personaje en La princesa prometida, aunque quizás su papel más recordado es el protagonista de Cuando Harry encontró a Sally:

-Cuando acompañas alguien al aeropuerto es porque estás al principio de una relación, por eso yo nunca acompaño a nadie al aeropuerto al principio de una relación.

-¿Por qué?

-Porque las cosas se complican y dejas de acompañarla al aeropuerto y a mí no me gusta que ninguna mujer pueda decirme: Ya no me acompañas al aeropuerto como antes, mi amor...

Además, seguro que los que tengan mi edad flipan con las siguientes frases: "Esta es la historia de dos hermanas, Jessica Tate y Mary Campbell. Jessica vive en un barrio digamos, rico. Jessica ama la vida. Lo único que añadiría a la vida si pudiera, sería un fondo musical. Los Tate tienen incluso más secretos que dinero. Mary también ama la vida, pero desgraciadamente, la vida no parece estar loca por Mary. Como ven, los Campbell no tienen tanto dinero como los Tate. Lo que si tienen, en cambio, son tantos secretos como ellos".

En fin, viva Billy Crystal, y paro ya de escribir entradas nostálgicas, que esto en lugar del blog del terror empieza a parecer "Que tiempo tan feliz". Tengo que aprender a vivir en el presente, en el 11 del 11 del 11.

¿Conseguirá Jodie cambiar de sexo? Esto, perdón... ¿Conseguirá Crystal revitalizar los Oscar? ¡Todas estas respuestas y muchas más en el próximo episodio de los premios de la Academia, el 26 de febrero...

jueves, 10 de noviembre de 2011

¡Queremos que los Teleñecos presenten los Oscar!

La gala de los Oscar del año pasado se presentaba prometedora, pues el productor Bruce Cohen (oscarizado por American Beauty) prometió que iba a modernizar el evento. Luego resultó que lo único que hizo fue incorporar el show a las redes sociales, lo que provocó que James Franco estuviera más pendiente de hacer comentarios en Twitter que de sus labores como presentador, mientras que su compi, Anne Hathaway, se cambiaba continuamente pues lució hasta ocho modelitos, pero como conductora de la gala resultó ser más sosa que Belén Esteban dando una conferencia de física nuclear.

Para colmo de males, los guionistas tenían menos sentido del humor que la suegra de Terminator. Gwyneth Paltrow se anotó el tanto de convertirse en la peor intérprete de una canción nominada al Oscar de toda la historia. El coro de niños que cantaba al final "Over the Rainbow" mientras salían al escenario todos los nominados fue el sumun de la horterada... Para colmo de males, ofendieron a los fans de Jóvenes ocultos olvidándose de mencionar a Corey Haim entre los fallecidos del año, y ni siquiera hubo emoción en los premiados, todos absolutamente cantados, hasta el punto de que presentaron las diez candidatas a la mejor película con unas palabras de fondo que eran el discurso que daba el rey en El discurso del rey, que luego, oh, sorpresa, fue la ganadora.

Así las cosas, me sumo a los blogueros, tuiteros (@MuppetOscars) y usuarios de Facebook que se han unido en una causa común: ante la dimisión de Eddie Murphy, queremos que los próximos presentadores de los Oscar sean... ¡los Teleñecos! Ya que soy profesional del ramo y esa noche me quedaré despierto, al menos quiero morirme de risa con la rana Gustavo.

Los comentarios de los usuarios no tienen desperdicio. "No he visto los Oscar en años, pero no me perdería ni un minuto si lo presentan los Teleñecos", comenta un usuario. "No sólo los vería una vez, sino que los grabaría y los vería una y otra vez", explica un entusiasta.

La propuesta no es descabellada. Los Oscar se emiten en la cadena ABC, que pertenece a Disney, propietaria también de los Teleñecos de 2004...

Ya me froto las manos sólo con pensarlo. Imagino a Gonzo intentando seducir a Scarlett Johansson con sus chistes malos, a Peggy tratando de robarle el Oscar a Meryl Streep, a Animal comiéndose a Nicolas Cage para que no haga más películas malas... Y las interpretaciones de las canciones nominadas podrían ser de infarto, con Rodolfo al piano, y el resto montando el show...


lunes, 7 de noviembre de 2011

La jubilación a los 90 de Francisco Ibáñez y su Mortadelo

En 14 años como informador de cine he tenido la ocasión de conocer a grandes astros, como Cate Blanchett, J.J. Abrams, George Clooney, Tom Cruise, Tim Burton, Morgan Freeman, Edward Norton, James Cameron, David Cronenberg, Matt Damon, Alain Delon, Wong Kar Wai, Mike Leigh, Robert De Niro, Al Pacino, Hugh Jackman,Arnold Schwarzenegger, Harrison Ford, etc. Pero a la hora de la verdad, el famoso que más ilusión me ha hecho conocer ha sido uno que me pillaba mucho más cerca. Me consta que algunos de los que leéis este blog habéis tenido también la oportunidad de que os firmara alguna de sus obras.

Acudía a comprar verduras al supermercado de unos grandes almacenes del centro mucho menos ilusionado que cuando podía comprar comida grasienta (la edad no perdona). De repente comentan por megafonía que firma su último trabajo, “Jubilación... ¡a los 90!”, un insigne y destacado personaje. Se trata nada más y nada menos que deFrancisco Ibáñez, el creador de Mortadelo y Filemón.

No es difícil encontrarse al barcelonés Ibáñez alguna vez en la capital del reino. A la Feria del Libro acude de vez en cuándo. Como forma grandes colas, y hay que estar allí un rato hasta que te toque, nunca lo había intentado. Además, no suelo pedir autógrafos, salvo en una ocasión en la que le pedí uno a Guillermo del Toro, porque el 'friqui' mexicano te firma y se dibuja a sí mismo.


Recuerdos de la infancia

Al enterarme de su presencia, me vinieron a la memoria dos de mis primeros recuerdos más significativos. El primero es del día en que mi madre me dejó por primera vez en un colegio, y me llevé un enorme disgusto cuando me abandonó como a Marco, que al menos tenía a su mono Amedio. Tenía tres años, pero era un trasto en casa y no me extraña que me llevaran al cole antes que a nadie.


El otro es de cuando debía tener cuatro o cinco, y le pedía chucherías a mi padre, pero él me vino con dos tebeos de “Mortadelo y Filemón”. Recuerdo una mezcla de frustración por no haber recibido caramelos y de cierta fascinación por aquellos dibujos tan extraños de dos simpáticos personajes calvos. Mi padre me aseguraba que eran muy buenos. Gracias a haber sido cruelmente abandonado en el cole, lo cierto es que sabía leer y pude disfrutarlos.


Al acordarme de esto decidí subir a ver si había mucha gente. Al menos podría ver la cara de aquel tipo, que estimuló como nadie mi imaginación, y sin el cual ahora estaría trabajando en un banco, ganando un pastón, con la vida asegurada, como él antes de crear a sus famosos personajes.


No había mucha gente, por suerte no se había enterado casi nadie. Finalmente decidí quedarme, y cogí un ejemplar del nuevo tebeo, donde con su habitual sentido del humor Ibáñez critica que nos retrasarán la edad de jubilación. Para que los curritos puedan estar en forma y seguir trabajando a una avanzada edad, el profesor Bacterio inventa una pócima, con resultados desastrosos. Aparecen estrellas invitadas de auténtico lujo. La verdad es que a pesar del tiempo transcurrido, me seguía haciendo mucha gracia aquel tebeo.


Cuando al fin me tocó que me atendiera Ibáñez, fue alucinante... ¡Vaya crack! A quien no le conozca, si tiene ocasión, le recomiendo que espere la cola. El hombre está en plena forma a sus 75 años, ilusionadísimo, pintando muñecos a sus seguidores con una sonrisa y haciendo gala de gran vitalidad.


-Aquí donde me ve, sigo sus tebeos desde hace 35 años –le dije finalmente– y aunque se supone que ya soy adulto, cuando he visto la nueva portada me moría de la risa...


-¿Sólo 35? -me contestó él-. ¡Pues eso no es nada! ¡Yo llevo 50 años haciéndolos!


Para mi alborozo se puso a dibujarme un muñecajo de Mortadelo.


-Esperemos que usted no se jubile. Ni a los 90 ni a ninguna edad...


-Uy, eso quisiera yo... ¡Pero no me dejan! Cuando intento sacar el tema me cambian automáticamente de conversación. Me tienen casi encadenado a una mesa haciendo monigotes.


Me entregó el cómic dedicado y me estrechó la mano. En algún lugar de mi interior, el niño que fui una vez se siente extremadamente feliz.