Hacía tiempo que no me ponía tan nervioso en un encuentro con una estrella. Confieso que llevaba un ejemplar de mi libro favorito, "El amor en los tiempos del cólera", para que me apuntara su teléfono, como hacía su personaje en la inolvidable Serendipity, a ver si colaba con un poco de serendipia, aunque prefiero usar el término más castizo 'chiripa'.
Tenía algunas esperanzas, pues le gustan los friquis, ya que su marido es Len Wiseman, ése que filmó a Bruce Willis cargándose un helicóptero por el método de lanzarle un coche en marcha, en La jungla 4.0, y cuya saga Underworld en realidad es una traslación a la pantalla inconfesa del juego de rol "Vampiro. La mascarada".
La Beckinsale resultó ser en persona mucho más impresionante que en la pantalla maquillada de vampiresa pálida experta en lucha cuerpo a cuerpo, con una sonrisa arrebatadora que me hace temblar sólo de recordarla. Me quedé al verla tan mutis como The Artist. Y ya para rematar el conjunto, encima tiene conversación.
-¿No es su vampira más cafre y violenta en esta peli?
-Ha cambiado por el hecho de ser madre. Intenta ser muy protectora con su hija, por eso no duda en utilizar la violencia si hace falta para estar junto a ella. A mí me ha pasado exactamente lo mismo. Desde que soy madre... ¡me he vuelto más violenta!
Después de esto estoy más cerca de cumplir el sueño de conocer a las tres grandes 'Kates' del cine actual, pues estuve con Cate Blanchett, y sueño todos los días con ver aunque sea de lejos a Kate Winslet. La lista podría completarse con Kate Hudson, Kate Bosworth y como soñar es gratis pues también con 'Kate' Zeta-Jones, ¿por qué no? Si tengo alguna vez una hija estoy pensando en llamarla Kate, a ver si con un poco de suerte no se parece al padre, y me sale también preciosa y con tanto talento.
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