Las películas yanquis de terror van a quedar totalmente olvidadas como algún director hispánico habilidoso para el género insista en sacarle partido a nuestras leyendas populares. Allá donde vayas te contarán relatos de lo más jugoso. Recuerdo con especial cariño un viaje a Extremadura a una zona arrebatadora, donde si hace un poco de niebla ya tienes ambientación fantaterrorífica gratis.Creía que era una leyenda que allí se comía barato y sobre todo muchísimo. Cuando el estómago apretaba fuimos a comer a un restaurante más bien tarde, después de las cuatro, cuando nadie te sirve ya nada caliente. Nos dijeron que ya casi no les quedaba nada, muy poca cosa, pero que si queríamos nos lo sacaban todo para engañar un poco al hambre. Entonces empezaron a sacar y a sacar perolos gigantescos de legumbres que habrían abastecido a un regimiento. ¡Todo buenísimo! Yo creo que comí dos platos de judías, uno de puré de verduras, dos filetes y abundantes patatas, y aún así sobró muchísima comida. Y era de los que menos comía...
El problema es que no nos podíamos levantar, y mientras hacíamos sobremesa nos empezó a hablar una ancianita con pañuelo en la cabeza a lo Doña Rogelia, que en principio daba muy mal rollo, pero que resultó ser adorable. Le dije que era muy aficionado al terror, así que me aseguró que sabía un montón de historias de la zona. "¡Si yo te cuentara!".
Por ejemplo, ¿quién podría adivinar que en Extremadura hubiera sirenas? ¡Si ni siquiera tienen mar! Pues según aquella buena mujer en Garrovillas de Alconétar (Garrovillas d'alconeta en el lenguaje extremeño-garrovillano) una joven había sido castigada por su madre a medio transformarse en pez, y los pescadores lujuriosos que pasaban por la zona, tras contemplar la mitad superior entusiasmados, se lanzaban al agua para ir a por ella y perecían ahogados. ¡Los muy salidos!
En Garganta la Olla había una moza que ríete tú de Conan, el bárbaro. Tras ser deshonrada por un tipo, se fue a la Sierra de Tormantos donde se vengaba de cuanto varón tenía la estúpida ocurrencia de pasar por el lugar. Primero les intentaba seducir con encanto femenino, pero si eso no funcionaba, la emprendía a porrazos con ellos y se los llevaba a su cueva. ¡Ya veo el papel para Loles León tras ponerse cachas en el gimnasio!
"El cordero" y "El Escornau"
Y también tienen una leyenda de un cordero que se encontró un agricultor que viajaba en borrica y que inmediatamente pensó que esa noche iba a cenar chuletas. Por el camino el apetitoso hallazgo se transformó en una bestia maligna que haría palidecer al mismísimo Alien. Desde entonces no coge nada de la calle aunque se encuentre un billete de 500 euros (otra leyenda curiosa, pues dicen que existen pero nadie los ha visto).
Aunque mi favorita sigue siendo la del "Escornau". Cerca de Ahigal, tienen una piedra que se llama "Canchu la sangri" (que en el idioma nativo significa "roca de la sangre"), que tiene manchas rojas de sangre imborrables. Pertenecía a un bicho que atiende al nombre de el 'Escornau', jabalí por delante y caballo por detrás, que tenía un cuerno en la frente y que al parecer lograron derrotar las señoras de la Cofradía de la Virgen, con ayuda divina. Si llega a pasar en Iowa, ya habría una saga de ocho o nueve entregas, y un Freddy contra El Escornau.
Al final resulta que la mitología extremeña es de tal magnitud que ríete tú de la mitología nórdica, griega o romana.


Había una vez un ceniciento bloguero que vivía solo en su ciénaga. Un sábado por la noche iba a ir al baile con la princesa, pero una malvada bruja la había maldecido, enviándola un peligroso virus de la gripe. Las hadas madrinas de la seguridad social habían logrado frenar la maldición a base de analgésicos que sin embargo la habían dejado en permanente estado de sueño.
Llevaba hoy todo el día pensando en
Universal, legendaria productora sobre todo en el terreno del terror, celebra por todo lo alto su centenario. Anuncian un logotipo especial para conmemorar la efeméride, una gala de celebración y diversos eventos y la restauración de las que consideran las películas más representativas de la compañía. Entre ellas está
Los Reyes Magos han cumplido con su curro, un año más, repartiendo felicidad a los niños buenos pero no a los que no lo hemos sido tanto, lógicamente. En mi caso yo solía esconderme de Sus Majestades, ya que estaban hartos de que a pesar de que me traían carbón, año tras año he seguido siendo igualmente un poco canalla, y cometiendo barbaridades como la escritura de este blog. Así, Melchor, Gaspar y Baltasar habían optado por la acción directa, y decidieron que por mi bien lo mejor era darme un par de bofetadas, a ver si así escarmentaba de una vez, y por fin escribo un blog digno y respetable.
En
Como se ha extendido tanto la corrupción que ya no queda sitio en el infierno, de vez en cuándo los muertos se levantan de sus tumbas y se dan un garbeo por la capital de España, donde se ve tanta marcha de muertos vivientes últimamente que ya no se sorprende nadie.