lunes, 3 de octubre de 2011

Lars Von Trier y Mike Cahill ponen de moda la ciencia ficción planetaria

A las 4 de la mañana, Lars Von Trier se revolvía en la cama sin poder conciliar el sueño. Decidió levantarse y consultar el correo electrónico. Un joven estudiante de cine estadounidense, Mike Cahill, intentaba establecer contacto con Zentropa, su productora. "Señor Von Trier, he tenido una idea para hacer una película que en el fondo sea de ciencia ficción, pero que tenga tono de drama. Y sólo necesito prácticamente un efecto especial para sobreimpresionar un planeta que aparece súbitamente en el cielo de la Tierra". A Von Trier no le hizo mucha gracia. "Bah, estos yanquis no saben de cine", musitó el cineasta.

Vuelvo a escribir sobre Otra tierra, a la que aludía en el post anterior, porque me dejó tan grata impresión que no he parado de pensar en ella. Al parecer se han puesto de moda las películas sobre planetas que aparecen de improviso cerca de la Tierra, pues también ésa es la premisa de Melancholia, el nuevo trabajo del realizador filonazi Lars Von Trier. Ambas cintas tienen en común que en realidad son dramas de gran intensidad dramática, y de hecho en la de Von Trier no aparece ningún elemento fantástico hasta que ha transcurrido una hora y diez de metraje, después de contarnos una boda que recuerda al cumpleaños de Celebración. El otro film podría haberlo visto mi abuela, que se aburría con la ciencia ficción, sin darse casi ni cuenta de que tiene elementos irreales.

La foto que acompaña este post podría ser de cualquiera de las dos cintas.

¿Casualidad? Está claro que sí, pues ambos proyectos se han gestado casi a la vez, uno en Dinamarca y otro en Estados Unidos, en circunstancias muy distintas, y sus directores-guionistas no tienen conexión posible. Ocurrió un caso mucho más llamativo hace unos años cuando salieron casi a la vez El empleo del tiempoLa vida de nadie y El adversario, las tres sobre un tipo desempleado que fingía de cara a su familia que seguía trabajando, como también se ha visto recientemente en una subtrama en El arte de pasar de todo.

Tras apagar el ordenador, Von Trier volvió al lecho e intentó dormirse. "Lars", le dijo su esposa que yacía al lado. "¿Te encuentras bien?". "Sí, claro Bente Frøge, he tenido una idea para una película, sobre un planeta que aparece inesperadamente cerca del nuestro, aunque será un drama", respondió el autor de Bailar en la oscuridad. "Pero oye, ¿se te ocurre algo para salir en las portadas de los periódicos cuando la película vaya a Cannes?".

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