lunes, 11 de julio de 2011

Coppola vuelve al terror

"Que veinte años no es nada" dijo Carlos Gardel, pero ha pasado todo ese tiempo desde que Francis Ford Coppola dirigiese Drácula, de Bram Stoker y en fin, al hombre le han hecho mella los años. Por aquel entonces me habría emocionado si hubiera salido a la luz la noticia de que el director de El padrino iba a rodar un film de terror romántico-gótico, inspirado por escritos de Edgar Allan Poe y Nathaniel Hawthorne, que conectara con Demencia 13, el film con el que comenzó su carrera a las órdenes del productor Roger Corman. Pero como la noticia se ha hecho pública ahora, más bien me muero de miedo...

Coppola rueda con Val Kilmer (¡otro que atraviesa su mejor momento!) Twixt, que adapta un sueño que tuvo el realizador durante un viaje a Estambul. Un escritor en declive llega a un pueblecito mientras promociona su nuevo libro, y allí, se ve involucrado en el asesinato de una joven. Un fantasma llamado V le proporcionará datos sobre lo ocurrido.

En los últimos años, Coppola parece más preocupado por sus viñedos que por el cine. El film vampírico citado puede gustar más o menos (a mí me encanta) pero es el último film realmente 'de Coppola'. Después rodó la infame Jack, y la amena pero impersonal Legítima defensa. Pasó una década prácticamente retirado de la gran pantalla, y regresó con la infumable Juventud sin juventud (si alguien la entiende que me la explique) y la aburrida Tetro (que al lado de la anterior era una obra maestra). Por eso su nuevo trabajo –que tendrá partes en 2D y otros fragmentos en 3D– me da más pereza que levantarme a las cuatro de la mañana.

Los peores errores de Francis Ford Coppola:

 

-Montar un puente aéreo entre la jungla donde rodaba Apocalipse Now con San Francisco para que le pudieran transportar pasta fresca y vajillas de lujo.


-Llevarse a Wim Wenders a Hollywood para rodar la fallida El hombre de Chinatown.


-No haberse jubilado antes de Jack, y abandonar sus viñedos para rodar la marciana y aburrida Juventud sin juventud.


-No haber hablado seriamente con su amigo George Lucas cuando rodó La amenaza fantasma para decirle que se le estaba yendo la olla.


-No amenazar a su sobrinísimo Nicolas Cage con expulsarle de la familia si sigue escogiendo participar en películas nefastas.


-Darle un papel destacado a su hija Sophia Coppola en El padrino 3, y muchos años después no prohibirle que rodara Maria Antonieta, so pena de desheredarla.

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