Para llevar gente a los cines, debido a la popularidad del fútbol, podría aprovechar y poner a hacer de Drácula al Kun Agüero, que además de meter goles, ha hecho sus pinitos como actor, con un cameo en Torrente 4. Si Drácula fuera del Atlético de Madrid se iría a morder a jugadores del eterno rival, el Real Madrid, como Cristiano Ronaldo, porque a ningún vampiro le conviene acercarse a Kaká, que es muy religioso, y seguro que siempre lleva un crucifijo consigo.
Cerezo ya tiene bastante experiencia en “vampirizar”. Es uno de los principales defensores del "polémico" canon digital, con el que según sus propias palabras sólo nos succionan "dos euros por año a cada español". Además, hizo fortuna de una curiosa manera. Lo cuenta Berlanga en un jugoso libro que acabo de leer, “Bienvenido Mr. Cagada”, memorias del cineasta recogidas por Jess Franco. Resulta que antaño, los distribuidores estrenaban las películas en los cines, y luego las explotaban en los cines de barrio, pero después, no sabían qué hacer con ellas, así que abandonaban las copias en un almacén y se olvidaban. Cerezo aprovechó la coyuntura para ofrecerles cuatro duros por esas películas que los distribuidores le vendieron pensando que era un loco al que le gustaba tirar el dinero.
Total, que aquel supuesto “demente” ahora posee por lo visto las tres cuartas partes de las películas españolas, así que cobra derechos por tres de cada cuatro películas que ponen en “Cine de Barrio”... Recuerda el maestro Berlanga que quiso comprar alguna de sus propias películas, como El verdugo, pero en cuanto se dio cuenta –aquí el que no corre, vuela– ya la había adquirido Cerezo. Berlanga tenía que haber probado a echarle agua bendita a Cerezo...
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