miércoles, 28 de marzo de 2012

Palomitas de maíz, tiroriro tirorí (y II)

Vuelvo con las palomitas, un asunto serio que me tiene muy preocupado, porque resulta que incluso ha muerto gente por comerlas en los cines. El año pasado un tipo perdió los nervios porque no podía enterarse de nada debido al insoportable ruido que hacía uno de los espectadores durante la proyección de Cisne negro. Cuando empezaron los títulos de crédito le descerrajó un tiro en la cabeza... Se ve que el film de Darren Aronofsky engancha mucho, porque a pesar de lo enfadadísimo que estaba, el asesino esperó a ver cómo terminaba, posiblemente porque en la cárcel nadie iba a saber decirle qué pasaría con el personaje de Natalie Portman.

Siempre me han dicho que las películas no dan beneficios a las salas, pues lo que da pasta realmente son las palomitas. Cuando se les ha acusado de que los precios de las mismas son astronómicos, los cines siempre han alegado en su defensa que los precios altos del ambigú les permitía mantener muy bajo el precio de las entradas. No sé qué tendrán que decir ahora que las entradas son cada vez más caras... ¡Yo pagué 11 euros –hay que ser ‘pringao’— por el último Torrente! Claro, no tuve pelotas para preguntar cuánto costaba una botellita de agua!

He estado indagando sobre el tema, y resulta que la costumbre de comer palomitas en los cines empezó durante la crisis del 29. En aquel tiempo, la gente vivía en unas condiciones tan malas, que abarrotaban las salas a ver si se evadían un rato con Fred Astaire y Ginger Rogers bailando divertidas coreografías, o con Clark Gable conociendo casualmente a una millonaria en el autobús. El único problema era que resultaba un poco difícil disfrutar con el estomago totalmente vacío. A un genial empresario –sin duda familiar del inventor de las uvas de Nochevieja— se le ocurrió la brillante idea de engañar al hambre con maíz, pues como vivía en Estados Unidos estaba rodeado de granos de este cereal, así que materia prima no le faltaba... En aquel tiempo, tenían un margen de beneficios del 2.500%. ¡Qué pasada! Hoy en día sigue siendo un negocio redondo, pues según The Hollywood Reporter, el 85% de lo que te cobran los cines por las viandas son ganancias. En tiempos de recesión, la gente invierte en oro, que siempre se revaloriza. Pues bien, están equivocados. ¡Parece mucho más rentable invertir en granos de maíz!

Ahora que tenemos otra crisis cada vez peor (si a la otra la llamaron la Gran Depresión no sé cómo se va a conocer ésta en los libros de historia), a este paso no nos vamos a poder permitir ni comprar palomitas, ni la entrada del cine... Como Rajoy no acierte mucho, vamos a tener que buscar bayas silvestres, y quedarnos en casa viendo Telecinco...

lunes, 26 de marzo de 2012

Denuncia al cine por el precio de las palomitas

Sí, yo como palomitas en los cines. 

Soy consciente de que los cinéfilos puristas, Carlos Pumares, y los seguidores de Carlos F. Heredero, consideran que se trata de una auténtica herejía, pero me retrotrae a la infancia. ¡Qué se le va a hacer! Creo que se pueden comer de forma discreta y silenciosa, aunque abundan los primates que se recrean removiéndolas con la mano un buen rato con la única razón aparente de molestar todo lo que puedan a los espectadores de alrededor.

La última novedad palomitera es que hace unos días, Joshua Thompson, un tipo de Michigan, denunció a los cines por el elevado precio de las mismas. Al joven le habían cobrado la friolera de 8 dólares por la bebida y un paquete de cacahuetes, tres veces más de lo que había pagado en otros lugares, según sus declaraciones.

¡Bien! ¡Alguién tenía que hacerlo! Recuerdo haber ido alguna vez al bar de la sala, pedir unas con coca-cola, y resulta que la factura ascendía a siete euros (mil y pico pesetas), lo que me parece una burrada (se puede comer el menú del día en muchos sitios por poco más). Y aunque he pensado que era un poco robo, lo cierto es que tampoco parece que se haya vulnerado ninguna ley. Porque vamos a ver, imaginad que yo abro mañana un bar en el que cobro la caña a 6000 euros. Previsiblemente, no tendré mucha demanda, pero si llega algún medio idiota que piensa que mi producto es especial y se toma una, allá él... El caso es que aunque no soy abogado, dudo que se me pueda procesar por nada. Ignoro por completo la legislación americana, pero tampoco creo que tengan una ley que regule los precios abusivos.

Aprovechando que este blog no lo lee ningún empresario del sector de la exhibición, o eso espero, confieso que cuando me apetecen, acudo al súper más cercano, donde las consigo con una lata de refresco por un euro. Después hago contrabando al estilo de Mark Wahlberg en Contraband. También es cierto que los porteros no parecen tener orden de vigilar celosamente que no introduzcamos alimentos de estraperlo en el recinto, porque nunca me han dicho nada. Existe cierto protocolo, no escrito, según el cual, yo las escondo un poco, el empleado mira hacia otro lado, y punto pelota.

Se ve que con tanta Ally McBealDaños y perjuiciosPerry Mason, y demás series y películas de abogados, estos yanquis lo judicializan todo. Por lo que he leído el tal Thompson no tiene muchas posibilidades de que su demanda prospere. Eso sí, ha logrado el aplauso y el reconocimiento de toda la comunidad cinéfila internacional.

Continuará...

viernes, 23 de marzo de 2012

La oleada de anuncios sinceros de la tele

Si confieso que no veo la tele pensaréis que me las estoy dando de culto... Sin embargo, la triste realidad es que no aprovecho el tiempo para leer a Kierkegaard, sino que veo en el cine terroríficos subproductos, o me voy a comprar comics. El caso es que estos días me he enganchado a un canal que ofrece peliculones clásicos a todas horas (casi es mejor desintonizarlo, para poder seguir con mi vida), así que he redescubierto los anuncios televisivos.

No había visto ninguno nuevo desde hace tiempo. Me quedé en el “hola, soy tu regla”, “¿dónde está Curro?” y “vengo del futuro, donde los avances tecnológicos son la bomba, pero sólo se me ha ocurrido traerte un frasco de lejía”. Supongo que todos ellos hoy son ya clásicos, al menos entre los estudiantes de publicidad.

Pero han cambiado bastante.

Me he enterado de muchas cosas, por ejemplo de que ahora Doowap se llama Weikis. ¡Demonios! Va a ser por eso por lo que no los encontraba en las estanterías del supermercado... ¿No tienen miedo de despistar al personal con ese nombre de comida para perros?

Se puede saber mucho del mundo que nos rodea a través de ellos, por ejemplo cómo va la situación social del país. Una madre merienda con su hija, encantada, porque es el único momento del día que comparte con ella. Se entiende que la niña pasa todo el tiempo con una de esas impagables abuelas que son las que están cuidando a nuestros chavales. ¿Qué sería de España sin ellas? El anuncio se dirige claramente a madres trabajadoras con complejo de culpa agudo.

Muchos van destinados a quienes se supone que tenemos más capacidad de consumo, los que fuimos niños en los 80. En esa línea va aquél en el que salen dos casi idiotas que cantan que han visto volando un cristal gratuito, a ritmo de “Super Disco Chino”, de Enrique y Ana, todo un hit infantil de la época. Si ya era hortera entonces, imaginaos treinta años después. Me han entrado ganas de ir a la óptica a cantarles las cuarenta, porque cada vez que lo ponen se te pega la canción de las narices, y te pasas toda la tarde tarareando: “Sú-per, sú-per, dis-co, dis-co, chi-no, chi-no, chi-no... filipino...”. Más que un spot parece  una maldición. Como te lo pongan una vez, te han hecho la pascua.

Me llama la atención la zafiedad de algunos, como el de las galletas tan supuestamente enormes que los que las comen, cuando van a hacer sus necesidades, perciben que su miembro viril es mucho más pequeño de lo que creían. No sé si funcionará. Yo no pienso probarlas, porque ahora las asocio psicológicamente con la entrepierna.

Y también alucino con la sinceridad de Pepsi. En su nuevo anuncio, un tipo pide una Coca-cola, claro, como es habitual, y el camarero le contesta que no tiene, que si puede ser una Pepsi... O sea que reconocen que el producto nos lo cuelan un poco de balde... Y hasta MacDonalds admite que la gente tiene la misma confianza en que sus hamburguesas sean de vacuno que la que tenía hace unos años en que la selección española ganara un mundial, o sea ninguna.

Pero para sinceridad, la que llevan implícita los anuncios de bancos de nueva generación. Todos van por la línea de asegurar que a partir de ahora ha salido un banco que es colega, que te va a caer superbien, y que se preocupa por ti, por muy insólito que resulte. O sea, que reconocen que hasta ahora han sido un poco ‘perretes’.

miércoles, 14 de marzo de 2012

Gonzalo López-Gallego prueba que el hombre sí llegó a la Luna

Creíamos que las misiones Apolo se habían quedado en 17, pero el español Gonzalo López-Gallego nos desvela que no, en Apollo 18, un film que ha rodado nada menos que a las órdenes de los hermanos Weinstein, y que trata de responder a una inquietante pregunta: ¿Por qué no hemos vuelto en tantos años a la Luna?

La respuesta es para mí tan sencilla como irrebatible: porque allí en lugar de petróleo sólo hay un mar de rocas absurdas e inútiles, que ya no sirven ni como pisapapeles desde la invención del Windows.

Lógicamente, para la película se han inventado una explicación más cinematográfica que atraiga un poco a los espectadores. En la ficción, el realizador especula con que a los humanos nos faltan pelotas para regresar, por lo que nos encontramos allí...

Rodada como un falso documental, estilo 'found footage' y todo eso, lo cierto es que funciona y mantiene la tensión, aunque sea vocacionalmente 'poca cosa'. La verdad es que tiene su mérito, aunque López-Gallego por ahora no es profeta en su tierra, pues por estos lares ni tiene distribuidora, ni fecha de estreno, ni perro que le ladre.

Aprovechando que el hombre vive en la Puerta del Sol cual activista del 15-M (aunque no acampa, sino que tiene una casa), se acercó andando hasta Callao, donde tuvo lugar la IX Muestra SyFy de cine fantástico de la que os he estado hablando estos días. Desde luego, prestarse a una sesión de preguntas con friquis como los que abarrotábamos la sala, fue una gesta mayor que llegar a la Luna.

Las preguntas eran tremendas. Todos decían que les había apasionado la peli, pero iban a por el cineasta y tiraban con bala. [Cuidado, pequeños 'spoiler'] "Y si son supuestamente imágenes reales, ¿cómo se ha encontrado la película?", comentaba uno; "¿Por qué uno de los protas toma un 'piedro' lunar con un bastón, pero luego lo coge con la mano como si tal cosa?". El interrogado demostró la paciencia del Santo Job, pese a que les tenía que haber respondido aquello de William Shatner: "¡Sólo es una película!".

Pero superaron todas las expectativas las preguntas en torno a que si tenía un asesor de la NASA durante el rodaje. "Uy, sí, teníamos contratado a un auténtico monstruo, un tal Gerry Griffin, que había sido director de vuelo de muchas de las misiones Apolo". "Y entonces", inquirió otro asistente, "¿por qué no aprovechó para sonsacarle si es mentira que hemos llegado a la Luna? ¡Porque a mí no me cuadra que la bandera americana que sale en las fotos se doble y ondee! Yo creo que es todo un gran engaño. ¿Por qué no se lo preguntaste a ese tipo?".

"Bueno", acertó a decir el estupefacto realizador. "Porque se ha tirado treinta años trabajando en el envío de naves allí. El personaje de Ed Harris en Apolo 13 está basado en él y en otro tío. Si se me ocurre decirle eso, ¡me parte la cara!".

Además, el director tiene su propia respuesta a la cuestión. "Para documentarme, estuve viendo todo el metraje que se rodó durante las misiones. Existen horas y horas de grabación, que son aburridísimas pues muestran a los astronautas no haciendo nada (como hago yo en gran parte de la película). Están en internet, y cualquiera las puede ver si tiene muchísima paciencia. Dudo mucho que se hubieran molestado en rodar tantísimo material soporífero si fuera mentira".

lunes, 12 de marzo de 2012

Crónica de mi encierro en la IX Muestra SyFy

Han sido intensos los cuatro días que ha durado la IX Muestra SyFy de cine fantástico, o sea que me he pasado el fin de semana encerrado en el cine Callao con friquis que aplaudían en las secuencias más burras y sangrientas, y no dudaban en gritarle a los actores que por ejemplo se beneficiaran a la protagonista. La musa del evento volvió a ser un año más Leticia Dolera, que venía con sombrero, a la moda parisina, porque al parecer venía del estreno parisino de su cinta [Rec] 3 Génesis.

Si el veterano Rutger Hauer se imagina la cariñosa y estruendosa ovación que desató su aparición en los títulos de crédito al inicio de Hobo with a Shotgun, el que fuera el Roy Batty de Blade Runner se habría pagado el billete a Madrid para poder presenciarlo en directo. Al principio aplaudían en todos los planos en los que salía el actor. Descerebrado y salvaje, el ultraviolento debut en solitario en el largometraje del canadiense Jason Eisener gira en torno a un mendigo que impone justicia en una ciudad controlada por una de las bandas criminales más crueles que se han visto en una pantalla- tiene momentos 'despiporrantes' y monólogos a lo "He visto cosas que vosotros no creeríais" totalmente surrealistas. "Un mendigo tiene la casa más grande del mundo, la calle, y como todo el mundo, si está sucia tiene que limpiarla, aunque sea empuñando una escopeta para eliminar la escoria". ¡Tremenda peli!

Si os confieso que hasta ahora no había visto ninguna película del venerado por los apasionados del terror Ti West pensaréis que cómo es posible que no se me haya caído la cara de vergüenza, dado que escribo un blog sobre este género. La verdad es que tenía esa asignatura pendiente, pero en la muestra he tenido ocasión de ver Innkeepers, en la que lo más terrorífico fue comprobar que uno de los grandes mitos de mi generación, Kelly McGillis -que también aparecía en Stake Land, otra cinta de la muestra-, es ahora una señora con el pelo blanco. Supongo que los puristas se llevarán los pelos a la cabeza, pero aunque valoro el esfuerzo de West por adoptar una línea de cuento de fantasmas más clásica, con menos sangre y más capacidad de sugerencia, lo cierto es que el hombre se toma su tiempo para arrancar. ¡Si necesita una hora para contar que un chico y una chica atienden un hotel en el que mora un espectro! Hasta se detiene para contar cómo la protagonista saca la basura... A Wes Craven le habría sobrado un minuto para explicar eso y encima habría venido Freddy Krueger para asesinarlos a todos entre comentarios sarcásticos. Al menos, al final la cosa se anima un poco.

Firma The Woman otro especialista, Lucky McKee, al que sigo mucho más, sobre todo gracias a las sucesivas ediciones de esta muestra. Hace unos años pusieron El bosque maldito que luego sólo se estrenó en España en DVD. Su último trabajo es bastante sanguinoliento, y sigue una línea feminista un tanto tópica, pero tiene cierto interés su varapalo a la sociedad supuestamente 'civilizada' a través de la historia de un padre de familia, teóricamente ejemplar, que encierra en su sótano con ayuda de su mujer y sus hijos a una mujer salvaje criada en plan Tarzán, que acabará teniendo que emplear la violencia extrema para vengarse, claro, pobrecita...

La pequeña gran sorpresa la puso un español, Gonzalo López-Gallego, que ha rodado para los Weinstein la apañada Apollo 18, terror en el espacio sin necesidad de grandes derroches. Nadie es profeta en su tierra, y menos si esa tierra es España, donde parece que tenemos envidia de los españoles que triunfan fuera en el ámbito del cine. Para mí es un acontecimiento que tenía que haber tenido más impacto que un compatriota ruede a las órdenes de los míticos hermanos que han ganado 80 Oscars, pero por ahora su trabajo no tiene ni distribuidora para estrenarse aquí. Como el director vive al lado, en Sol, se pasó por allí para conversar con los asistentes, aunque en la rueda de preguntas los friquis parecían ir a por él pidiéndole explicaciones sobre detalles rebuscados de la trama. Le podría dedicar su propio post a su comparecencia.

A destacar el enorme interés del público por ver pelis de miedo, pues se formaban unas colas en la plaza -desde el cine hasta la puerta de la Fnac- dignas del Festival de Cannes. ¡Si hasta la policía estaba pendiente por si en realidad éramos indignados que queríamos reconquistar la zona!

Esta vez tuve cuidado de que no me filmaran las cámaras de la organización. Un año, me cogieron declaraciones a la salida de una peli muy muy mala, aunque yo me lo había pasado muy bien así que dije algo así como que "salían dragones, así que ha merecido la pena", totalmente entusiasmado. Les pareció tan sentido que me pusieron en las cortinillas promocionales del canal, y estuve meses saliendo entre serie y serie...

jueves, 8 de marzo de 2012

Arranca la IX muestra SyFy para los friquis de Madrid

Desde pequeñito me han torrado con eso de que en Madrid tenemos de todo menos playa. En espera de que nos la ponga un día de estos Ana Botella, confieso que a mí nunca me ha llamado mucho la atención ir a un sitio donde las chicas en bikini no me hacen ni caso y me pongo perdido de arena hasta el punto de que parezco una 'cocreta' (sí, escrito así). Pero lo que en realidad echo yo de menos en Madrid, como buen friqui, es tener nuestro propio Festival de Sitges.

Así las cosas, la muestra SyFy que se celebra todos los años en la capital del reino con el Festival de Sitges viene a ser como una piscinita en relación a la playa. Pero se trata de una piscinita con temperatura muy agradable en la que se pasa un buen rato, así que todos contentos.

El tiempo pasa tan rápido que resulta que estamos en la novena edición. ¿En serio? Y yo que me preguntaba qué narices he hecho con mis últimos nueve años, al menos puedo decir que he dedicado nueve fines de semana a encerrarme a ver 'friqueces' en el cine Palafox, aunque este año lo han sustituido por el Callao que es más grande. La verdad es que la demanda de films de miedo y fantasía es grande, porque las sesiones se llenan. El universo friqui se expande.

Ahora que están de moda las pelis mudas, gracias a The Artist Mutis, la muestra se abre con El gabinete del doctor Caligari amenizada por la música electrónica pop de Pegasus (grupo revelación 'indie' según los que entienden de música, aunque yo confieso que la próxima vez que escuche hablar de ellos será la segunda), aunque se puede optar por ver a la misma hora la superproducción Disney John Carter, que tiene pinta de no ser excesivamente sorprendente, y encima tiene el inconveniente (al menos para mí) de que es en 3D, por lo que la elección en mi caso es sencilla.

Este año han desaparecido las pelis orientales, no ponen ni una, lo que me causa un poco de desasosiego, pues no existe nada mejor para el estrés que una peli de tiros de Johnny To. Pero ponen The Woman, de Lucky McKee, el de May, al que sigo últimamente la pista gracias a este festival, en torno a la venganza de una chica tan burra y tan violenta, que dicen que "dejaría al conde de Montecristo como un vulgar aprendiz". También promete el film de vampiros post-apocalíptico Stake Land, que cuenta con actores y director totalmente desconocidos pero qué demonios, es de vampiros, así que no me lo puedo perder.

Detrás de Hell está la mano de Roland Emmerich, que tras imaginar la destrucción de la tierra a manos de los marcianos, el calentamiento global, Godzilla, los neutrinos del sol o lo que sea que provocaba corrimientos de la corteza terrestre en 2012, ahora apadrina como productor ejecutivo una cinta sobre lo que pasaría si nuestro planeta se quedara sin agua.

También se acaba el mundo en 4:44 Last Day on Earth, lo último de Abel Ferrara, que no tiene pasta para destrucciones de emblemáticos monumentos y edificios, así que sus protagonistas, Willem Dafoe y la desconocida Shanyn Leigh, se encierran en su apartamento dispuestos a pasar juntos el escaso tiempo que queda hasta que a las cuatro y cuarenta y cuatro, el mundo se vaya a la porra.

Hobo with a Shotgun, basada en el tráiler falso que ganó el concurso organizado por Robert Rodriguez tras el estreno de Grindhouse, no promete mucho, pero tiene al legendario Rutger Hauer como el vagabundo de la recortada en cuestión, a tiro limpio con los mafiosos de una ciudad.

Dicen que hay que ir a ver la historia de fantasmas al viejo estilo The Innkeeper, de Ty West, porque construye muy bien a los personajes principales, que acaban cayendo bien, algo poco habitual en un género en el que lo normal es que estés deseando que venga Freddie y los escabeche. Pero yo confieso que iré a verla porque sale la legendaria Kelly McGillis, musa de mi generación por sus papeles en Único testigo y Top Gun. Ídolos del aire, que aquí hace de médium.

Sí que habrá este año, como el anterior, "Trash entre amigos", con Nacho Vigalondo, Señor Ausente y compañía tratando de mejorar con comentarios descerebrados la proyección de la infame Stonehenge Apocalypse. ¡Seguro que si te la ponen en la tele en tu casa apagas el aparato y te vas a la cama!

Puedes consultar la programación aquí.

miércoles, 7 de marzo de 2012

"The River" y "Mi gitana", terror televisivo español

Si escribo en el blog que pienso que los españoles, con honrosas excepciones, no estamos genéticamente dotados para rodar series, se me puede acusar de ser anti-español. Yo os aseguro que adoro este país que por otra parte ya tiene la mejor comida del mundo (viva la paella), la mejor selección de fútbol, las mejores playas, un patrimonio cultural y literario inmejorable. Pero en el cine y las series televisivas, ay, quisiera que la realidad fuera mejor pero no es así.

En un desesperado intento de reconciliarme con la tele patria, le he echado un vistazo a Mi gitana, la miniserie que reconstruye la vida de Isabel Espantoja, y ha resultado ser tan indescriptible y surrealista que os la recomiendo a todos... Sentí vergüenza ajena en el momento en el que la madre de la artista le aconseja que no se ponga un vestido determinado porque "el verde resalta el vello" (sí que tienen mal café los guionistas). ¿Y qué decir de ese Jesús Gil descamisado con cadenas de oro que parece Torrente? Y genial también el momento metatelevisivo en el que Encarna Sánchez se enfada porque en la televisión emiten la legendaria parodia de las empanadillas de Móstoles, que le hicieron Martes y 13, y le dice a su 'querida' Pantoja: "No veas a esos dos mari****. ¡Qué asco de España!". Surrealista.

Así las cosas se puede pensar que no hay esperanza de que un español pueda hacer tele decente... Para comprobarlo, me puse el piloto doble de The River, que dirige Jaume Collet-Serra. Tendría que haber salido en las portadas de los periódicos que un español pase a la primera división catódica, en una serie creada por Oren Peli (Paranormal Activity), y que cuenta como productor ejecutivo con Steven Spielberg. Pero como suele suceder en este país, minimizamos los logros de nuestros compatriotas...

Lo cierto es que me pareció demasiado convencional, los mecanismos que usa para dar miedo son evidentes y predecibles, y lo peor es que se adscribe a la moda del 'found footage' que ya empieza a cansar. Pero por lo demás, es bastante digna, y a Jaume le ha quedado muy bien el momentazo de las muñecas que le ofrecen los nativos como tributo al fantasma de una niña ahogada en el río para que no ahogue a todo el que pase por allí. Da muy mal rollito, si lo ves a solas en la oscuridad de tu casa...

No está todo perdido. En el futuro, con un poco de esfuerzo, vamos a revolucionar la televisión... Lo que pasa es que avanzamos poco a poco.

lunes, 5 de marzo de 2012

¿Qué será de nosotros sin Bob Esponja?

En un principio no me llamaba nada la atención, pues se cuentan con los dedos de una mano amarilla las series de animación americanas que tengan un pase. Pero un día vi casualmente un episodio de Bob Esponja, y flipé en colores. Un tipo huraño se compraba una televisión de última generación que costaba una millonada y con la que esperaba que su vida iba a ser completamente distinta a partir de ese momento. Tiraba la caja de cartón fuera de su casa y se disponía a pasárselo bomba viendo sus programas a lo grande con sonido brutal y todo eso. No dejaba que le acompañaran los pobres Bob Esponja y su amigo Patricio, que en vez de preocuparse se quedaban en el exterior jugando con la caja.

Entonces, el tipo sólo encontraba en las diferentes cadenas 'grandes hermanos', 'sálvames deluxe' y bodrios descerebrados similares, con lo cual se aburría como una ostra (nunca mejor dicho porque los personajes viven en el fondo del mar). Mientras tanto, Bob y Patricio se habían subido sobre la caja, e imaginaban que iban en un cohete rumbo a la luna, y otras numerosas aventuras, con lo que pasaban una tarde divertidísima. ¡Qué bueno!

Me pareció genial cómo habían logrado un episodio tronchante, que al mismo tiempo era una apología de la imaginación. ¡Qué grande que una serie de televisión abogue por apagarla y aprovechar realmente la vida! Además, siempre me ha hecho mucha gracia que estén en el fondo del mar y puedan servirse por ejemplo vasos de agua. Ahora, Bob está de actualidad, pues se anuncia que tendrá un nuevo largometraje de cine que se estrenará en 2014.

Pero por contra, como es bien sabido, en TVE están de recortes –no queda más remedio, pues no está la situación para mucho derroche–, hasta el punto de que según cuenta mi hermano Javi, "Saber y ganar" se titulará a partir de ahora sólo "Saber", porque no va a haber mucho dinero para premios. También parece que los ajustes afectan a Clan TV, por lo que se baraja prescindir del bueno de Bob Esponja, y hasta de Pocoyo.

¡Será terrible! Así que desde este humilde blog quisiera hacer un llamamiento a todos los niños de seis años para que se movilicen y salgan a la calle en defensa de sus derechos, con pancartas y megáfonos... Serían como los indignados pero en versión infantil. Yo iría a apoyarles. ¡A ver si después tienen narices de quitarnos esta divertida serie!

El vídeo del día... Hasta los niños japoneses vibran con Bob Esponja:

viernes, 2 de marzo de 2012

"Chronicle", vuelta de tuerca a los héroes con pijama

Aunque hablaba recientemente de una peli de superhéroes infame, que para mayor desesperación, encima tenía como protagonista a Nicolas Cage, no está todo perdido. Por paradójico que parezca, en el género aún se puede lograr cierta frescura, a base de imaginación...

¿Os imagináis una película que empiece como una de los hermanos Dardenne, con adolescente incomprendido y maltratado y estética 'indie-europea', y que termine como Spider-Man, con una lucha épica de superhéroes? Pues bien, os aseguro que esa cosa existe, se llama Chronicle y ha superado todas las expectativas tras su estreno en Estados Unidos durante el potente fin de semana de la SuperBowl.

Chronicle está filmada en la línea de lo que los yanquis, que siempre le ponen apodos a la Big Apple, a la Compañía del Ratón y a todo, llaman "found footage", o sea metraje supuestamente encontrado, no se sabe muy bien por quién, aunque esta vez 'lo encontrado', es un sofisticado montaje que mezcla lo que han rodado los chavales protagonistas, con filmaciones de cámaras de seguridad y de los periodistas televisivos... Como si hubiera hecho el montaje alguien con acceso a todas las cámaras del mundo... Pero bueno, pondremos algo de nuestra parte para creérnoslo y disfrutar, que merece la pena.

Lo más curioso es que todo parece nuevo, aunque si analizas el film a la salida, en el fondo cuenta lo mismo de siempre, pues tiene superpoderes adquiridos accidentalmente, un héroe, un supervillano, la chica, un gran poder conlleva una gran responsabilidad... Y aún así resulta bastante fresca, gracias al esfuerzo que han puesto en ser originales sus responsables, el director debutante en el largometraje Josh Trank, y el guionista Max Landis, hijo del creador del 'landismo', John Landis, responsable de Granujas a todo ritmo y Un hombre lobo americano en Londres(el resto de su filmografía mejor ni mencionarla). Habrá que seguirles los pasos.