miércoles, 14 de marzo de 2012

Gonzalo López-Gallego prueba que el hombre sí llegó a la Luna

Creíamos que las misiones Apolo se habían quedado en 17, pero el español Gonzalo López-Gallego nos desvela que no, en Apollo 18, un film que ha rodado nada menos que a las órdenes de los hermanos Weinstein, y que trata de responder a una inquietante pregunta: ¿Por qué no hemos vuelto en tantos años a la Luna?

La respuesta es para mí tan sencilla como irrebatible: porque allí en lugar de petróleo sólo hay un mar de rocas absurdas e inútiles, que ya no sirven ni como pisapapeles desde la invención del Windows.

Lógicamente, para la película se han inventado una explicación más cinematográfica que atraiga un poco a los espectadores. En la ficción, el realizador especula con que a los humanos nos faltan pelotas para regresar, por lo que nos encontramos allí...

Rodada como un falso documental, estilo 'found footage' y todo eso, lo cierto es que funciona y mantiene la tensión, aunque sea vocacionalmente 'poca cosa'. La verdad es que tiene su mérito, aunque López-Gallego por ahora no es profeta en su tierra, pues por estos lares ni tiene distribuidora, ni fecha de estreno, ni perro que le ladre.

Aprovechando que el hombre vive en la Puerta del Sol cual activista del 15-M (aunque no acampa, sino que tiene una casa), se acercó andando hasta Callao, donde tuvo lugar la IX Muestra SyFy de cine fantástico de la que os he estado hablando estos días. Desde luego, prestarse a una sesión de preguntas con friquis como los que abarrotábamos la sala, fue una gesta mayor que llegar a la Luna.

Las preguntas eran tremendas. Todos decían que les había apasionado la peli, pero iban a por el cineasta y tiraban con bala. [Cuidado, pequeños 'spoiler'] "Y si son supuestamente imágenes reales, ¿cómo se ha encontrado la película?", comentaba uno; "¿Por qué uno de los protas toma un 'piedro' lunar con un bastón, pero luego lo coge con la mano como si tal cosa?". El interrogado demostró la paciencia del Santo Job, pese a que les tenía que haber respondido aquello de William Shatner: "¡Sólo es una película!".

Pero superaron todas las expectativas las preguntas en torno a que si tenía un asesor de la NASA durante el rodaje. "Uy, sí, teníamos contratado a un auténtico monstruo, un tal Gerry Griffin, que había sido director de vuelo de muchas de las misiones Apolo". "Y entonces", inquirió otro asistente, "¿por qué no aprovechó para sonsacarle si es mentira que hemos llegado a la Luna? ¡Porque a mí no me cuadra que la bandera americana que sale en las fotos se doble y ondee! Yo creo que es todo un gran engaño. ¿Por qué no se lo preguntaste a ese tipo?".

"Bueno", acertó a decir el estupefacto realizador. "Porque se ha tirado treinta años trabajando en el envío de naves allí. El personaje de Ed Harris en Apolo 13 está basado en él y en otro tío. Si se me ocurre decirle eso, ¡me parte la cara!".

Además, el director tiene su propia respuesta a la cuestión. "Para documentarme, estuve viendo todo el metraje que se rodó durante las misiones. Existen horas y horas de grabación, que son aburridísimas pues muestran a los astronautas no haciendo nada (como hago yo en gran parte de la película). Están en internet, y cualquiera las puede ver si tiene muchísima paciencia. Dudo mucho que se hubieran molestado en rodar tantísimo material soporífero si fuera mentira".

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