En un principio no me llamaba nada la atención, pues se cuentan con los dedos de una mano amarilla las series de animación americanas que tengan un pase. Pero un día vi casualmente un episodio de Bob Esponja, y flipé en colores. Un tipo huraño se compraba una televisión de última generación que costaba una millonada y con la que esperaba que su vida iba a ser completamente distinta a partir de ese momento. Tiraba la caja de cartón fuera de su casa y se disponía a pasárselo bomba viendo sus programas a lo grande con sonido brutal y todo eso. No dejaba que le acompañaran los pobres Bob Esponja y su amigo Patricio, que en vez de preocuparse se quedaban en el exterior jugando con la caja.
Entonces, el tipo sólo encontraba en las diferentes cadenas 'grandes hermanos', 'sálvames deluxe' y bodrios descerebrados similares, con lo cual se aburría como una ostra (nunca mejor dicho porque los personajes viven en el fondo del mar). Mientras tanto, Bob y Patricio se habían subido sobre la caja, e imaginaban que iban en un cohete rumbo a la luna, y otras numerosas aventuras, con lo que pasaban una tarde divertidísima. ¡Qué bueno!
Me pareció genial cómo habían logrado un episodio tronchante, que al mismo tiempo era una apología de la imaginación. ¡Qué grande que una serie de televisión abogue por apagarla y aprovechar realmente la vida! Además, siempre me ha hecho mucha gracia que estén en el fondo del mar y puedan servirse por ejemplo vasos de agua. Ahora, Bob está de actualidad, pues se anuncia que tendrá un nuevo largometraje de cine que se estrenará en 2014.
Pero por contra, como es bien sabido, en TVE están de recortes –no queda más remedio, pues no está la situación para mucho derroche–, hasta el punto de que según cuenta mi hermano Javi, "Saber y ganar" se titulará a partir de ahora sólo "Saber", porque no va a haber mucho dinero para premios. También parece que los ajustes afectan a Clan TV, por lo que se baraja prescindir del bueno de Bob Esponja, y hasta de Pocoyo.
¡Será terrible! Así que desde este humilde blog quisiera hacer un llamamiento a todos los niños de seis años para que se movilicen y salgan a la calle en defensa de sus derechos, con pancartas y megáfonos... Serían como los indignados pero en versión infantil. Yo iría a apoyarles. ¡A ver si después tienen narices de quitarnos esta divertida serie!
El vídeo del día... Hasta los niños japoneses vibran con Bob Esponja:
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