miércoles, 17 de agosto de 2011

Este guionista es la bomba (escribir gratis II)

Comentaba en el anterior post que existe gente que escribe gratis, lo que me parece genial. Lo que no me resulta tan estupendo es que se sobreentienda siempre que los profesionales juntamos letras por amor al arte. Imaginen que llamara al fontanero para que me arreglase las cañerías, y que cuando el buen hombre pretendiera cobrar su trabajo, yo le respondiese que lo tenía que haber especificado antes.

-¡Ah, lo siento! Es que no ha dicho usted nada de que quería cobrar usted por su trabajo. Yo pensaba que trabajaría usted gratuitamente.

Pues esto tan absurdo, nos ocurre habitualmente a los profesionales de la palabra escrita. De hecho, los que tenemos la mala costumbre de comer, nos vemos obligados a preguntar en primer lugar si el trabajo es remunerado, pues si nos callamos siempre darán por hecho de que lo haremos por el puro placer. Y encima, cuando cometes la osadía de querer enterarte de si vas a cobrar, te miran con una mezcla de sorpresa e ira, como al j****o Oliver Twist cuando tuvo la indecencia de decir en el comedor que quería repetir.

Resulta que Jason Momoa no es el único que ha escrito un guión gratis. Leo en Los Angeles Times que un aspirante a colarse en la industria también había escrito un libreto del que se sentía orgulloso, por lo que llamaba a todas las puertas convencido de que se lo comprarían rápidamente. ¡Me lo quitan de las manos oiga!

Como le ignoraban por completo, decidió aprovechar su creatividad para que le hicieran caso en una agencia de talentos de Beverly Hills. El hambre agudiza el ingenio, y concibió una curiosa forma de llamar la atención. Dejaría su guión en un maletín negro, convencido de que alguno de los que trabajaban allí se fijaría en él, le echaría un vistazo y quedaría tan encantado con su trabajo que le llamaría por teléfono en menos que canta un gallo.

Por desgracia, el plan no le salió conforme a lo que esperaba. El primero que vio el maletín fue un guardia de seguridad. Aterrado ante la posibilidad de que se tratara de una bomba, llamó rápidamente a la policía. Acudió al lugar todo un escuadrón de agentes asustados que evacuaron a los presentes, así como a decenas de personas de negocios de los alrededores y acordonaron la zona. A continuación, hicieron estallar la maleta con el guión dentro.

Ojalá tenga otra copia de lo que había escrito. El hombre fue detenido, aunque enseguida le pusieron en libertad. Como se ignora el argumento de su guión cabe preguntarse si no le daría mejores resultados escribir una comedia negra, basada en su propia vida, sobre un guionista desesperado capaz de cualquier cosa para promocionarse al que todo le sale al revés.

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