No sé si es una noticia buena o mala. Para empezar en los últimos años, Willem Dafoe ha demostrado que su capacidad para involucrarse en buenas películas es inversamente proporcional a su inmenso talento interpretativo. Quien hace tiempo intervino en películas tan interesantes comoPosibilidad de escape, Platoon oSpider-Man, no para de darnos disgustos. Las últimas películas en las que recuerdo haberle visto me parecieron espantosas: Luciérnagas en el jardín, Anticristo y El circo de los extraños.
Por otro lado, hace décadas que no leo un libro de Dean R. Koontz, y desconozco éste en concreto, pero recuerdo que eran todos exactamente iguales. ¡No existe otro escritor con más morro! Una chica, no se sabe por qué, es perseguida por seres malignos. Por suerte, un chico, casi siempre detective privado o algo así, le ayuda a escapar, y al final se lían.
No es el único autor de novelas que en vez de inventarse una historia nueva, le cambia los nombres a los personajes y punto pelota.
Lista de escritores que siempre escriben el mismo libro
Lucía Etxebarría. Una joven de clase alta, mimada y egoísta rodeada de imbéciles, se aburre terriblemente porque tiene toda la vida solucionada, así que se complica la vida con problemas artificiales sin ningún interés.
Antonio Gala (desde "Más allá del jardín"). Al llegar a la menopausia, una mujer de clase alta se da cuenta de que su vida es una mierda, su marido la engaña y sus hijos pasan de ella, así que decide irse lejos a un país extranjero.
Dan Brown (existe incluso un generador automático de libros de este autor). Un tipo aparece muerto y el superexperto en iconografía Robert Langdon -sustitúyase por el eminente profesor de cartografía Michael Johnson, el catedrático de semiótica Alfred Kirkman o lo que sea- se pone a investigar. El asunto está relacionado con los Guardianes del Osobuco, o cualquier otra organización milenaria, que tratarán de impedirle que avance.
Arturo Pérez-Reverte. Un tipo atormentado y contradictorio se deja engañar por una mujer misteriosa y bella, capaz de manipular con su encanto e inteligencia a todo el género masculino. Si es en el siglo de Oro repite todo el rato las frases que conoce de la época, tipo "vuesa merced" o "vive el cielo, malandrines"
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