
Ahora, como no sabe qué hacer, anuncia que está escribiendo la secuela de El resplandor. Esto sería una grandiosa noticia si estuviera vivo Stanley Kubrick para convertir la novelucha en un clásico del cine de terror, pero cuando filmen la película, que no tardarán, acabará rodándola Uwe Boll –el director de las espeluznantes House of the Dead o Alone in the Dark– o alguien peor (si es que lo hay). Y claro, digo yo que se echará de menos a Kubrick.
En cualquier caso, la trama de la novela tiene su interés. La leeré y todo. Ya es extraño que yo tenga ganas de leer un libro de los de ahora de Stephen King. El escritor ha justificado el libro, porque nunca explicó que fue del joven Danny, y sus poderes psíquicos. Además, piensa que los sucesos que ocurrieron en el hotel Overlook le han dejado graves secuelas psicológicas. La novela empieza cuando ya tiene cuarenta años y vive en Nueva York. Si luego aparece Jack Nicholson y lo escabecha puede tener gracia.
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