Me apetece escribir hoy sobre la falta de ideas, ya que llevo muchos días sin actualizar el blog.
Cuando
yo era pequeño, la gente se quejaba de la crisis de ideas de Hollywood,
porque estrenaban muchas secuelas. Pero resulta que estábamos mucho
mejor que ahora, pues abundan los reboot, palabro que se han inventado
para denominar el reinicio de una saga entera, y se han puesto de moda
los mash-up, cruce de conceptos dispares en la línea de Abraham Lincoln: Cazador de vampiros (a este paso tendremos Paco Martínez Soria contra Caponata). El rizo es la adaptación al cine de conocidos libros de autoayuda, como Qué esperar cuando estás esperando, que se basa en un manual para futuras mamás que vende mucho, o la upcoming Los hombres son de Marte, las mujeres de Venus,
inspirada en la cumbre de los volúmenes sobre consejos sentimentales
(el cine patrio tan dado a la postguerra un día de estos nos sorprenderá
con Manual de cocina de la Sección Femenina. La película).
Así las cosas, no me sorprendería que al comprar una entrada de cine empiece a ocurrir aquello de Los Cazafantasmas,
que cuando por fin les llamaba un cliente la secretaria gritaba
efusiva: ¡Ha picado uno! Imagino que exclamará lo mismo la taquillera:
¡Hemos engañado a un tipo! ¡Y eso que ha subido el precio de la entrada
por el reajuste del IVA!
Fascinados
por la posibilidad de que la gente estuviera dispuesta a aflojar pasta
por cualquier tontería, los responsables del film pusieron en práctica
el noble arte de la estafa con la infumable Los cazafantasmas 2.
Recuerdo que un compi del instituto y yo (estudiábamos lo que entonces
se llamaba Cou, o sea que éramos unos Couboys) compramos ilusionados la
entrada, pero luego fuimos a la tienda de comics donde parábamos y todo
el mundo insistía en que era absolutamente espantosa. Asustados, fuimos a
la cola del cine y vendimos nuestras entradas porque nuestra madre se
había puesto enfermísima y teníamos que irnos urgentemente. Con el paso
del tiempo la he llegado a ver en la tele y se habían quedado cortos.
Entiendo que estar a la altura de una obra maestra como la primera parte
era un reto imposible, pero aquello era indescriptible. Era como
comparar Este muerto está muy vivo con Este muerto está muy vivo 2.
No
contentos con aquella gloriosa secuela, ahora preparan la tercera
parte, pero como ya comentamos en este blog le mandaron el guión a Bill Murray
(qué gran genio) y éste lo devolvió después de pasarlo por la
trituradora de papeles (qué gran genio). Ojalá cundiera el ejemplo. El
caso es que para convencer al actor, ahora los ejecutivos de Sony han contratado para que escriba un libreto completamente nuevo a Etan Cohen.
La
primera vez que leí en unos títulos de crédito que el guionista era
Etan Cohen me alegré muchísimo, pero luego el film en cuestión resultó
ser un bodrio total, así que caí en la cuenta de que era un Etan Cohen
sin ‘h’ en el nombre de pila, y que no escribía genialidades como Fargo sino Idiocracia, Tropic Thunder. ¡Una guerra muy perra! y Men in Black III.
No sé yo si será capaz de escribir algo que convenza mínimamente a
Murray (qué gran genio). El culebrón continúa, así que nos mantenemos
expectantes.